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Guardianes de la Galaxia – James Gunn nos engancha a un sentimiento…

Entre que algún lumbreras decidió que era buena idea estrenarla dos semanas después que en Estados Unidos y que hay amigos a los que les cuesta la vida salir de su casa para ir al cine, me ha costado un poco ir a ver Guardianes de la Galaxia. La espera ha sido larga y mis expectativas eran altísimas, pero tenía mis dudas. ¿Estarían Marvel Studios y James Gunn a la altura? ¿Seria esta la primera película de Marvel que me decepcionase? Solo diré que necesito que sea ya Julio de 2017 para saber que canciones hay en el Awesome Mix vol2… Eso sí, mejor no seguir leyendo sin haber visto la película primero que algún spoiler que otro caerá.

No tengo palabras para explicar lo mucho que me ha gustado esta película, pero haré lo que pueda

Pese a que como ya digo, mis expectativas eran muy altas, esta película me daba bastante miedo. James Gunn era un director del que no había visto nada y cuya escasa filmografía ni era algo espectacular precisamente ni invitaba a la confianza. Además se trataba de llevar a la gran pantalla a unos personajes bastante secundarios y en un escenario completamente diferente del que habíamos visto en el resto de películas de Marvel, las posibilidades de un gran desastre estaban ahí. ¿Cómo iban a funcionar igual de bien que los Vengadores un árbol viviente, un mapache parlante, unos asesinos y un aventurero espacial? ¿Cómo se iba a poder adaptar al cine de forma correcta la inmensidad del lado cósmico de Marvel? Pues, con perdón por la expresión, lo han hecho con dos cojones y sin el más mínimo complejo.

Estaba claro que hacia falta alguien especial para una misión así

Hubiera sido fácil hacer una película más sobria (y algo sosa) en la línea de películas como Avatar, Prometheus o la nueva Star Trek. Una de estas películas que tratan de meter un “seudo-realismo” en la ciencia-ficción. En cambio James Gunn ha tirado por el camino de la Space-Opera clásica, y la nostalgia, y ha conseguido que al ver Guardianes de la Galaxia me sienta como cuando vi por primera vez la saga de la Guerra de las Galaxias (o Indiana Jones o los Goonies). Y es que esa es una de las cosas que más tengo que agradecerle a James Gunn, que haya rodado Guardianes de la Galaxia como si fuese una película de los ochenta. Todo en la misma grita a los cuatro vientos esto, la puesta en escena, el montaje que da a la película un ritmo endiablado que no da un respiro al espectador o el uso de la música (que vale, es de los setenta, pero encaja a la perfección) Gunn incluso  ha sacrificado los vistosos créditos finales a los que Marvel nos había acostumbrado en los últimos años en favor de unos más clásicos (y sosos) que pese a no ser tan visualmente atractivos, ayudan a mantener ese “espíritu ochentero” que impregna toda la película. Y se que las comparaciones son odiosas, pero J.J. Abrams debería tomar buena nota sobre todo esto a la hora de rodar la nueva Guerra de las Galaxias…

Al final lo único que aprenderá Abrams es que es buena idea seguir usando el efecto de destello

Es verdad que hay momentos que pueden dejar fuera de juego a muchos espectadores, que al ver el “segundo prologo” de la película, cuando empezó a sonar el “Come and Get Your Love” de  Redbone, pensé que el público que me rodeaba reaccionaria mal, y seguramente alguno lo hizo, pero la mayoría se rio a carcajada limpia aceptando sin reservas el tono que James Gunn había decidido darle a la película. Que yo creo que ese es el momento en el que uno se da cuenta de si la película le va a gustar o no, y para mí fue precisamente el instante en el que supe que Guardianes de la Galaxia me iba a encantar. Y es que este es otro de los puntos fuertes de la película, su banda sonora. Si  hay algún momento en el que se echa de menos algo como el “Can you dig it” de Brian Tyler, pero es difícil no caer rendido ante esta selección de temas de los setenta que Gunn ha conseguido encajar tan perfectamente con la trama, que nunca hubiera creído que el “Ain’t No Mountain High Enough” pudiera añadirle al mismo tiempo una sensación tan triste y optimista al mismo tiempo al final de la película o que podría reírme tanto viendo lo que sucede cuando empieza a sonar el “I Want You Back” de los Jackson5. Todo esto hace que me muera de ganar por saber que podremos escuchar en la secuela, que con suerte en el Awesome Mix vol2 caerá el «The Goonies ‘R’ Good Enough» de Cyndi Lauper… Uno puede soñar.


