¡John! ¡Johnny! ¡Hickman! Ven, tómate algo con nosotros. No te preocupes, pago yo. Ya, ya, ya sé que entre Marvel, Image y alguna más has hecho ocho cómics en un mes y debes de tener dinero de sobra, pero no te preocupes que esta la pago yo. La siguiente si quieres es toda tuya, pero tenemos que hablar. Tenemos que hablar de esto:
¿Crees que la forma de enfocar la escritura de cómics hoy en día tiene que basarse en dar por supuesto que el lector no te lee? Quiero decir -y no me entiendas mal- tus cómics parecen dar por hecho que tu lector medio no tiene a su disposición una burrada de medios -legales o ilegales- de conseguir material clásico. Pero a la vez usas las más extrañas referencias a ese mismo material, asumiendo que al personal le importa minimamente lo que haga gente como Rayo Negro o Maximus el Loco; personaje este último que si en la versión Lee/Kirby era Maximus el Megalomano, en la tuya es Maximus el de la Perspectiva Distinta al Resto. En fín, que sí, que me he leído el final de tu crossover cósmico y me han quedado unas cuantas preguntas.
La primera, y lo digo sin miedo a repetirme, es cómo has conseguido convencer a Marvel para que en todos y cada uno de los números del crossover -ya fuera en la serie principal o en los «tie-ins»- sobrara un cuarto del cómic, metiendo esas páginas en blanco que servían de título para cada capítulo. No es que sea algo vanguardista, pero la tradición en el cómic de toda la vida -y esto viene del Detective Comics nº1- indica que los títulos se integran dentro de páginas que a su vez avanzan la trama. Durante décadas la cosa evoluciono a que el título viniera en la primera página en una portadilla, luego con la llegada de formatos como el prestigio o la novela gráfica empezaron a colocarse antes del cómic, pero no restando páginas a la historia del cómic en sí. Tú sin embargo has conseguido que en un cómic de grapa sea algo natural hacer esto, pero no solo en una entradilla al inicio, si no a lo largo de todo el cómic y varias veces. Será que eres diseñador gráfico, y ya se sabe que esos se pasan mucho rato cerca de los publicistas y todo se pega. Lo de vender motos, digo.
Pero hablemos de la historia en sí, del drama cósmico en 6 partes más crossovers que se me ha hecho más largo que una visita al dentista -una de esas en las que te ponen anestesia y te pasas doce horas hablando peor que Caraculo, ya me entiendes. Tras no sé cuantos cómics, nos hemos enterado de que esos celestiales de segunda que son los Builders -los cuales afirman haber construido el universo y haberle dado vida y blablablabla- ni dan miedo ni nada, y que Thor puede cargarse a uno de un martillazo, aunque para ello tenga que dejarlo caer desde la estratosfera. Y eso, que te has quedado a gusto con lo de que «es un Mundo de Vengadores» y con lo de que los Kree (y los acusadores de Ronan) son unos cobardes que sin la inspiración de los Vengadores ahora mismo estarían hablando alemán, digo… Builderiano.
Aunque lo mejor de todo ha sido eso de ver como la Capitana Universo se pasa toda la serie sin hacer nada y de sopetón tenemos que se repite lo de tu primera historia de Vengadores -o mejor dicho, la que copiaste casi totalmente del Giant Size X-Men y sólo te inventaste el final-, con el susodicho Capitán teniendo un significado pseudo místico-religioso para los Builders y derrotándolos el solito. Y con eso se va a la mierda la trama cósmica, y con eso queda claro que la historia que llevabas preparando desde tu número uno de Vengadores es un absoluto despropósito que no hay por donde cogerlo. Mundos vivirán, mundos morirán, pero mejor que todos se queden en su casa, que ya llegará el Capitan Deus Ex Machina a arreglarlo todo a última hora.
Ah, pero que hay otra historia… La de Thanos, esa que es un pegote porque tus jefes de Marvel querían poder poner al malo de la peli de Vengadores del año pasado en el crossover de éste. Vale, vamos a ver que pasa con Thanos, ese personaje de Jim Starlin que ya parece más esquizofrénico que el propio Adam Warlock… Resulta que Thanos aprovecha todo el follón de los Builders para atacar la Tierra, porque los Vengadores se han ido. Vale, genial. Voy a dejar de lado el hecho de que haya un porrón de superhéroes -y de grupos- por todo el planeta que no son los Vengadores, y de que te hayas meado en el jodido Hechicero Supremo de la Puta Realidad, el tío que noqueó a Galactus, haciendo que un bocamierda de segunda lo manipule mentalmente como si fuera un aprendiz de segunda del Doctor Druida. Vale, que Thanos ha venido a la Tierra buscando a su hijo bastardo, que ha estado escondido en secreto de una de las nosecuantas colonias de inhumanos secretas que hay desperdigadas por todo el planeta. Que la motivación secreta de Thanos es matarlo, y que después de montar todo el pollo y que los Iluminati no sirvan para absolutamente nada, los Vengadores espaciales tengan que venir a arreglarlo todo.
Que en realidad tampoco arreglan nada, porque si durante la guerra contra los builders se han pasado la mayor parte del tiempo mirando una mesa y diciendo lo jodida que está la cosa, en la pelea contra Thanos son apalizados de mala manera, hasta que a última hora al hijo del susodicho le da por usar sus terribles poderes sobre la vida y la muerte y lo petrifica, igual que lo petrifico Jim Starlin hace la friolera de treinta y pico años. Pero lo tuyo es un homenaje, ¿no? Sí, asumimos que nadie ha leido esos cómics viejos para darse cuenta de lo que saqueamos pero a la vez los homenajeamos para rematar la historia. Lo siento Jonathan, pero esta vez no cuela. Si en Secret Warriors mareaste la perdiz hasta la nausea y remataste la historia más o menos bien y en Fantastic Four tu etapa llegó a alargarse demasiado pero tuviste tus momentos -y tus cagadas monumentales, porque anda que no llevaste mal la resurrección de Johnny Storm- tu primer año de Vengadores sólo ha podido definirse como mucho ruido y pocas nueces. Mucho prometer «epicidad» -que así lo llaman tus fans- y grandes batallas, lo que prometen todos los grandes crossovers pero más grande, y al final tenemos una historia en la que los Vengadores no pintaban nada porque entre la Capitana Universo y Thane, hijo de Thanos, lo arreglaban todo.
¿Que es lo que nos ha dejado Infinity? Pues, supuestamente Inhumanity, una serie por la que Matt Fraction ha dejado otra que hacia bastante bien -la de FF, que la de Fantastic Four la mayor parte de las veces no había por donde cogerla- y que va a ser uno de esos crossovers «postEvento» que tanto se pusieron de moda después de Civil War y su Initiative. De entrada la serie de Inhumanity se ha pospuesto indefinidamente, con lo que a uno le da la sensación de que ha habido una marcha atrás en las altas esferas de Marvel en esa extraña idea de «mutantizar» a los Inhumanos. Luego está otra cuestión, que es la de que es lo que va a pasar con los Vengadores ahora. Por lo pronto, los Iluminati siguen destruyendo en secreto tierras paralelas -que, afortunadamente, siempre estan vacias y carentes de vida- y los Vengadores pues… Poco se ha dicho, más allá de que va a seguir Jonathan Hickman -ése que se ha ido de aquí sin pagar la segunda caña- y que todo va a ser «mas grande, más fuerte, más épico». Ya, y el final de Battle of the Atom no fue un pegote para que Bendis robara a Kitty Pryde, ¡a otro con esas!