Como todos los años, las distintas editoriales de cómics estadounidenses han publicado sus especiales para celebrar el mes del Orgullo. Unas celebraciones que, como ya hemos comentado algún que otro año, suelen ser más que nada un lavado de cara descarado con un nivel de calidad un tanto irregular siendo generosos. Pero este año Marvel ha incluido un elemento en su especial, uno centrado en la boda de Mística y Destino, que ha sido poco menos que pegarse un tiro en el pie, poniendo el foco inadvertidamente sobre sus carencias de una forma tan directa que no sé cómo alguien aprobó que el cómic se publicase de esta manera.
Que todas estas celebraciones de las grandes corporaciones no son más que publicidad puntual más o menos descarada lo sabemos de sobras, pero me da la sensación de que antes se esforzaban más por disimular, algo que en el caso de Marvel este año ha sido un poco más triste de lo habitual. Para empezar, alguien tuvo la peculiar y cuestionable idea de que en esta ocasión las habituales portadas variantes debían ir sobre los “Aliados”, personajes heterosexuales que apoyan a sus camaradas LGBTQIA+ y para lo cual han realizado una serie de emparejamientos que en su mayor parte no tienen ni pies ni cabeza. Así nos encontramos a Spiderman junto a Estrella del Norte, Daredevil y Rachel Grey o el Capitán América con América Chávez, o Rūna la Valquiria con la Gata Negra y Mary Jane entre otros. Personajes que en muchos casos ni me suena que hayan intercambiado alguna palabra alguna vez, y aunque sí que hay algunos emparejamientos más lógicos como Thor y Hércules o Hulkling y Hulk, da la impresión de que en la mayoría de los casos han seleccionado al azar quiénes debían salir en cada portada.
Pero la parte importante de la celebración es ese especial anual de Marvel Voices Pride, el que suele ser el único cómic donde uno puede encontrar a la mayor parte de estos personajes que el resto del año están desaparecidos en combate. Un especial que, como señalaba al comienzo, este año han querido centrar en la boda de Mística y Destino, una boda de la que no me puedo resistir a comentar un pequeño elemento que, aunque no tiene que ver con el contenido del artículo, no me resisto a comentarlo. Sabemos que estos especiales a menudo se mueven en una continuidad difusa, que no hay que tomarse muy en serio lo que sucede en sus páginas y es casi mejor verlos como una especie de What If? festivo.
Aunque, incluso teniendo todo eso en cuenta, no puedo evitar sentir que no tiene sentido alguno la idea de que a la boda de estas dos mujeres, que la mayor parte de su existencia han sido villanas, hayan asistido como invitados los Vengadores y los 4 Fantásticos, quienes no asomaron por las bodas de Jean Grey y Cíclope o por la de Estrella del Norte, pero han sentido que a la de estas dos villanas sí que debían acudir. Creo que no me encontraba a personajes más fuera de lugar desde aquella historia sobre el derrumbe de las Torres Gemelas en la que salía el Doctor Muerte llorando por las víctimas.
En cuanto al especial en sí, es lo habitual en estos casos: un puñado de historias cortas, unas mejores y otras peores, pero que al girar todas en torno a la boda en cuestión se centran solamente en los personajes LGBTQIA+ de la órbita mutante, dejando fuera al resto del Universo Marvel. Personajes que en la mayoría de los casos tendrán que esperar hasta el especial del año que viene o a alguna de esas miniseries digitales del Marvel Unlimited que suelen estar hechas con más buenas intenciones que calidad y de las que nadie se suele acordar. A lo que hay que añadir dos historias ya publicadas y rescatadas para la ocasión, una del Hombre de Hielo precisamente salida del Marvel Unlimited y una protagonizada por Mística cumpliendo la última voluntad de Destino que apareció en el anual de 1991 de Factor-X y que ocupan una cuarta parte del especial.
Pero el remate de todo esto, lo que me ha motivado a escribir este artículo, es una lista de lecturas recomendadas que aparece hacia el final del especial, que además de promocionar el servicio de Marvel Unlimited con la promesa de poder leer más cómics en esta línea y protagonizados por personajes como Web-Weaver o el nuevo Kid Juggernaut, incluye una pequeña lista de títulos que la propia editorial define como “LGBTQIA+ Led titles”, cómics con protagonistas LGBTQIA+. Una lista que parece que han rociado con partículas Pym ya que es tan reducida que se limita a solo tres títulos: la miniserie de Jackpot y la Gata Negra ya que Felicia es bisexual, la próxima a publicarse NYX en la que, entre otros personajes, aparecen Prodigy, que es bisexual, y Anole, que es gay y… ¿Immortal Thor? Que, a no ser que Al Ewing nos vaya a dar una gran sorpresa, supongo que se refieren a que Loki sale de vez en cuando y a que Angela se va a unir al reparto habitual de la serie.
Y resulta tristísimo que una editorial que cuenta con tantos personajes que pertenecen a esta comunidad los tenga tan dejados de lado que, para elaborar esta lista, no hayan podido incluir más que tres títulos, y peor aún que en uno de ellos el protagonista sea un tío hetero. Para algo así hubiese sido mejor no incluir listado alguno, pero en su afán por mostrar como si publican cómics con personajes LGBTQIA+ lo único que han conseguido es señalar de forma inequívoca sus carencias en este aspecto. Que hablamos de una editorial que, a rebufo de Blood Hunt, han sacado este mismo mes miniseries de Union Jack y los Hijos de la Medianoche, entre otras muchas miniseries y especiales, que van a darle una serie a Dazzler, que van a sacar en un par de meses Annihilation 2099 y que han sido capaces incluso de darle un cómic al nuevo Hellverine ¡HELLVERINE!.
Si pueden sacar títulos así, podrían probar igualmente a sacar a lo largo del año alguna que otra miniserie o especial a estos personajes o que aparezcan en alguna de las series de grupos, aunque esto es algo que parece que en la nueva era de los Mutantes se va a corregir un tanto. Porque al final la idea que transmite la editorial es que nada de esto les importa, que sacan este especial porque todas las empresas hacen algo por el mes del orgullo y quieren llenar el cupo. Y aunque sabemos de sobras que tristemente es así, que a las compañías lo único que les importa es ganar pasta y punto, quienes no están en las cúpulas directivas, toda esa parte de la editorial que decide a qué títulos dar luz verde podría esforzarse un poco más, que no sea necesario esperar a que llegue algún equipo creativo que pertenezca al colectivo para que luche por rescatar a estos personajes que volverán al olvido cuando la serie cambie de rumbo.
Y por esta hipocresía tan descarada he roto mi regla de no hablar de cosas que no me han gustado, aunque en este caso en concreto no tengo nada en contra del especial en sí, que ha contado con alguna historia divertida que otra, sino con las carencias de Marvel presumiendo de hacer lo mínimo posible. Una situación que probablemente no cambiará hasta que se jubilen unas cuantas personas en la editorial y entre sangre nueva con ideas más modernas y menos miedo a arriesgar, pero tocará esperar un poco a ver si algo así acaba sucediendo.