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La Otra Cultura de la Cancelación

Lo admito, el titulo del post es un clickbait como una casa ya que el tema del que quiero hablar hoy no tiene absolutamente nada que ver con esa mal llamada “cultura de la cancelación” de la que muchos se quejan cuando en realidad se trata de las consecuencias de sus actos/palabras. De lo que quiero hablar es de un fenómeno que llevo décadas observando y que sigo sin entender, pero que como con casi todo en este mundo solo ha ido a mas con el advenimiento de Internet y de las redes sociales. Ese fenómeno por el que multitud de personas piden o incluso exigen que se cancelen determinadas cosas no por cuestiones de “moralidad” o ideologías varias, sino por la sencilla razón de no estar conforme con la existencia de algo que no les afecta ni remotamente.

Hay gente que parece que quiere cancelarlo todo

Antes de ser acusado de hipócrita tengo que reconocer que si bien es cierto que ocasionalmente por aquí he anhelado la cancelación de muchas cosas esto siempre se ha debido a causas mucho mas concretas y personales. A menudo deseaba que zack snyder dejase de hacer películas del Universo DC (pero no tengo problema alguno con que siga su carrera dirigiendo películas de zombies, de ciencia ficción o de lo que sea siempre que no toque personajes que me gustan). También he querido mas de una vez que determinadas etapas o equipos creativos en cómics que me gustan fuesen “cancelados” para ver si esas series acababan en manos de gente capaz de hacer algo mas acorde con mis gustos. Del mismo modo en su día quería que “cancelasen” a kyle rayner para que Hal Jordan recuperase su lugar, y en tiempos mas recientes quería que Barry Allen volviese a desaparecer para que Wally West fuese el Flash principal una vez mas igual que me encantaría que hiciesen lo propio con Nick Furia Jr para que su padre vuelva al primer plano. Pero , en ningún caso tengo ningún problema con que esos otros personajes continúen su existencia paralela siempre que yo pueda disfrutar de las versiones que me gustan. Son “cancelaciones” si, pero de otro tipo.

Algunas cancelaciones son un deber moral

Las que me fascinan y horrorizan a partes iguales son esas cancelaciones mas genéricas en la que hay personas que desean que desaparezcan cosas en masa, que la mera existencia de un tipo de ficción con la que no disfrutan les molesta o les ofende tanto que quieren que deje de existir. El recuerdo mas antiguo que tengo de este tipo de actitudes probablemente se remonta a los años ochenta, cuando no era raro encontrar en los correos de los lectores de Fórum y Zinco cartas de lectores pidiendo que dejasen de publicar los cómics que no les gustaban, nada de pedir nuevos rumbos o equipos creativos, cancelación a saco simplemente porque se publicaba algo que no les gustaba ni compraban pero no querían ver en los quioscos. Algo a lo que se le sumaba los lectores del comic europeo, el underground y demás que miraban con muy malos ojos como las revistas de ese tipo de comics iban desapareciendo mientras que los superhéroes se volvían mas y mas populares y también escribían cartas y artículos reclamando su desaparición.

Estas cosas debieron provocar mucho rechinar de dientes

Una actitud que recuerdo que fue a peor (dentro de unos limites, que cartas así, las que se llegaban a publicar al menos, tampoco es que fuesen una avalancha) con la llegada del manga. Cada vez me encontraba con mas personas a quienes parecía ofender que se publicase algo diferente a lo que estaban acostumbrados a comprar, que parecían no soportar la idea de que sus cómics de superhéroes tuviesen que compartir espacio en quioscos y librerías con esos cómics raros en blanco y negro que cada vez parecían tener mas éxito. Y aunque puedo suponer que detrás de muchas de estas quejas se encontraba el “razonamiento” de que si las editoriales dejaban de publicar esos cómics eso supondría que saldrían a la venta mas cómics de los que a ellos les gustaban, siempre fue algo que no pude entender.

Y una década después la historia se repitió pero en otra dirección

Pero con el paso del tiempo, y especialmente con el aumento desproporcionado de estas actitudes gracias (o por culpa) de Internet, cada vez estoy mas convencido de que detrás de todo esto lo que se esconde en muchos casos es un desprecio nacido de unos aires de superioridad bastante ridículos. Que sencillamente nos encontramos con gente convencida de que sus gustos son los únicos buenos y aceptables, que todo lo demás es ruido de fondo que debería desaparecer y que cuando esas cosas que no les gustan se vuelven muy populares les jode tanto esa realidad que necesitan que desaparezca porque les resulta inadmisible que no todo el mundo tenga sus mismos gustos.

