Las “vacaciones” navideñas han terminado y toca volver a la rutina, dentro de la cual toca hablar de los últimos estrenos televisivos que nos ha traído el nuevo año. A uno de ellos, Agent Carter, le tenía muchísimas ganas. El cortometraje estrenado hace ya dos años me había encantado, así como la interpretación de Hayley Atwell de la agente Peggy Carter y la idea de poder ver en esta serie los orígenes del Shield cinematográfico/televisivo… Y quizás esas expectativas tan altas que me había creado son las que han hecho que pese a que he disfrutado bastante de los episodios emitidos hasta la fecha me he quedado con la sensación de que podría haber sido muchísimo mejor…
1946, la segunda Guerra Mundial ha terminado, Cráneo Rojo ha “muerto”, Hydra han sido desmantelada (¡Ja!) al Capitán América se le da por muerto y los veteranos de la guerra retoman sus vidas. Entre ellos se encuentra Peggy Carter, quien tras ser una de las oficiales al cargo en el proyecto renacimiento, luchar junto al Capitán América y liderar a los Comandos Aulladores en su misión de acabar con los restos de Hydra, se encuentra en la misma situación en la que se encontraron que muchísimas mujeres en Estados Unidos en aquellos años, tras el regreso de los hombres del frente se pretende (y en muchos casos se consiguió) que den un paso atrás y abandonen los trabajos que habían ocupado para volver a sus labores domesticas.
Pese a ser una agente de pleno derecho en la S.S.R. (Strategic Scientific Reserve), su superior y sus compañeros la consideran poco más que una secretaria, relegándola a trabajo de despacho contestando el teléfono y archivando informes. Pero todo eso dará un giro inesperado cuando un viejo amigo se ponga en contacto con ella, Howard Stark (Dominic Cooper). Este ha sufrido el robo de varios de sus inventos más peligrosos y su gobierno le acusa de venderlos a enemigos del país, por lo que se da a la fuga no sin antes pedirle a Peggy que le ayude a limpiar su nombre y recuperar sus inventos. Esto no será fácil ya que la propia S.S.R. esta al cargo de detener a Stark, por lo que Peggy tendrá que trabajar a espaldas de sus compañeros y casi sin ayuda. Pero solo casi, ya que Howard antes de marcharse la pondrá en contacto con alguien que se ocupara de proporcionarle todo lo que necesite en su nueva misión, el leal mayordomo de Stark, un tal Edwin Jarvis (James D’Arcy)…
Juntos tendrán que hacer frente a la amenaza de Leviathan, la organización secreta soviética de ominoso nombre creada por Jonathan Hickman y que pretende hacerse con las armas de Stark. Unos enemigos tan descarados y tan “villanescos” que estoy seguro que han conseguido que muchos espectadores no aficionados a los comics hayan pasado por alto al que espero se convierta en el principal villano de la serie, el Hugh Jones interpretado por Ray Wise. Si, cualquiera que conozca un poco su carrera sabe que Wise suele interpretar a personajes bastante siniestros, pero los que nos hemos criado leyendo comics de Marvel sabemos que estando de por medio el presidente de la Roxxon es posible que no tardemos en verle fabricando supervillanos o rescatando del fondo del mar la Corona Serpiente…
Si, la serie es divertida, la ambientación y el vestuario están bastante cuidados, y da gusto ver una historia de espías ambientada en los albores de la Guerra Fría y en la que los espías utilizan toda clase de extraños artilugios que parecen surgidos del Shield de Lee y Kirby o del Bond más clásico. Pero lo mejor es Hayley Atwell, quien sigue estando perfecta en su papel de agente secreto y tiene bastante buena química con Jarvis, relación que entre la presunta esposa de este y que a Peggy le toca casarse con un Comando Aullador (Gabe Jones si son fieles al comic) con un poco de suerte nos libraremos de la “obligada” tensión romántica que se suele meter con calzador en muchas series. Y hablando de ellos, tiene bastante gracia ese poco disimulado homenaje (me niego a creer que no sea intencionado) que hace la serie a los “otros Vengadores”, ya que es difícil ver a Peggy y a Jarvis trabajar juntos y no acordarse de Emma Peel y John Steed. Pero pese a todo ello la serie no es todo lo redonda que debería ser.
A los dos primeros episodios emitidos hasta el momento les ha faltado algo que “enganche” al espectador y han quedado algo sosos. La relación de Peggy con sus compañeros y superiores, por muy basada en hechos reales que este, a veces resulta muy forzada, por no hablar que de momento la mayoría de estos secundarios son bastante unidimensionales (y menos mal que esta Shea Whigham por ahí). En el apartado de antagonistas nos encontramos con que como oficialmente Hydra ya no existe y hasta los eventos narrados en Captain América: The Winter Soldier no se sabrá que no es así, nos tenemos que conformar con villanos de segunda como los ya mencionados Leviathan (aunque aún tengo esperanzas en Roxxon) Y la pequeña “conspiración” desvelada al final del primer episodio es tan obvia para los que hayan visto el One-Shot de Agent Carter que no despierta demasiado interés. Vamos, que lo visto hasta ahora no es malo pero me ha dejado con la sensación de “episodio de mitad de temporada”, pero quizás sea solo a que tenía unas expectativas muy altas.
Pero tampoco me fiaría mucho de esta primera impresión, o por lo menos no quiero fiarme de ella. El piloto de Agents of Shield me gusto muchísimo más que este y luego la serie se desinfló y no recupero la forma hasta CA:TWS, y el comienzo de Arrow me dejo algo frío y ahora es una de las series con las que más disfruto. Así que de momento confiare en que en los siguientes episodios Agent Carter sea capaz de encontrar el tono adecuado y sea capaz de engancharme. Y si para ello hay que desempaquetar a cierto androide flamígero o convertir a algún comando aullador británico en el emblema de su país no me quejare…