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Bart Sears enmendándole la plana a Keith Giffen: Wizard, The Guide to Comics #4 (II)

El número 4 de Wizard empieza con un editorial de Gareb quejándose de haber tenido que hablar con abogados, que vete tú a saber a santo de qué tenía que hablar con ellos, pero el muy canalla no suelta prenda… ¡Cuando éso es lo que realmente es noticia, y no que quiere ver la peli nueva de Star Trek! Que para colmo de males está hablando de Star Trek VI, que no es el horror de la V, pero la recuerdo bastante sosilla para ser la última historia de la tripulación clásica del Enterprise. Ah, y sujetadme esta portada de Vanity Fair, luego os lo explico:

Demi Moore en aquel momento era muy famosa, había hecho Ghost con Patrick Swayze y estaba por todas partes.

Lo siguiente que hace el bueno de Gareb es decirnos que ya es oficial, ya es más fan de Senfield que de Parker Lewis nunca pierde… ¿Y A MI QUE ME IMPORTA SEÑOR? ¡SUÉLTEME EL BRAZO, HÁBLEME DE TEBEOS! Y acto seguido pues sí, habla de tebeos. De la portada del número 34 de Hulka, que dice que está enamorado y pregunta dónde puede encontrar una chica como esa, «el color es opcional». Y, bueno, ésto es curioso, porque lo que hizo Byrne en esa portada era parodiar la portada para Vanity Fair que hizo Demi Moore durante su embarazo. La intención de Moore era, más allá de hacerse publicidad, era la de visibilizar el cuerpo de la mujer durante el embarazo y desestigmatizarlo, cosa que no sé si consiguió, pero quiero pensar que hoy en día hay menos tabú al respecto y somos mejor sociedad. Pero vamos, que en lo que a Byrne incumbe, su chiste fue sustituir el bombo por un balón de playa y lo único que vió Gareb es HUBBA HUBBA y bueno, pues como que ya lo conocemos y no le pidamos más. Termina la columna recordando a la recientemente fallecida Carol Kalish, una de esas figuras importantísimas en la historia de Marvel que se movió principalmente entre bambalinas y que influyó hasta más de lo que nos imaginamos. No me extrañaría a mi que no fuera una de las fuerzas principales para la creación de Factor X, no tengo pruebas pero no muchas dudas…

Byrne, el humorista. No acabo de verle el chiste pero vale, que sí, jaja la actualidad.

Lo siguiente que tenemos es una entrevista a Bart Sears, que por aquel entonces andaba dibujando una historia de Legends of the Dark Knight -la antología de Batman aquella en la que iban contando historias cortas del «pasado» de Batman- tras haber trabajado en La Liga de la Justicia Europa, su obra por la que probablemente sea más recordado que no sea de Valiant; aunque desengañémonos, ha leído bastante más gente la LJE que el X-O Manowar ese. Sears cuenta que estudió en la escuela de Kubert pero que acabó dibujando por ordenador, llegando a Marvel casi de rebote y terminando en Hasbro diseñando los juguetes de C.O.P.S., la serie es de dibujos que daba Miliki sobre de policías cibernéticos que casi parecía una pesadilla de Pat Mills. Curiosamente Sears había dibujado unas cuantas portadas de la edición de Quality de Juez Dredd, y éso es lo que les enseñó a Andy Helfer y Doug Moench cuando fueron a Hasbro para hacer el cómic de los susodichos muñecos, con lo que quedaron tan contentos con Sears que le dieron el trabajo de dibujar el cómic… Tras lo que Sears dejó la seguridad de su trabajo en Hasbro para convertirse en dibujante de tebeos en un momento en el que lo segundo cundía más que lo primero (recordemos, había una burbuja muy muy gorda).

Ojo que su trabajo en Faith era bastante mejor que el de Eclipso, todo hay que decirlo.

Sears habla de que en JLE a veces se sentía saturado por la cantidad de diálogo, pero que aun así JLE era más equilibrada en eso que JLA… Y que disfrutó de ese trabajo » ratos», porque había retrasos con los guiones y siempre tenía la sensación de ir tarde. Que la JLE le gustaba, pero que nunca había estado en Europa y que no sabía como era, no tenía apenas referencias. Comenta que tras Batman volverá a colaborar con Keith Giffen en dos especiales de Eclipso, pero que, a pesar de que el propio Giffen está haciendo la composición de viñetas y el abocetado, él no piensa seguirlo y se lo va a dejar claro en la comida que tienen la semana que viene (que huevos). Que no va a hacer lo que hizo en JLE, que siguió su trabajo, que ahora quiere desplegar las alas, hacer algo distinto. Y oye, la cosa debió de funcionar, porque Sears se encargaría también de la serie regular del personaje, con su horrible estilo plagado de rayitas y atroz composición de página que hace ilegibles aquellos tebeos. Buen trabajo chaval, ¡y pensar que hay gente que echa de menos los 90!

Digo yo que Giffen lo habría hecho mejor. Digo yo.

Y por fin llegamos a la chicha, a la entrevista a Denny O’Neil. En aquel momento llevaba ya cinco años como editor todopoderoso de Batman y ya era una auténtica autoridad en el personaje después de redefinirlo a principios de los 70, pero lo curioso de todo esto es que O’Neil empezaba la entrevista dejando claro que Batman en aquel momento era el mismo personaje que cuando él lo escribía, solo limitaciones externas. Que el personaje tal vez fue más luminoso sin él, pero que también tuvo etapas en las que fue todo lo contrario y en las que a Batman se le arrebató su humanidad, quitándole el interés al personaje y convirtiéndolo en un psicópata. «…tengo alguna idea de lo que son los héroes y la gente loca no son héroes. Un héroe tiene que tener algún control sobre su propio destino».

Hay que reconocer que la maquetación de esta página es sorprendentemente legible.

Visto en retrospectiva y tras el Arkham Asylum de Morrison y el trabajo de Miller en el personaje, hay que entender que por la época y a la sombra de la película de Tim Burton, se había extendido bastante entre los lectores la idea de que Batman estaba loco, que era un personaje plano que solo buscaba «venganza». O’Neil combate esa idea, diciendo que Bruce Wayne intenta hacer bien a la sociedad, cosa que queda bastante claro en los cómics de Alan Grant que se estaban publicando en aquel momento. «Todos tenemos algo que da sentido a nuestra vida; para la mayor parte de la gente es la familia, para otros su trabajo. La mayor parte de la gente ni siquiera piensa en eso, aceptan lo que les ha tocado: La familia es lo que da sentido a tu vida y éso siempre ha sido así. Batman sabe que está inmerso en una obsesión y elige que ése sea el principio que gobierna su vida, porque no se le ocurre nada mejor. Como mínimo, es una obsesión socialmente útil». Sin embargo, admite también que en aquel momento en la serie se estaba viendo muy poco de Bruce Wayne y absolutamente todo de Batman y que, aunque él considera que Bruce Wayne murió con sus padres y ahora solo queda Batman, el personaje si que necesita algo de «romance» y que piensa sugerírselo a sus guionistas en su próxima reunión en Londres. Y sí, esos guionistas principalmente eran Peter Milligan y Alan Grant, que tras la marcha de Wagner era el que mandaba en el personaje, pero pronto se le unirían otros nombres como el veterano Doug Moench o Chuck Dixon.

 

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