Las celebraciones a veces son complicadas y más cuando esta la familia de por medio, y si encima esa familia es la de la Visión y la Bruja Escarlata pues ya la tenemos liada. En la entrega anterior vimos como Wanda no había tenido una ocurrencia mejor que invitar a la celebración del día de acción de gracias a su padre, Magneto. Si, Magneto el supervillano, el terrorista, en la misma fiesta en la que hay varios miembros de los Vengadores y los Defensores ¿Una idea genial, no? Así que sigamos leyendo y descubramos como fue esa cena tan apasionante.
De entrada el pobre Magneto lo único que consigue es indiferencia, todos hacen como que no le ven mientras el resto de invitados siguen a su bola. Ahí tenemos al Capitán América que de pronto se da cuenta de que allí están, más o menos, el núcleo principal de los Invasores, ya que por aquel entonces se creía que Visión era la Antorcha Humana original (Y a veces lo es o a veces no) y junto con el Capitán y Namor fundaron el grupo. Todo esto es algo que interesa mucho a Visión que se ve que jamás había pensado en ello, de echo Namor tampoco lo había pensado… No era muy espabilado ninguno de los tres.
También tenemos a la madre de Simon Williams hablando con la Avispa sobre familias e hijos y preguntándole que si nunca ha sido madre, a lo que Jan le responde que no, pero que Hank una vez construyo un hijo… Si, se refiere a Ultron ¿Qué pasa en esta serie que todo el mundo considera a los seres artificiales sus parientes, locos homicidas incluidos? Y no muy lejos de allí tenemos en un rincón a Crystal hablando animadamente con Norm Webster mientras su esposo Pietro pasa de ella, ya que está demasiado ocupando mirando mal a su padre desde lejos ¿Y que está haciendo Magneto mientras tanto?
Pues Magneto ha terminado charlando sobre el clima con Glamour e Ilusión, si, es una situación triste. Tan desplazado se siente Magneto que no deja de pensar que mejor se hubiera quedado en casa, pero que los Nuevos Mutantes preferían pasar la fiesta con los críos de Power Pack y le dejaron tirado ellos también. Pobre Magneto, se ha convertido en el Calimero de la fiesta.
Y llega el plato principal, y con el toca sentarse a la mesa y claro, al tener tan cerca a Magneto todos se cagan mentalmente en el. Entre estos reproches no deja de ser curioso el de Namor, quejándose de cómo Magneto le engaño para que atacase a la Patrulla X, sobre todo cuando vemos que a día de hoy ambos son miembros de dicho grupo y están enfrentados con el Capitán América y los Vengadores. La de vueltas que da la vida.
Pero la cena termina y los invitados se van marchando uno a uno, todos menos Magneto, que antes de marcharse quiere hablar a solas con su hija. Le dice a Wanda que ha cambiado, que ya no es el hombre que era antes, y que quiere que ella le acepte como padre, a lo que Wanda le responde que no puede olvidar su tiempo juntos en la Hermandad de Mutantes Diabólicos y que no puede aceptarle ¿Entonces para qué coño le has invitado a la cena? Si ya, como si lo viera, problemas hormonales otra vez…
Así que Magneto viendo como está el panorama sale sin despedirse de nadie y se marcha volando, pero antes de alejarse demasiado ve algo que le hace retroceder y volver a la casa. Les pide a Visión y a Mercurio que le acompañen fuera, que tiene que enseñarles algo. Alguien planea atacar la casa y Magneto prefiere detener a los agresores sin que Wanda se entere de nada, ya que con su embarazo la tensión no es nada buena. ¿Pero quienes están a punto de atacar la casa? Pues nada más y nada menos que la hermandad de Mutantes Diabólicos original, incluyendo a los propios Magneto y Mercurio. Sí, todo es posible en esta serie.
Estos dobles parecen tan poderosos como los originales y la lucha entre la familia de Wanda y estos impostores es complicada. Como mucho consiguen mantenerse en tablas y para cuando sufren el ataque de Mente Maestra parece que la lucha está perdida para ellos, pero con lo que no contaban estos villanos es que la mente sintética de la Visión no se vería afectada por las ilusiones de Mente Maestra y ha visto algo que los demás no, así que agarra al Sapo por el cuello, se lo acerca a magneto y le pide que le deje inconsciente.
El plan de Visión ha funcionado al a perfección, una vez caído el Sapo los demás, que no eran más que robots, caen al suelo también. Visión les explica que todo debe ser producto de la tecnología que el Sapo le robo al Extraño hace años, lo de cómo un criminal de tercera como él fue capaz de robarle nada a un ser que esta a una escala cósmica que le coloca casi de tu a tú con seres como Galactus o los Vigilantes es algo que aun no me explico. Pero el Sapo aun no ha sido vencido, de la nada surge una nave espacial que le rodea con un campo de fuerza y le aleja de allí. Parece que la victoria esta en sus manos. ¿Podrán nuestros héroes derrotarle?
Pues sí, y de la forma más tonta, durante la batalla Mercurio había intercambiado uniformes a supervelocidad con su doble mecánico, así que cuando el sapo deja entrar a su hermandad en el campo de fuerza en realidad está dejando entrar al autentico Mercurio, quien le noquea de nuevo. Los buenos han vencido, los malos han sido derrotados, un final feliz. Pero magneto insiste en que no deben contarle nada de eso a Wanda, no quiere que ella piense que la ha protegido para ganarse su cariño… No, yo tampoco entiendo su lógica, pero a estas alturas de la serie ya no me entero de nada.
Así que Mercurio y Visión vuelven a la casa mientras Magneto se aleja volando y allí les espera Wanda con una sorpresa. Holly, la chica que fue poseída por el Demonio Druida, la misma que guardo durante años una sabana llena de mierda en la que se encontraban los restos de un libro diabólico, quiere que Wanda le enseñe brujería, ya que nunca se puede saber qué es lo que va a pasar… Mientras Mercurio y Visión comparten una mirada de complicidad como si se llevasen bien y todo…
¿Qué pasara la semana que viene? No tengo ni idea, pero tengo algo de miedo de descubrirlo, que de esta serie ya me espero cualquier cosa. Sea lo que sea lo que les depare el futuro a nuestra querida pareja ya lo descubriremos el próximo miércoles, hasta entonces.