Pues va el Profesor Xavier y se monta un burdel, prostíbulo. Porque claro, eso de que mutantes y humanos convivan en paz no funciona muy bien si lo intentas conseguir a hostias, porque te ven reventándole la cara al personal y se piensan que, coño, si le ha partido la cara a Magneto, lo mismo me parte la cara a mí. Y eso quieras que no a los pobres humanos nos acojona. Pero tela de acojonar, que como decía mi madre cara sólo tenemos una y es para toda la vida.
Lo peor es que tiene sentido. Durante años hemos leído a Xavier tratando de mediar, tratando de salvar a los pobres humanos que les odian y les temen, intentando evitar que Magneto masacre a pobres humanos y todas esas cosas que tantas viñetas han estado llenando los últimos 50 años hasta que hace poco a Cíclope le dio por montarse su propia Genosha y declararse Califa y Campeón del Colacao de todos los mutantes, pero absolutamente nada de eso ha servido nunca de nada.
Asi que ahora llega un nota con el RPGmaker y hace un videojuego en el que Xavier decide que, con lo buenas que estan las mutantas en general, toca prostituirlas, porque las meretrices de toda la vida la gustan a todo el mundo y socialmente siempre han estado muy bien aceptadas. Joder Charles, mira que las tonterías que lleva haciendo Cíclope de un tiempo a esta parte me parecen lamentables, pero la idea que se te ocurre en este juego… Jesús.
Tengo que admitir que hace ya bastante tiempo desde que oí hablar de este juego, pero la idea me pareció tan absurda que pasé del tema. Gran err… Bueno, no. No es un gran error, porque tampoco es que el juego sea ninguna maravilla. Si te lo tomas como un juego de humor te puedes reir bastante, pero eso de prostituir a Júbilo no deja de dejarte un poco de mal sabor de boca, sobre todo cuando el cliente que requiere sus servicios te dice que «le gustan jovencitas», con la peor cara de viejo rijoso que te puedas imaginar. Pero me estoy adelantando…
En el juego, eres Charles Xavier y ahora te dedicas a prostituir mujeres, los clientes van llegando a tu mansión/puticlub y según lo que te pidan tu les das unas u otras. Si has acertado, se la zumban y llenan tus arcas de dinero con el que puedes mejorar el equipamiento del brudel, comprarle más superheroinas a Mojo para prostituirlas (¡si te las vas a cargar, dámelas que las prostituyo!) y en general conseguir más estrellas en la Guía Michelín que lleva Kingpin de los putiferios más chic de EEUU. Una historia perfectamente lógica, te lo digo yo.
Pero al margen de tonterías, el juego es pura gestión, y aunque el programador del mismo no deja de jugar con nuestra tolerancia (no en vano el tío profesionalmente es psicólogo sexual o algo parecido) Marvel Brother funciona como un Theme Park o algo parecido. Pero con mutantas putas.
¿Que ocurre cuando un tipo hace un juego que nace de una proposición horrenda y acaba haciendo un juego entretenido, con sentido del humor y que acaba en una orgía para salvar al mundo de una invasión alienígena? Pues, aparte de que Marvel le casca una carta de cease & desist… No sé… Me cuesta decirlo, pero… Marvel Brothel me ha gustado.