Pues esta semana ya ha llegado a su fin no solo la historia que prometía devolvernos a la Bestia clásica (o no) sino también la propia serie de X-Force, que se nota que ya va tocando hacer limpieza en las series de mutantes para el próximo relanzamiento. Un relanzamiento que en parte ya había destripado el final de la presente historia porque eso de organizarse mínimamente ya no se debe llevar mucho. Pero por si alguien prefiere descubrir cómo se ha resuelto esta situación leyendo el propio cómic, vamos a dejar las revelaciones para los siguientes párrafos, que a partir de este punto se avecinan SPOILERS.
Sé que me he saltado un número en esta pequeña serie de reseñas sobre el destino de ambos Hanks, pero es que lo realmente importante que sucede en el número 49 de X-Force lo podemos resumir en un simple párrafo. Tras horrorizarse al descubrir lo que su yo presente ha estado haciendo en los últimos tiempos, el Hank-Copia de seguridad ha escapado de la custodia de X-Force para buscar un aliado que le ayude a luchar contra sí mismo, y dado que es una Bestia para quien su pertenencia a los Vengadores fue prácticamente antes de ayer, no podía acudir a nadie más que al que durante tantísimo tiempo fue su mejor amigo, Simon Williams el Hombre Maravilla. Y aunque este se encuentra sorprendido tanto de que Hank haya reaparecido en su vida (tras tantos años de equipos creativos tratándoles como si no se conociesen) como de que quiera detenerse a sí mismo, Simon no duda en prestarle su ayuda.
Y así llegamos al número 50, donde tras escapar del ataque de X-Force, que siguen sin confiar en él, el Hank bueno acaba cayendo en las garras del Hank malvado, quien quiere convencerle de que su punto de vista es el correcto. Y mientras Lobezno les persigue, sus compañeros y el Hombre Maravilla se encuentran demasiado ocupados con un repentino ataque de Orchis, porque las cosas no podían ser sencillas.
En su base submarina los dos Hanks conversan, y el malvado (o quizás sería más apropiado decir el original) le cuenta a su versión más joven su plan, utilizar un diseño de Forja de un cañón de agujeros negros, alimentado por un mini reactor nuclear, para enviar Arakko y a todos los mutantes que se han refugiado allí a un agujero negro en el que estarían a salvo del ataque de Orchis, mientras él se encargaba de los humanos, sea lo que signifique eso… Un plan que no convence precisamente a su versión más «joven» porque admitámoslo, suena a completa locura.
Ambos Hanks debaten, el malvado admite que no fue capaz de borrar de Cerebro su copia de seguridad concreta porque le consideraba la mejor versión de sí mismo, feliz, optimista, etcétera, y que aunque comparten la inteligencia, esa versión no tiene su “sabiduría”. Que resulta curioso que hable como si les separasen décadas cuando dentro de la cronología interna del Universo Marvel deben ser unos pocos años, pero se ve que estamos ante otro de esos casos en los que los autores confunden el tiempo real con el ficticio.
Y dado que sus intentos de convencer a su otra versión se han limitado a justificarse como uno de los múltiples villanos a los que cualquier versión de la Bestia se ha enfrentado a lo largo de su carrera superheroica, el Hank bueno no se deja seducir por el discurso megalómano de su otra versión y decide pasar a la acción. Algo de lo que no podemos culparle en absoluto, porque las justificaciones del Hank malvado son ridículas y superficiales, dignas de un villano de chiste de alguna parodia, como si esperase que su otro yo se pondría de su parte porque sí y encima se sorprende de que su táctica no haya funcionado.
Así que pasa lo que tenía que pasar, las dos Bestias hacen honor a su nombre de guerra, Lobezno se deja caer por allí queriendo matarles a ambos, el Hank bueno sigue convencido de que no es demasiado tarde para que su versión malvada se redima, X-Force y el Hombre Maravilla siguen pegándose con Orchis y ese arma diabólica sale disparada hacia su objetivo sin que nadie parezca poder detenerla. Para ser el último número y contar con poco más de veinte páginas están pasando demasiadas cosas muy deprisa sin que se pueda profundizar demasiado en nada.
Cuando ese cañón, que más bien es un misil, sale a la superficie, el Hombre Maravilla no duda en lanzarse a por él para detenerlo como sea. Algo que provoca que el Hank malvado, el mismo que no ha dudado en conspirar y torturar a sus amigos de la Patrulla-X, traicionando todos sus ideales y su moral, al ver a su viejo amigo Simon dispuesto a sacrificar su vida para detener su creación, sufre un brusco giro de intenciones y se sacrifica él mismo para detener su arma, aparentemente muriendo en la explosión.
