Marvel sigue queriendo exprimir todo lo posible la franquicia de los Vengadores y esta semana ha publicado el primer numero de un comic que tenía casi todas las papeletas para no gustarme, Mighty Avengers, rescatando el titulo de la serie que lanzo Bendis hace unos años. A este comic le encontraba unos cuantos problemas. Lo primero es que se trataba de una serie que comienza siendo un “tie-in” de Infinity, y entre lo poco que me gustan últimamente los grandes “crossovers” y lo poco que me está gustando Infinity en particular, no las tenía todas conmigo. El otro gran lastre de la serie es su dibujante, Greg Land, y a estas alturas ¿que puedo decir de el que no se haya dicho ya? Y por si esto fuera poco, el escritor de la serie Al Ewing, era un completo desconocido para mí. Pero había un pequeño elemento que hizo que se despertase mi interés por la serie, este nuevo grupo de Vengadores iba a estar liderados por Luke Cage, quien no ha tardado demasiado en salir de su retiro. Así que preparándome para lo peor y esperando lo mejor me leí este comic y ahí va lo que me he encontrado.
Al comienzo de la serie nos encontramos con que Luke ha montado de nuevo los Héroes de Alquiler junto a su esposa Jessica y un par de jóvenes héroes, la Tigre Blanco de Avengers Academy y el nuevo Powerman. Juntos se dedican a pequeños trabajos que poco tienen que ver con lo que hacia Luke en los Vengadores, como proteger contenedores en un muelle de villanos de tercera categoría. Pero que Superior Spider-Man (en realidad no es Peter Parker…) les considere simples mercenarios hace que Tigre Blanco, quien ya se sentía incomoda por esa línea de trabajo ya que ella lo que quiere es honrar el nombre de su tío (Hector Ayala, el Tigre Blanco original), abandone el grupo.
Pero ella no es la única que siente que no está haciendo lo suficiente. Para Luke ahora toda su vida gira en torno a su hija Danielle, y no le gusta el mundo en el que va a crecer, quiere cambiarlo a mejor, marcar la diferencia, hacer algo más que proteger mercancía como si fuesen simples guardias de seguridad. Pero el joven que ha adoptado su viejo nombre de batalla cree que con eso Luke lo que quiere es volver a los Vengadores a luchar contra marcianos y también se larga cabreado, diciendo que ya se montara su propio grupo (¿con casino y furcias?), uno que de verdad ayude a cambiar el mundo.
Mientras tanto y ajena a todo eso, nos encontramos con Mónica Rambeau, tambien conocida como Capitana Marvel, Photon, Pulsar y actualmente Spectrum, a la que hacia tiempo que no la veía en ningún comic (aunque lo de que vaya ya por su cuatro nombre en código parece cachondeo). Monica acaba de detener ella también a otro villano de tercera, Bluestreak (parece la semana de los saldos), y tras entregarle a las autoridades va a agradecerle a su sastre el nuevo traje que le ha hecho.
Pero en la tienda de su amigo, quien parece especializado en hacer trajes para superhéroes, se encuentra con un viejo conocido cuya identidad se nos oculta. Sabemos que es un hombre, musculoso, que por motivos por el momento desconocidos no puede hacer público que ha regresado a Estados Unidos y que no parece ajeno al mundo de los superhéroes. Y de momento, para ocultar su identidad, se pondrá una especie de parodia del traje de Spiderman sacada de la tienda. Sabiendo que uno de los miembros del grupo será Ronin no es difícil imaginar que este tipo será quien lleve en esta ocasión ese traje, tras llevarlo Echo y Clint Barton. ¿Y quién será en realidad este misterioso futuro Vengador? Mis apuestas van por uno de los siguientes: Caballero Negro, Paladín, el Capitán (Nextwave) o Triathlon.
Y mientras todos estos personajes están lidiando con sus asuntos personales, aparece una de esas amenazas que ninguno de ellos podría hacer frente por separado y que les obligara a unirse… Proxima Midnight, miembro de la Black Order de Thanos, ha aterrizado en Nueva York. Su misión consiste en destruir la ciudad para que el ataque que su compañero Ebony Maw está efectuando contra el Doctor Extraño pase desapercibido. Thanos y sus huestes consideran que no debería haber mucha oposición, ya que con el grueso del grupo en el espacio enfrentados contra los Builders no hay Vengadores en la tierra, pero Luke Cage no opina lo mismo…
Tengo que admitir que la serie ha empezado bastante mejor de lo que me esperaba, desde luego ha comenzado mejor que las series de Hickman o esa cosa espantosa de Avengers A.I. Aunque también es verdad que es pronto para juzgarla, habiéndose publicado tan solo un numero hasta la fecha y estando metidos de lleno en Infinity. Tendremos que esperar a que el crossover termine para que Al Ewing nos demuestre si de verdad tiene algo que contar con estos personajes y los que se unirán en próximos números. Y con suerte para cuando llegue ese momento nos habremos librado de Greg Land y estos Vengadores tendrán un dibujante de verdad, porque sinceramente, lo de este tipo ya no tiene nombre.
Por otro lado me ha encantando volver de nuevo a Luke Cage y a Mónica en los Vengadores, y la interacción de Superior Spider-Man con sus nuevos compañeros puede dar mucho juego, seguro que más que la prácticamente inexistente que ha tenido el personaje con sus compañeros en la serie de Hickman… El resto pues bueno, Powerman III y Tigre Blanco aun son un poco sosos, el Halcón sin el Capitán América no me acaba de funcionar, Hulka puede ser un personaje muy bueno si lo saben usar y Blue Marvel nunca fue más que el “Sentry negro” Así que a falta de ver quien se oculta tras la máscara de Ronin, imagino que el peso de la serie recaerá en los tres primeros.
Algo que me ha hecho gracia de este número, es ver cómo casi al mismo tiempo que estallaba la polémica sobre la boda truncada de Batwoman, en esta serie nos encontrábamos con que aún quedan cómics en los que no hay problemas en sacar a personajes felizmente casados. Luke Cage y Jessica Jones siguen juntos, con una hija que está dando sus primeros pasos y con un padre que justo antes de repeler un ataque alienígena recibe mensajes en su móvil recordándole que tiene que comprar leche. Parece que sí que se pueden hacer cómics con personajes casados que tienen una vida personal feliz.
Pero casi lo mejor del cómic ha sido leer la carta del final escrita por Al Ewing, un tipo que comenzó a leer los Vengadores en los tiempos de Roger Stern y que se pasa todo el rato llamando Capitana Marvel a Mónica Rambeau. Y que por si esto fuese poco, los Vengadores de Bendis no le gustaron de verdad hasta que Luke Cage comenzó a dirigir el grupo tras Civil War. Entre esto y descubrir que no ha salido de la nada, sino que ha salido de las páginas de 2000 A.D., donde escribía historias de Future Shocks y Judge Dredd, está claro que este tipo tiene que caerme bien a la fuerza.
Ahora lo que nos queda es esperar para ver si la serie sigue por este prometedor rumbo o si se acaba estrellando. Pero sobre todo lo que debemos esperar es a que Greg Land abandone la serie, y a ser posible la editorial, y le reemplace algún dibujante de verdad. ¿No está libre Kevin Maguire?