Aunque hay que admitir que la Playstation está llena de ídolos mierda, de niños emo jpop y todo eso. Desde los protagonistas de los Final Fantasy a Devil May Cry, en las consolas de Sony/Xbox esta todo plagado de personajes diseñados exprofeso para hacer comulgar con ruedas de molino a la audiencia. ¿Queréis pruebas? Empecemos por el que probablemente sea más famoso: Raiden.
Raiden es, como diría Pérez Reverte, un perfecto mierda. Desde el momento en el que nos ponemos a jugar y nos encontramos que de sopetón, en el segundo capítulo, es el protagonista, se te queda cara de gilipollas. Porque en el juego ocurre de repente, porque toda la publicidad decía que el juego estaba protagonizado por Solid Snake, una suerte de arquetipo basado en los Nick Furia, John McClaine o Snake Plissken que tan bien sientan en occidente y que tan necesarios son en las taquillas de cine para salvar el mundo. Con lo que a Metal Gear Solid 2 se le podría haber denunciado por publicidad engañosa, la portada y la intro hablan de un juego de Snake, y te dan un juego de… De Raiden.
Y digo yo, ¿quién es Raiden? Raiden es un chaval novato, nacido en Liberia, que trabaja (o eso cree) para el gobierno de EEUU. No es mala idea cambiar el protagonista, dado que en cada juego tienes que hacer un tutorial sobre en que han cambiado los controles, movimiento del personaje y cosas así que cada vez es más dificil colar dentro de la historia del juego sin que cante un poco. Vale, nos creeremos que hace falta jugar con un personaje novato. La siguiente justificación, según Kojima, es que algunos lectores le habían dicho que no podían empatizar con un viejo soldado como Snake, y que querían un protagonista más joven. Esto, que a cualquier persona con criterio se la traería al pairo ( la primera parte rompió records de ventas en Playstation) a Kojima le llegó, y decidió crear a la versión drag queen de Snake, un niño emo y llorón total y absolutamente plano, soso y sin interés que se pasaba el día aguantando por la radio del juego al coronel Truman y a la pesada (pero pesada PESADA PESADA) de su novia. ¿Que más puedo decir? Que el juego no aportó nada nuevo, que aun así todo el mundo lo compró, que tiene un final más confuso que Monkey Island 2 y que fue el fin de Metal Gear como un «vehículo de historias».
Y no es que Raiden fuera más Mary Sue que el propio Snake (que, admitamoslo, siempre lo ha sido), lo que ocurre es que Raiden nos hizo un Kyle Rayner. Dentro del propio juego Snake aparece como secundario, y aunque en un principio esta algo enigmatico/reticente con el chaval, acaba adorándolo con pasión y dejando que el muchacho salve el día.
Ya en Metal Gear 4, Snake vuelve a ser el protagonista, pero Kojima parece que le ha cogido cariño a Raiden y lo transforma en un trasunto del personaje «más molón» del primer Metal Gear, el «ninja» (no diré su verdadero nombre, no sea que me acusen de reventar juegos). Para entendernos, es como si George Lucas hubiera dicho que JarJar Binks se convertía en el nuevo Darth Vader. El público parece tragar con ello (o eso parece creer Konami) y el siguiente Metal Gear, Rising, estará protagonizado por Raiden.
Y saldrá en PC, con lo que llegamos a la razón de ser del artículo: 8 años sin salir un Metal Gear en PC, 8 años desde la puta estafa de Metal Gear Solid 2 con el puto Raiden, ¿y van y me sacan justo el juego en el que vuelve a ser protagonista el niño tontolapolla este? ¿Alguien me dice por qué no debo seguir poniendo a caer de un burro a los usuarios de consola, que ni siquiera son capaces de mantener a su personaje favorito como protagonista de sus propios juegos?
Pero bueno, he procurado evitarlo durante todo el post, pero por si no lo conociaís, este es Raiden: