Si tras Iron Man 3 me había quedado encantado con el trabajo de Shane Black, tras ver Kiss Kiss, Bang Bang me he convertido en un rendido admirador suyo. Black, en su debut como director y acompañado de Robert Downey Jr, Val Kilmer y Michelle Monaghan, construyeron una de las comedias negras más divertidas e inteligentes que he visto en bastante tiempo y una de las películas con las que mejor me lo he pasado. De seguir con esta racha, a Shane Black le espera una gran carrera como director por delante, algo que al menos yo esperare con ganas.
Nada más comenzar la película nos encontramos con algo familiar si ya hemos visto Iron Man 3, la historia nos la esta narrando el personaje de Robert Downey Jr, igual esto acaba convirtiéndose en marca de la casa de Shane Black. El narrador resulta ser Harry Lockhart (Downey Jr) quien se encuentra en una fiesta en Los Ángeles en casa del productor cinematográfico Harlan Dexter (Corvina Versen). Harry nos cuenta a los espectadores como acabo allí, Harry es en realidad un ladrón de poca monta al que pillan tras intentar robar en una juguetería. Huyendo de la policía Harry acabara escondiéndose en el casting de una película, su improvisación dejara tan boquiabiertos a los del casting que enviaran a Harry a la Costa Oeste para conocer a los jefazos del estudio e iniciar el rodaje.
En dicha fiesta Harry se encontrara con un grupo de gente bastante peculiar, como a Perry van Shrike (Val Kilmer), más conocido como “Gay Perry”, un detective privado homosexual que trabaja como asesor para el estudio y que en teoría debería encargarse de prepararle para su papel. También allí se encontrara con Harmony Lane (Michelle Monaghan), una aspirante a actriz a la busca de una oportunidad para conseguir ese papel importante que hasta ahora la ha evadido. Juntos se verán implicados casi por accidente en una serie de acontecimientos que llevaran a Harry y a sus compañeros a verse implicados en una oscura conspiración criminal que no dejara títere con cabeza.
Como decía por ahí arriba esta película es una de las más divertidas que he visto en los últimos tiempos y en la que Black demuestra que siguen dándosele de miedo las “Buddy Movies” (Y me hace babear ante la idea de lo que podría ser un Powerman & Iron Fist escrita y dirigida por este hombre) Además encontramos diálogos inteligentes y divertidos, mucho humor negro, un montón de personajes a cada cual más interesante y alguna que otra referencia al mundo del cómic, del que Black parece ser bastante aficionado. Que no podemos olvidar que en Depredador tenía un pequeño papel y su personaje aparecía leyendo un cómic del Sargento Rock. Así es como en Kiss Kiss Bang Bang podemos encontrar desde tomos de Thor en las estanterías de Harlan Dexter a una escena casi profética en la que aparece un tipo borracho enfundado en una armadura… de que me sonara a mí eso…
Lo dicho, la forma de escribir y dirigir de Shane Black me tienen encantado y con ganas de ver nuevos trabajos suyo. La pena es que tras Iron Man 3 no parece que de momento vaya a dirigir más películas del universo cinematográfico de Marvel, pero al menos no sale del todo de las adaptaciones de héroes de papel al cine. Su próximo trabajo consistirá en dirigir una nueva adaptación al cine de Doc Savage, el héroe de los pulps. Visto lo visto solo puedo añadir que me muero de ganas de descubrir que será capaz de hacer Black con el Hombre de Bronce, eso y confiar en que le reserve a Downey Jr algún papelito en la cinta.