La película no me ha descubierta estos temas precisamente, pero desde que volví del cine no paro de escucharlos

Y no es solo que James Gunn haya dejado fuera unos complejos, que por lo que se dé el jamás ha tenido, y nos haya dado una de las películas más divertidas que he visto en los últimos tiempos (que pocas veces he estado en una sala de cine en la que todo el mundo se carcajease constantemente ante lo que sucedía en la pantalla) o que haya conseguido tratar igual de bien los momentos dramáticos de la misma. Es que ha conseguido llevar a la gran pantalla toda la inmensidad y complejidad del Universo Marvel de tal forma que ya creo posible ver cualquier cosa. Que si hace unos años me hubiesen preguntado por la posibilidad de ver en el cine a los Nova Corps (descafeinados eso sí) Knowhere, los mismísimos Celestiales o ese cameo de la escena postcreditos (que un amigo bocazas se encargo de reventarme semanas antes) lo hubiese creído imposible. Pero ahora estoy convencido de que no tendremos que esperar demasiado para ver en el cine a seres como Eternidad o el Tribunal Viviente.

Y no es solo que salga un Celestial de verdad, de los creados por Kirby. Es que este, Eson the Searcher, comparte nombre (y no me creo que sea casualidad) con el padre de J’Son de Spartax, el padre de Star-Lord… ¿Coincidencia? no lo creo…

Eso sí, también hay que reconocer que, seguramente al tratarse de un grupo de superhéroes mas secundarios que los que hemos visto hasta ahora en el cine, esta es la película de Marvel que mas libertades se ha tomado con los personajes. El Star-Lord que vemos aquí, pese a ser un personaje al que es difícil no coger cariño, ni parece el enajenado de Englehart ni el torturado de Abbnet y Lanning, es más una mezcla entre Han Solo y Malcom Reynolds. Por parecerse, se parece más a la versión de Bendis, y esto solo porque la suya parece basarse en lo que le dijeron que harían con el personaje en el cine. Drax no solo ha perdido por completo sus orígenes terrestres, siendo aquí un alíen mas, sino que su personalidad es una mezcla extraña entre la versión de Keith Giffen (cuando le añadió los tatuajes y los cuchillos) y el Drax tonto que veíamos en la Guardia del Infinito. De la Gamora de Starlin tampoco vemos demasiado, si, es verde, es peligrosa y trabaja para Thanos, pero aquella mujer fatal que acabo enamorando a Adam Warlock se ha convertido en una chica traumatizada que rara vez da la impresión de ser “la mujer más peligrosa del universo”. Curiosamente los dos personajes que más fieles son a su versión del comic son Groot y Mapache Cohete, precisamente los que yo creía que tendrían que cambiar mas para que funcionasen en el cine.

¿Fieles al cómic? Podrían haberlo sido mas, pero quedan tan bien en pantalla que da igual

Pero pese a estos cambios en las personalidades y en los orígenes de los personajes, estos funcionan a la perfección en pantalla. A James Gunn le ha venido de miedo el tratar con personajes que en su mayoría tienen muy poca historia a sus espaldas y con una encarnación del grupo que realmente solo ha tenido una etapa buena (confiábamos en Bendis pero de momento sigue decepcionándonos). Es difícil no conectar con la tristeza y las ganas de vivir de Star-Lord, sentir el dolor que por tan distintos motivos impulsa a Drax y Gamora, sentir como autentica la amistad entre Mapache Cohete  y Groot (casi asusta lo expresivos que han llegado a ser los personajes generados por ordenador) o emocionarse con este ultimo en los momentos finales de la película. Y es que la química entre ellos es casi perfecta, ya que como se dice en la película, “ellos son groot”.

Pero al final estos don han robado cada escena en la que han aparecido

Aunque si tuviese que “quejarme” realmente de algo creo que lo único que me molesto un poco fue el ver que Xandar no era una serie de esferas interconectadas (aunque siempre habrá tiempo para destruir el planeta y salvar unas pocas ciudades) y que los Nova Corps se parecían más a los Jueces de Mega-City que a los policías cósmicos de Marvel. Aunque tal y como han quedado las cosas en la película lo tendrían facilísimo para que en la secuela podamos ver a unos Nova como tienen que ser, habrá que esperar a 2017. Bueno, eso y también ha dolido el pecado imperdonable de que el “Kameraden” Cosmo no diga una sola palabra en toda la película, aunque creo que si llego a ver a Cosmo llamando “tovarich” a alguien, se me hubiera metido algo en el ojo…snifs.

¡Esto es lo que necesita la secuela, Novas voladores y que Cosmo hable!

Así que si, esta película, de la que algunos dicen que es la Guerra de las Galaxias de esta generación, me ha encantado (y viendo los resultados de la taquilla no soy el único), me lo he pasado como nunca y solo la imposibilidad de verla en versión original hace que me resista a volver al cine para verla de nuevo, pero no descarto hacerlo y volver a salir encantado. Tendré que verla alguna que otra vez para saber en qué lugar colocarla, pero lo que tengo clarísimo es que para mí ha sido una de las mejores películas que nos ha dado Marvel desde que Iron Man nos hizo creer que un hombre podía volar… borracho. Para el futuro James Gunn y Marvel ya han confirmado la secuela de Guardianes y Gunn ha manifestado mas de una vez sus ganas de hacer una película de los Thunderbolts, y visto lo visto espero que le den carta blanca para hacer lo que quiera y como quiera, que me tendrá fielmente esperando el estreno de lo que sea que sea lo siguiente en su carrera.

¿Como no confiar en este tipo?

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