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Viajemos en el tiempo: Wizard, The Guide to Comics #1 (I)

Hoy vamos a hacer algo distinto, vamos a releer una revista supuestamente sobre cómics de hace 33 años y vamos a repasarla un poco. Bienvenidos a una época de pesadilla y a la bestia que se creó en mitad de una vorágine de destrucción, bienvenidos a 1991 y al primer número de Wizard: The Guide to Comics.

¡UN ESPANTAJO ES LO QUE ES!

Lo primero que llama la atención es la portada con un Spiderman de Todd McFarlane -porque sí, en aquel momento McFarlane todavía estaba en Spiderman, aunque seguramente para cuando se publicó la revista en septiembre de 1991 la decisión de crear Image ya estaba tomada. La portada es un horror como todo lo que hacia el bueno de Mac en la época, con esa cadera imposible y ese escordo de piernas que… Bueno, que a esta gente le daba igual todo ya lo sabíamos, así que no me repetiré. Solo diré que bueno, tiene gracia que el BOE de la especulación arranque diciendo que es un «collector’s edition», cuando en ese momento es poco más que un fanzine que se distribuye en librerías como tantos. Pero vamos, sobre Gareb ya hablamos en otro post, así que aquí me ceñíré a otras cosas… Como la forma en la que el bueno de Gareb presenta su nueva revista, diciendo que en ese momento la información sobre cómics está muy dispersa y que ellos lo van a meter todo en la Wizard, tanto las entrevistas, las previews, dibujos originales y mucho más. Y un listado de precios de cómics viejos muy gordos, pero creo que todo eso junto ya lo tenía el Comics Buyer’s Guide y para colmo de males era semanal y tenía una columna de Peter David.

Parece un anuncio de «arregle su vida sexual invirtiendo en bonos del tesoro de Uganda».

La primera columna que vemos es una de un tal Pat O’Neil que se pregunta qué es lo que hacía un editor en 1991, porque en una entrevista en la propia revista McFarlane comenta que muchas veces el editor no ve sus numeros de Spider-Man (la serie que escribia y dibujaba el solito, sí) hasta que las tintas están terminadas… Lo cual no quiere decir que el editor sea un operario de una cadena de montaje como dice el caballero este, si no que en 1991 a McFarlane no le tosía nadie porque todo lo que hacía imprimía dinero. Si McFarlane hubiera puesto a Spiderman sodomizado por un mamut, seguramente habría dicho algo, pero mientras tanto pue Junto a esta página tenemos una de «preguntas y respuestas» que denuncia la horrenda moda capilar de principios de los 90 y un exceso de bigotes -yo viví aquellos tiempo, ¡no había tantos!- mientras los «lectores» preguntan cosas como ¿qué significan las iniciales DC? ¿Va a ser Cletus Kasady el nuevo Venom? ¿Habrá una película de Alien VS Predator? Lo curioso de esta pregunta es que responden que no parece que la vaya a hacer, porque los dos monstruos son personajes licenciados por separado, y el papeleo consiguiente hacen que el proyecto sea imposible. Y no tienes más que mirar los tebeos de Dark Horse de la época para darte cuenta de que los dos pertenecían a la Fox y precisamente por eso se podían hacer esos crossovers, que mira que podían haberlo dicho con Robocop o con Terminator, pero justo aciertan con el crossover más fácil de todos y que, para colmo, luego nos cascó dos películas enteras. Que narices, ¡en Predator 2 ya salía una calavera de Alien!

Se pasaba más tiempo firmando que dibujando, te lo digo yo.

Y lo siguiente que tenemos es una entrevista a Todd McFarlane, que le rompe el corazón a todo el mundo diciendo que para él dibujar Spiderman «es otro trabajo». Sigue la entrevista diciendo que solo dejaría Spiderman «por una bronca con alguien de la oficina o por aburrimiento de dibujar siempre lo mismo», y contando lo que deciamos más arriba de que a veces «se olvida de enviarle el argumento al editor» y que no pasa nada. Pero claro, a la vez reconoce que no ha escrito ningún guión, por lo que ni siquiera les da una sinopsis y a lo más que ha llegado es a darles un par de párrafos por utilizar a una estrella invitada. Que ya no le hace falta abocetar ni nada, que lo plasma directamente en la página y hala, que así le sale; si lo piensas la cosa tiene lógica cuando más adelante habla sobre que la mayor parte de lo que dibuja va por entintado directo, y que «no hay chatarra incorrecta, no hay monstruos incorrectos porque no hay nada igual en la vida real» y el clásico «mientras tenga a Spiderman en la pose correcta y con un plano saltando hacia el lector en una splash page, da igual todo lo que haya tras el.» Finaliza avisando que, si deja esto de trabajar mes a mes, lo más seguro es que se vuelque en «proyectos especiales» y que, luego en un futuro y si decide volver a una serie mensual, lo hará autopublicándose. Y ésto lo debieron de leer Rob Liefeld o cierto propietario de Malibú Comics…

Sí, Peter Parker seguía en la universidad, ¡para que luego digan que el personaje no cambia!

La siguiente sección de la revista es «una breve historia de Spiderman», mostrándote algunos de sus «villanos más viles» o «las hembras favoritas de Peter». El texto principal pues eso, te cuentan la historia del personaje por encima y detallan que Mary Jane llevaba un traje de boda diseñado por Will Smith, que no creo que sea el mismo Will Smith amigo de Pablo Motos si no un señor importante del mundo del corte y confección. Supongo.

«Como es edgy seguro que se vende». Y tristemente en aquel momento era verdad…

Pasamos a la sección favorita de los especuladores, «Wizard’s Comic Watch» en la que nos repasan un par de cómics baratos que van a subir de precio en breve, siendo el primero el número 3 de The Omega Men con la primera aparición de Lobo y el segundo el número 24 de Factor X, con la primera aparición de El Ángel como Muerte, el jinete de Apocalipsis. Hablan del pobre Warren como un personaje «B» que ahora fijo que es uno de los personajes más «hot» de los 90. Pues… Va a ser que no, ¿eh? Que al final resulta que hasta que no lo pilló Remender unos años después no se hizo casi nada con el personaje, y no, no me vale ni su relación con Mariposa Mental ni el She Lies With Angels de Chuck Austen…

Oooooh, coloooooores…

En la siguiente página tenemos un artículo sobre el nuevo «coloreado informático» que detalla el proceso con una ingenuidad maravillosa «en el segundo número de Spelljamer hay una impresionante representación de un muro prismático mostrado como un arco iris, una imagen auténticamente extraordinaria». Y sí, está flipando con un arco iris, pero supongo que en aquellos tiempos eso era impresionante de ver, lo entiendo. Y hasta aquí vamos a llegar hoy, porque la semana que viene exploraremos el culto a Rob Liefeld en todo su apogeo y lo bonito que es escribir los créditos de un cómic poniendo primero al dibujante y luego al guionista, quién lo ha visto y quién lo ve…

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