Miramos al mundo esperando que llegue el amor de nuestra vida, y no llega. Historias como Ally McBeal o Bridget Jones nos han enseñado que no conviene esperar a estas mierdas, porque al final la vida no funciona como en las películas, y nuestra princesa de cuento no va a ser una morena con ojos de muñeco de ventrilocuo (sí, hablo de Anne Hathaway).
¿Que a qué viene toda esta ñoñería? Os he hablado alguna vez de Dani, nuestro amigo el bombero de 42 años que a lo largo del último año ha estado apareciendo en todos los anuncios de contactos. Dani si cree en el amor (o en pillar de una vez, puñetas) y para ello, según descubrimos en nuestro último post del tema, ha llegado a crear una empresa de contactos para aparecer en todos sus banners y poder, al fín, encontrar al amor de su vida.
Hasta hoy:
Si amigos, Dani no aparece por ningún lado. Parece que, al fín, nuestro amigo Daniel ha conseguido pillar o se ha rendido de una vez por todas, ha vendido la empresa y se ha ido de putas. Preferimos pensar que, en efecto, Dani ha conseguido su sueño dorado y podrá compartir la fortuna amasada con webs de contactos con su ángel particular.
Asi que una vez Dani ya ha cumplido su sueño, ¿que nos queda? La verdad es que no lo sé. Banners como este de aquí arriba nos han dejado claro que este tipo de anuncios son una auténtica mina, porque ya desde entrada te dicen «busca amigos» y en la parte superior del banner te hablan de buscar «tu media naranja». Pero sólo para ser amigos, ¿eh?
Aun así, lo que creo que deberíamos hacer es presentar a los del banner de arriba a las del banner de abajo. Más que anda para que se hagan amigos y lo que surja, que como todos son más o menos de la misma edad…
¡Te echaremos de menos, fucker!
Sin embargo, hay que decir que al cierre de este artículo nos ha llegado una noticia desoladora. Resulta que nuestro equipo de investigación (que como los de Buenafuente esta formado por un mapache pistojo y una señora del inserso jugando al World of Warcraft) ha descubierto que Dani… Puede que no sea quien dice ser. Puede que no sea siquiera un ser vivo. No estoy diciendo que no sea real, que sea un skrull, o que sea un fantasma. No. Lo que digo es que Dani es… Una foto sacada de un banco de imágenes. Sí.
El verdadero Dani es un modelo, y seguramente no busque novia. O novio. Seguramente tiene ya su pareja y no ha cogido una manguera de bombero en su vida (o sí, vete a saber). La cuestión es que, rayos, ¡estos anuncios nos engañan! ¿Será posible que a estas alturas la publicidad nos engañe?