Power Rangers Super Megaforce. Repito, Power Rangers Super Megaforce. Con un nombre así tenía que ver el episodio, tenía que entenderlo, tenía que ver que clase de criatura se escondía detrás de tan apabullante nombre. Power Rangers Super Megaforce. Suena a otra época, otro tiempo… Y es exactamente eso.
¡Mucho cuidado con este video porque puede convertir vuestros monitores en teles de tubo!
Porque yo llevaba cosa de veinte -¡VEINTE!- años sin ver a los Power Rangers, y ni siquiera en su época los había mirado mucho. Supongo que me pillaron mayor, pero BioMan me llegó siendo más joven y ni por esas. Sí, en cambio, tengo que admitir que me tragué unos cuantos episodios de Jetman, que era Sentai japonés del original y sin ser una adaptación yanqui en la que han sustituido a los actores japoneses californianos bronceados devoradores de batidos y amantes de una hipotética vida sana -porque los batidos serían sin azúcar, digo yo-. Power Rangers lo petó entre la chavalería de hace veinte años, tuvo hasta una película en cines y luego… Desapareció.
Pero en EEUU no fué así. El señor Haim Saban, el gran «adaptador» de la franquicia de la japonesa Toei, ha mantenido la serie viva a lo largo de todo este tiempo, y ahora sigue emitiéndose en EEUU, para que los hijos de aquellos que crecieron con la bochornosa serie original sigan maravillándose al ver como sus hijos disfrutan con la misma mierda que ellos. Y que yo me eche las manos a la cabeza, porque veinte años después absolutamente todo sigue igual. Es cierto que la serie ya no cuenta con los protagonistas originales, pero tampoco en el original japonés se conservaban personajes de una temporada a otra, con lo que empezaban una nueva historia de cero manteniendo como elementos en común el que los héroes llevaran casco de motorista y que tuvieran vehículos y robots gigantes para poder vender más juguetes.
Lo que me ha asustado de Power Rangers Super Megaforce -nunca me cansaría del nombre- es que la serie parece ambientada en 1994. Mirad las imágenes, fíjaos. El color. La ropa. La gestualidad de los actores… ¡Hasta tienen un cacharro con teclado de plástico, como los teléfonos de aquellos tiempos! Y los efectos especiales van a juego, con esos CGI hechos con una granja de Amiga 500 al más puro estilo Seaquest DSV… En una época en la que hemos vivido estrenos como el de Iron Man o The Avengers, cualquiera diría que Toei habría subido un poco los valores de producción de sus series, pero lo que han hecho ha sido conservar las ciudades de corchopán y sus monstruos de gomaespuma.
Power Rangers Super Megaforce es, junto a Rob Liefeld, la receta perfecta para todo el mundo que empìeza a ponerse nostálgico por los 90, para que se de cuenta de que algunas cosas siguen mejor en el pasado. Por más que hoy en día estemos con el polo norte a punto de derretirse, al borde de la tercera guerra mundial por un quítame esa Ucrania o que Dan DiDio sigue guionizando de vez en cuando, sabemos que los niños hoy en día ya no pican con esto y prefieren atropellar prostitutas en el GTA V. Aun así, hay que reconocer que Power Rangers, en estos veinte años, ha conseguido algo que ni todo el bótox de Nicole Kidman ha logrado: Parar el tiempo. Dios, si hasta siguen poniendo a treintañeros ligando delante de las taquillas de su instituto… ¡Haim Saban es mi puto héroe!
Y para los que hayan visto el video y tengan montones de preguntas como «¿qué cojones hacen estos disfrazados de piratas?» o «¿a santo de qué salen los Power Rangers originales y por qué tienen llevan todos muñequitos de plástico en el bolsillo?» Os diré que en la serie yanqui no tiene mucha explicación, pero en el original japonés la serie era la celebración del 35 aniversario de la serie, en la cual los personajes recuperaban el poder de las generaciones anteriores de Sentai a base de sacar el muñequito y marcar el número de temporada. Una forma cojonuda de revender juguetes, y de sacar cameos de red rangers de temporadas anteriores y hacer que la serie la volviera a ver toda la familia, a pesar de gastarse cuatro duros en los efectos especiales. Y sobre por qué van disfrazados de piratas… Bueno, en el sentai todas las temporadas se intenta una temática distinta, y por eso los héroes van de piratas y los malos de aztecas. La trama japonesa gira en torno a la búsqueda de un tesoro, pero en la versión yanqui se olvidan de eso y siguen con la misma historia de gente de treinta años llegando tarde a clase de química. Dentro de veinte años me veo haciendo otro artículo sorprendiéndome de como en casi 50 años no ha pasado nada en esta serie…