El avance del Manga BL en España sigue imparable, y a estas alturas me atrevería a decir que no hay ninguna editorial de por aquí que no tenga algún título que otro de estos en su catálogo, y una de las últimas en abrazar esta tendencia ha sido Tsubaki Comics (sello editorial de Dolmen) quienes comenzaron a publicar BL a finales del año pasado con el título que hoy nos ocupa, el Happy Birthday de YMZ. Una tierna comedia romántica en la que la amistad tiene más peso que el romance y que posee algunas características que la alejan un tanto de lo que solemos encontrar en estos títulos.
Sakuto, Kôsuke y Yûtarô son tres viejos amigos de la universidad que han mantenido el contacto a través de los años y que tratan de quedar juntos a tomar algo a menudo para mantenerse al día y apoyarse mutuamente en las dificultades del día a día. Y un tema que surge a menudo en sus conversaciones es el del amor, o más bien el desamor, ya que ninguno de los tres es especialmente afortunado en ese terreno, teniendo que enfrentarse cada uno de ellos a situaciones que, pese a las diferencias entre ellos, no son tan diferentes.
Sí, Happy Birthday es costumbrismo puro y duro, con pinceladas de romance y comedia y un poquito de drama, pero es lisa y llanamente la relación de tres amigos que tratan de encauzar sus respectivas vidas y ayudarse mutuamente, pese a que ocasionalmente, y aunque se conocen desde hace mucho tiempo, también surgen roces y discusiones de los que pueden solucionarse siendo un poco directos y honestos, ni más ni menos. Y eso para mí es la mayor virtud de este BL, es lo que es y no pretende ser nada más, pequeñas historias cotidianas en las que no hay ningún drama importante, algo que sé que a mucha gente echará para atrás, pero a mí es lo que más me atrajo del mismo.
En ese terreno la mangaka conocida como YMZ se desenvuelve bastante bien para ser esta una de sus primeras obras, habiendo debutado en el 2013 con “Sayonara, Heron” y siendo este Happy Birthday su tercer manga, publicado en 2014 en las páginas de la revista Canna, que parece ser una de las principales fuentes del BL que se publica en nuestro país. Y así, pese a ser esta una de sus primeras obras y el tratar unos temas tan convencionales y casi podríamos decir que manidos, consigue que la historia fluya, que nos sumerjamos en esta cotidianidad de sus protagonistas, en sus problemas, sus alegrías e incluso en esos intentos de ayudarse unos a otros que no siempre salen como esperan.
Pero pese a que en la superficie parece un BL genérico más de los que abundan por ahí, este Happy Birthday se sale de la norma en unos cuantos aspectos bastante curiosos. De entrada, tenemos un reparto de protagonistas algo más diverso de lo habitual, Yûtarô, que es hetero, Kôsuke, que es gay, y Sakuto, que está descubriendo que es bisexual, características que hacen que sus dificultades en el amor a veces sean un tanto diferentes. Otro aspecto curioso es que, mientras que en la mayoría de los BL el protagonismo recae sobre la pareja o parejas en cuestión, aquí son estos tres amigos los protagonistas absolutos de la obra, siendo sus aspirantes a pareja secundarios que orbitan en torno a ellos. Y el tercer elemento que hace de este BL algo atípico es que no nos encontramos aquí ninguna resolución definitiva, lo que no quiere decir que estemos ante una obra que dé la impresión de estar inacabada, sino que simplemente nos muestra unos capítulos en las vidas de estos tres amigos que siguen aprendiendo a vivir sus vidas.
Un aprendizaje en el que juegan un papel importante las diferentes sexualidades de estos. No es raro encontrarnos con BLs en los que sus protagonistas vivan en mundos ideales en los que la gente simplemente se enamora sin importar de quién, aunque cada vez es más habitual que se busque ambientar las historias en mundos más cercanos al real, generalmente para aportar un poco de drama a la historia con los prejuicios que tienen que enfrentar los personajes. Pero aquí YMZ no busca ir en esa dirección, simplemente parece buscar darle algo más de autenticidad a la historia mostrándonos las diferencias existentes entre sus protagonistas a la hora de relacionarse con el romance. Kôsuke se nos muestra como alguien un tanto cerrado al amor, con ciertas dificultades para encontrar pareja debido a lo reducida de la comunidad gay, algo distanciado de su familia tras salir del armario. Yûtarô, por su parte, no tiene ningún problema para encajar en la sociedad y aunque bienintencionado a veces le cuesta ponerse en la piel de su amigo para comprender sus dificultades, mientras que Kôsuke se enfrenta a la sorpresa de darse cuenta de que sus sentimientos por un compañero de trabajo no son precisamente de admiración y que no es tan hetero como él creía.
Pero donde más se aprecia esa inexperiencia de YMZ de la que hablaba más arriba, que estaba algo verde por aquel entonces, es en el dibujo. Hay momentos en los que los personajes parecen apenas abocetados, en los que las proporciones de estos se le van de las manos y ocasiones donde se nota que lo de dibujarles de perfil aún le costaba, pero pese a ello aquí ya mostraba promesa. A lo largo de este manga podemos apreciar cómo la parte narrativa ya la manejaba con bastante soltura, consiguiendo que la historia fluya sin complicaciones, que pese a sus limitaciones con la fisonomía de sus personajes, conseguía dotar a estos de una gran expresividad y que estos se mueven por escenarios a menudo muy detallados que hacen que el mundo en el que estos habitan parezca realmente vivo. Por todo ello espero que podamos ver por aquí su última obra por el momento, Blue Moment (2021), para poder apreciar su evolución como mangaka, sin menospreciar estos humildes comienzos.
Por ello este Happy Birthday no ha sido un mal debut del BL para la línea Tsubaki de Dolmen, ya que aunque se trata de una obra primeriza, es un manga muy tierno que encantará a quienes disfruten del romance y el costumbrismo y busquen una historia sin grandes dramas con la que pasar un buen rato. Una línea que espero que en este 2024 del que ya hemos pasado el ecuador siga engrosándose con otros BLs que se sumen a este, a Spring is in the Air y a La agencia de detectives y sus mascotas, y que este tipo de mangas siga gozando de tan buena salud como hasta ahora.