La pasada semana se cumplían cincuenta años del estreno de la serie de ciencia-ficción más longeva de la historia de la televisión, Doctor Who. Para celebrarlo la BBC estreno una serie de especiales conmemorando tan señalada fecha. Programas que incluían películas sobre los orígenes de la serie, falsos documentales y el especial que hoy os ocupa, “The Day of the Doctor”. En este especial se recupera una clásica tradición de la serie, reunir a varias encarnaciones del Doctor para que hagan frente a una amenaza común, pero a diferencia de las ocasiones anteriores aquí nos encontramos con un Doctor nunca visto antes y con que la amenaza a detener no es precisamente uno de sus enemigos… A partir de aqui, y como diría River Song, Spoilers…
Desde que la serie se relanzo en 2005 hemos oído hablar más de una vez de la “Time War”, pero hasta ahora no la habíamos visto, solo las secuelas que esta dejo en el Doctor y en el Universo. En este especial por fin veremos una parte de la misma y como es que el Doctor acabo envuelto en ella, pero para eso primero hay que ver el prologo al especial titulado “The Night of the Doctor”, mini episodio protagonizado por el Doctor, pero no el que esperábamos… Diecisiete años después, Paul McGann vuelve a retomar en televisión su papel de 8º Doctor (aunque sí, ya había vuelto al personaje en el pasado en seriales radiofónicos) Aquí nos encontramos con un Doctor que no es capaz de seguir negándose a participar en la guerra que su pueblo mantiene contra los Daleks y asistimos también a un momento que se nos había negado en el pasado, el de su regeneración. Para combatir en esa guerra necesita ser una persona diferente, ya no hace falta un Doctor, hace falta un guerrero, y ese Timelord guerrero resulta tener la cara de un jovencísimo John Hurt.
Muchísimos años después, y ya en “The Day of the Doctor” nos encontramos de nuevo con esta encarnación del personaje, un anciano cansado que lleva demasiados ¿años? ¿siglos? combatiendo en una guerra que no parece tener fin y que amenaza con destruir todo el universo. Decidido a detenerla como sea roba la más temible arma del arsenal de los Timelords, “The Moment”, un arma que nadie se había atrevido a utilizar hasta ahora porque suponía la destrucción absoluta… y porque tenía consciencia propia. El “War Doctor” (por llamarlo de alguna forma) está decidido a activar el arma aunque esto suponga el exterminio de todo su pueblo, pero ese arma tiene ideas propias y trata de convencerle de que busque una alternativa adoptando la imagen de una persona de su futuro, la imagen de Rose Tyler/Bad Wolf…
Para convencerle, esta entidad abrirá una serie de portales temporales que harán que el “War Doctor” se encuentre con dos de sus futuras encarnaciones, un 11º ¿12? Doctor (Matt Smith) que es convocado por UNIT para ayudarles a resolver un misterio que se remonta siglos atrás y que le afecta personalmente y un 10º ¿11? Doctor (¡David Tennant!) que acaba de perder a su ultima companion y que pasa sus días con la Reina Elizabeth I a la espera de que “alguien” llame cuatro veces… Juntos, los tres tendrán que detener el intento de invasión de la Tierra por parte de los Zygons y enfrentarse de nuevo a la decisión de destruir Gallifrey para poner fin a la “Time War”.
En este especial Moffat se las ha arreglado para cambiar un importantísimo elemento de la historia del personaje y lo ha hecho de forma que es como si siempre hubiese sido así, y aunque a más de uno no le ha gustado esto (¡sí, estoy pensando en ti, Diógenes!) el arreglo deja al Doctor listo para rehacer su vida y sin contradecir nada de lo que habíamos visto en la serie desde su moderno relanzamiento. Lo que decepciona un poco es que tras todo lo que se nos había contado e insinuado sobre esa famosa guerra, lo visto aquí resulta demasiado “convencional”. Naves Daleks disparando contra el planeta y baterías laser antiaéreas contraatacando. Pero imagino que resultaba difícil trasladar a la pantalla de forma convincente conceptos como “The Nightmare Child” o «The Skaro Degradations” entre otros.
También es una pena que no hayan participado más personajes de la serie en este especial aniversario, pero viendo como este ha sabido a poco con el reducido reparto que ha tenido, me da a mí que para poder cumplir las expectativas de todos hubieran necesitado al menos tres especiales. También se ha echado mucho en falta la presencia de Christopher Eccleston en la historia, que su mosqueo con la serie le ha llevado a negarse incluso a realizar un pequeño cameo en su regeneración, pero teniendo a John Hurt a bordo de la Tardis no se le echa tanto en falta. Pero pese a las ausencias hemos podido ver de nuevo, aunque muy brevemente, a todos los Doctores del pasado y a uno o dos del futuro, y también hemos tenido un pequeño y entrañable cameo sorpresa con el que es difícil no emocionarse incluso aunque no hayamos visto del todo la serie clásica.
Pero cameos futuros y pasados de la serie aparte, para mí, y seguro que para muchos otros, lo más importante del especial ha sido poder ver de nuevo en su papel más famoso a David Tennant. Sí, me encanta Matt Smith, en los años que lleva interpretando al papel ha conseguido ganarme como espectador, y saber que solo le queda un especial mas antes de despedirse del papel me entristece muchísimo. Pero como se suele decir de esta serie, tu primer Doctor te marca mucho, y aunque lo primero que vi de la serie fue un episodio de Eccleston lo siguiente que hice fue saltar a Tennant y verme todas sus temporadas del tirón. Asi que verle de nuevo enfundado en su traje a rayas y utilizando su jerga rara y esos cacharros absurdos ha sido más que una gozada y dan ganas de tener una Tardis para viajar al futuro para ver si le recuperan en la celebración del 60º aniversario.
Mañana continuare con esta media semana de Doctor Who con un pequeño repaso a “An Adventure in Time and Space”, la película que ha dirigido Mark Gatiss y protagonizada por David Bradley en la que nos cuentan como hace medio siglo un productor de la BBC tuvo una idea descabellada que acabo convirtiéndose en una de las series de televisión más populares de la historia.