Yo es que no puedo imaginarme así a esta gente

Eso es algo que hemos visto a menudo con un tema que nos toca de cerca en este blog, el cine de superhéroes. La popularidad y el éxito de taquilla de este tipo de cine ha traído consigo un aumento en el numero de voces que no pierden ninguna oportunidad para mostrar su desprecio por este tipo de películas, quejarse de que se hacen demasiadas y regocijarse cada vez que encuentran algo que puede interpretarse como una señal de que la popularidad del genero se esta desinflando y va a desaparecer. Una queja que jamás he entendido porque debe ser que mi concepto de “muchas películas” es muy diferente del de esta gente, no hay mas que ver las cifras y comprobar como el pasado año se estrenaron siete películas de superhéroes, y que ese mismo año solo en Estados Unidos se estrenaron cuatrocientas cuarenta y nueve películas (y si nos remontamos a los tiempos previos a la pandemia nos encontramos con que en 2019 se estrenaron setecientas noventa y dos).

No, aun no son demasiadas

Si, el cine de superhéroes ocupa mucho espacio y visibilidad, suele ser lo mas taquillero (pero en general las películas mas taquilleras han sido durante décadas las que mezclan la acción, al aventura y la fantasía, como el cine superheroico) y de lo que mas se habla en redes… Pero eso no ha impedido que el pasado año además de esas se estrenasen otras cuatrocientas y pico películas, y eso sin contar los estrenos cinematográficos en el resto del planeta. Y son películas que si a uno no le gustan, como me sucede a mi con la saga de Avatar, igualmente popular y taquillera, existe la sencilla opción de no verlas y disfrutar de cualquier otra cosa. Pero no, esta gente necesita que eso que no les gusta desaparezca pese a que solo les afecta porque son incapaces de consentir su existencia.

Yo es que vi la primera, no me gusto, no me moleste en ver la segunda y he seguido con mi vida como si nada

Un caso en cierto modo similar lo podemos encontrar con el Manga BL. Este es un genero de manga cuya popularidad y éxito no ha dejado de aumentar y a día de hoy es rara la editorial que no cuenta con algún titulo de este estilo dentro de su catalogo. Aunque pese a dicha popularidad, y si nos atenemos a los fríos datos, nos encontramos con que el pasado años 2022 se publicaron en España algo mas de mil cuatrocientos mangas y de ellos solo ciento tres eran BL, una gota de agua en un océano de Shonens en los que cuesta hacer sitio para algo mas. Pero pese a que estos mangas siguen siendo algo minoritario, si uno se fija en los anuncios en redes sociales de las editoriales cuando anuncian un nuevo BL es tristemente habitual encontrar mensajes de gente indignada cuando descubren que ese anuncio que esperaban con ilusión resulta ser un BL, quejándose de que se publican demasiados, de que todo es BL… cuando el porcentaje de estos dentro del panorama editorial español es mínimo. Y aunque es cierto que en este caso concreto es muy posible que además de ese elitismo muy mal llevado se encuentre también algo de homofobia, el caso es el mismo, querer que deje de existir algo que pueden ignorar alegremente ya que no hace daño a nadie.

Pero con moderación

 

Tristemente esto es algo que estoy convencido de que no va a desaparecer sino con el tiempo ira a mas, especialmente en los casos en los que la frustración de estas personas no deje de aumentar al comprobar que eso que no les gusta sigue siendo tan popular o mas y que no tiene visos de desaparecer. Por eso hay que tener cuidado y no dejarse llevar a la hora de despreciar algo (siempre hablando de cosas como los cómics, el cine, la música, etc), porque en muchas ocasiones se trata de cosas que uno puede ignorar alegremente y seguir con sus vidas, porque no afectan en nada a nuestro disfrute de lo que nos gusta y es absurdo dejarse llevar por ese ego herido de que no sean nuestros gustos los mas populares. Que no somos accionistas de ninguna compañía, nuestros ingresos no dependen de lo mucho que venda o recaude algo concreto y es mas sencillo y saludable el “vive y deja vivir”. Que además, motivos legítimos y serios por los que indignarse no nos faltan en el día a día y es mejor dedicar esa energía a quejarnos y tratar de cambiar esas cosas que reclamar que dejen de hacer un tipo de películas o de cómics a los que no pensábamos acercarnos.

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