La Inmaculada Concepción; ¿qué se puede decir de la Inmaculada Concepción? Pues que probablemente, el día en el que se inventó el género fantástico, fue con una Inmaculada Concepción.
La cosa va más o menos así: nuestro héroe es tan importante, que no puede tener un padre como todo el mundo. Su madre un dia se quedó embarazada sola y él vino al mundo, porque eso queda más místico y todo eso. Aunque eso en mi barrio se llama «te han hecho un bombo, hija», en el caso de la religión significa que Dios ha decidido spawnear en el utero de la «afortunada», sin que ella tenga mucha elección. Hago notar que en el caso de la Virgen María a la pobre la avisan después de hacerle la criatura y sólo le toca resignarse (y a San José le toca joderse) con lo que nuestro héroe sin nombre llega al mundo sin ser precisamente un bebé muy deseado (pero se le va a querer igual, vaya).
La «divinidad padre» suele llegar en forma de paloma, de toro violador o incluso de lluvia dorada (sí, así fue concebido el protagonista de Furia de Titanes, tocará preguntarle a Harry Hamlin y al Sam Worthington si interpretaron su personaje pensando en eso) con lo que el héroe ya adquiere el status de semidios. Durante siglos, los nobles romanos justificaban su poder diciéndose descendientes de un Dios o de un héroe mitológico, para que más tarde la nobleza «bárbara» justificara el suyo afirmando que descendían de patricios romanos; con lo que tenemos que la duquesa de alba es una diosa. Quien lo diría.
¡Que sí, que soy una diosa y mi hija también! ¡Destructores!
En fín, queda claro que lo de hacer que el protagonista de tu historia no tenga padre o que este sea un dios no es nada nuevo, y en el mundo moderno contar algo de ese palo suele ser sonrojante y provoca risas en los cines; la gente tiende a pensar mal. Por eso cuando a George Lucas se le ocurre decir que Anakin Skywalker es hijo «de los midiclorianos», el personal se partió la caja en el cine.
Y me direis, ¿a que viene todo esto? Fácil; hoy estaba jugando al Assassin’s Creed Brotherhood (no estoy de humor para jugar a Crysis 2) y estaba pensando en lo mucho que define en la ficción el hecho de decir que tu personaje tiene padre o no. En Dragon Age II, Hawke empieza el juego con su padre muerto, con lo que el protagonista se ve obligado a ejercer de padre para toda su familia. Es un tema bastante habitual para justificar que el protagonista haga muchas de las cosas que hace; en la Scarface de DePalma Tony Montana se convierte en narcotraficante para «dejar bien» a su familia, aunque su madre le tire el dinero a la cara y no quiera ni verlo. Sin embargo, cuando escribes una historia de protagonista sin madre, el rollo es totalmente distinto. El personaje tiende a andar huérfano por la historia, mientras su padre se culpa de la muerte de la madre o directamente se convierte en un mal ejemplo para su hijo y se da a la mala vida.
Con lo cual aquí tenemos otro escollo para la igualdad de ambos sexos, y uno bien gordo: culturalmente, seguimos atribuyendo unas características a la madre y otras al padre, y armamos nuestras historias en base a eso. Es una diferencia pequeña que lo mismo ni habíamos notado hasta ahora, pero en un mundo de matrimonios gays, ¿que cuernos hacemos todavía hablando de padres atormentados e hijos de que hacen el papel de cabeza de familia? ¿Que cojones es eso de «el cabeza de familia»?
Hrmm. Me ha quedado un texto un poco raro. Pero supongo que, después de esto y las demás gilipolleces que le hemos dejado pasar a otros posteadores de Brainstomping, sabréis perdonarmelo.