2010 fue un año triste, un héroe que nos había acompañado en televisión durante casi una década llegaba al final de su andadura. 24 llegaba a su término y con ello nos despedíamos del gran Jack Bauer. Fueron años muy emocionantes y divertidos, pero la serie, según algunos, había dejado atrás sus mejores tiempos y Kiefer Sutherland quería dedicarse a hacer otras cosas. Pero los grandes héroes nunca desaparecen para siempre, y como si se tratase del mismísimo Rey Arturo, Jack Bauer ha regresado cuando su país más le necesita. Apropiadamente ambientado en Inglaterra, Jack regresa en una miniserie de doce episodios en la que volveremos a verle salvar el mundo aunque para ello tenga que dejar tras de sí un rastro de cadáveres ensangrentados y enemigos mutilados. Así que preparémonos para disfrutar del festín de acción y violencia que encontraremos en 24: Live Another Day.
Si, cuando en 2010 se emitió el último episodio de 24 algo se rompió dentro de mí. Durante nueve años había seguido cada año las aventuras, cada vez mas bestias, de Jack Bauer, ese agente anti-terrorista interpretado por Kiefer Sutherland que no se detenía ante nada ni nadie para conseguir sus objetivos. Las normas, leyes o convenciones internacionales no significaban nada si se interponían en su misión de salvar al mundo libre de los malvados terroristas que lo amenazaban. Pero 24 se cancelo y atrás quedaron aquellos años de torturas, tiroteos y Jack diciendo “damn it!”. Durante los siguientes años fuimos muchos los que esperamos que se confirmase la noticia de que Jack Bauer se despediría a lo grande en una película, pero aquellos rumores se fueron disipando y con ello morimos un poco por dentro… Pero en este 2014, tras cuatro años de abstinencia, Jack Bauer ha vuelto tan en forma como siempre para demostrarnos una vez más que en ocasiones el fin justifica los medios por extremos que sean estos. En esta ocasión nos tenemos que conformar con tan solo doce episodios, pero conociendo a Jack, le va a dar tiempo de hacer muchas cosas aunque solo tenga la mitad de tiempo.
Cuatro años han pasado (en la realidad y en la serie) desde que vimos por última vez a Jack Bauer, quien tras haber salvado por enésima vez a su país, era considerado un enemigo público y un terrorista y se veía obligado a huir y esconderse de aquellos a los que había salvado. Pero los enemigos de Estados Unidos son numerosos y despiadados, y cuando Jack se entera por sus fuentes de que se está preparando un ataque en suelo británico para acabar con la vida del Presidente, no le queda más remedio que salir de nuevo a la luz para tratar de impedirlo aunque eso signifique volver a ponerse en el punto de mira de todas las agencias internacionales. Y es que en esta ocasión no se trata tan solo de salvar al presidente de su país, es algo más personal, ya que el Presidente James Heller estuvo a punto de convertirse en el suegro de Jack, por lo que este ultimo estará salvando también a su antiguo amor Audrey…
Este misterioso enemigo que amenaza ahora a Estados Unidos tiene un plan diabólico (no menos diabólicos que aquellos que en el pasado hicieron detonar en temporadas diferentes sendos artefactos nucleares en Los Ángeles) ha contratado a un hacker para que diseñe un artefacto que le permita asumir el control de los innumerables drones armados que posee el ejército estadounidense y con ellos acabar con el Presidente Estadounidense, el Primer Ministro Británico y arrasar Londres. Pero para poder detener una amenaza de este calibre a Jack no le basta con sus habilidades, necesitara la ayuda de alguien con unos talentos más especializados capaz de deshacer el trabajo de este hacker, por lo que tendrá que conseguir la ayuda de su antigua compañera del CTU Chloe O’Brian, y juntos enfrentarse a los terroristas a la CIA y salvar el mundo de nuevo…
Viendo esta nueva entrega de las aventuras de Jack Bauer lo primero que nos queda claro es que los guionistas se han esforzado muchísimo en dar a sus fans lo que quieren (queremos). Han tomado todos los elementos que hicieron de 24 un éxito y los han magnificado. Jack Bauer, aquel que en temporadas anteriores murió por nuestros pecados no una, sino dos veces, y volvió de entre los muertos para seguir con su misión de erradicar el terrorismo de la faz de la tierra, es ahora tratado casi como un Terminator. Los interrogadores de la CIA consideran que sus constantes vitales son inhumanas, el detector de mentiras casi ni le detecta, se pasa casi todo el primer episodio sin abrir la boca y cuando lo hace es para amenazar de muerte a alguien. ¿Se puede pedir más? Bueno, esta lo de enfrentarse a los mejores agentes de la CIA o a bandas mafiosas sin despeinarse y eso de disparar a personas inocentes (pero solo a las piernas y dejándoles las rodillas intactas) para poder llegar hasta su objetivo. Vamos, que estamos ante un Jack Bauer mas Jack Bauer que nunca.
Por lo demás la serie sigue en su línea con sus tramas complejas y en ocasiones tramposas, esa imposibilidad total de tratar de adivinar por donde ira la historia, esas sorpresas que nos dejan con la boca abierta a cada rato y como no, acción y violencia, muchísima acción y violencia… Si, esta es una serie de difícil recomendación, aquellos que disfrutaron de las temporadas anteriores estarán tan encantados como yo del regreso de Jack, pero el resto será mejor que se alejen de ella porque no están preparados para disfrutar de este festín de tiros, sangre y torturas por el bien de la democracia y la libertad. En cuanto al futuro de la serie no se que podemos esperar, de momento no han dicho nada sobre si esto es la despedida del personaje o si es el principio de una nueva etapa. Pero teniendo en cuenta que incluso proyectos como Touch, que comenzó siendo una serie amable sobre un padre y su hijo ayudando a gente normal y corriente a ser felices, se convirtió en un remedo de 24 y el personaje de Kiefer paso de ser un periodista viudo que trabajaba de recoge maletas en un aeropuerto a ser una maquina de matar, no se yo cuanto tardara en ponerse de nuevo en la piel de Jack Bauer, que las facturas hay que pagarlas y gran parte del publico ya no quiere ver al señor Shuterland haciendo otra cosa que el Jack Bauer…