Que digo yo, estamos hablando del Hombre Maravilla, alguien que ha muerto y resucitado unas cuantas veces, cuyo cuerpo está compuesto de energía iónica, cosas que este Hank debería saber de sobra, pero aun así decide en el último momento que no quiere ver morir a su amigo (aunque fuese a durar muerto un suspiro) y que prefiere tirar por la borda todos sus planes por el futuro de los mutantes…
Pero lo peor está por llegar, porque a continuación llegamos a la última página del cómic, donde se nos dice en una escueta caja de texto que el Hank malvado fue vaporizado y que el bueno se fue a vivir con el Hombre Maravilla, sin que lleguemos a ver nada de eso, mientras el resto de la página se dedica a una pequeña despedida del grupo y la serie. Creo que resulta evidente que esta historia estaba prevista que durase algo más, pero que en el último momento, y sin duda debido al inminente relanzamiento de los mutantes, Benjamin Percy y Robert Gill no tuvieron más remedio que cerrar todo esto como pudieron, siendo el resultado bastante poco satisfactorio (siendo muy generoso) en muchos sentidos. Por lo que un número extra más o al menos que este fuese doble hubiesen sido lo ideal para que esta historia no acabase de una forma tan precipitada.
El problema es que, incluso si es esto lo que ha sucedido, que el cierre de la serie ha sido algo de lo que se han enterado sus autores en el último momento, se entiende aún menos que en este mismo número se hayan desperdiciado media docena de páginas para ese enfrentamiento contra Orchis más una página doble de créditos. Todo ese espacio se podría haber aprovechado para desarrollar un poco mejor el conflicto entre ambas versiones de la Bestia o el que la versión malvada siga apreciando tanto a su amigo Simon como para sacrificarse por él.
Aunque sin duda lo más sangrante de todo esto sin duda es la forma en la que se resuelve destino de la Bestia buena, que viendo como no aparece por ningún lado en el resto de series mutantes ambientadas cronológicamente después de esto y que cuentan el final de la etapa de Krakoa, da la impresión de que pasa de los Mutantes por completo (o que ningún otro equipo creativo sabía cómo iba a acabar todo esto). Por eso me cuesta tanto entender que alguien como Percy, que no es precisamente un novato, haya ido en esa dirección. Aunque teniendo en cuenta cómo funcionan a veces estas cosas entre bambalinas y que no sabemos de cuánto tiempo dispusieron realmente los autores para terminar esta serie y esta historia o cuantas manos acabaron interviniendo aquí, no se lo tendría demasiado en cuenta.
Parece claro que este final de la era Krakoana de los mutantes, con cambio de editor incluido, será recordado por sus giros bruscos de rumbo, las decisiones cuestionables y una aparente improvisación. Y aunque me gustaría desear que la nueva etapa que comenzará en unos meses sea algo más estable y coherente no las tengo todas conmigo. Por el momento lo único que sabemos, como ya parecía más que evidente en la portada que se hizo pública hace nada por su más que clásico diseño, la Bestia buena volverá a la Patrulla-X en la serie titulada X-Men a secas con el equipo dirigido por Cíclope. Y aunque yo era de los que esperaba que si de verdad volvía el Hank de los viejos tiempos este se fuese con los Vengadores, que vaya a estar en la serie escrita por Jed MacKay (junto con Ryan Stegman) me tranquiliza bastante, ya que estará en manos de un escritor que sin duda nos devolverá a esa Bestia que muchos añorábamos muchísimo.
Pero aunque me alegro y mucho de que esta Bestia haya regresado por fin (aunque me temo que su versión malvada también lo acabará haciendo eventualmente) pese a que se trate de un cuerpo clonado con una copia de seguridad desactualizada de su mente, algo que imagino intentarán no volver a mencionar como ya hicieron con la Viuda Negra hace unos años, no negaré que esta historia me ha decepcionado. Independientemente de los problemas que hayan existido a nivel editorial, posibles problemas de ventas, las prisas por acabar con todo antes del relanzamiento, etcétera, el cerrar de esta forma tan torpe la serie lo único que provoca es dar mala imagen tanto a la editorial como a los propios autores, que quizás sean quienes menos responsabilidad han tenido en todo esto. Pero como me temo que este tipo de cosas son inevitables de vez en cuando, lo único que me queda es alegrarme de que por el momento me han devuelto a mi versión favorita de la Bestia, aunque haya sido de esta manera tan retorcida, y que espero que se mantenga así una larga temporada mientras trato de olvidar de qué forma me lo devolvieron.