La base del cine es entretener. Y se quedan tan anchos. Es un axioma un pelín engañoso, un paradigma poco razonado que en algunos círculos parece que se ha impuesto para cualquier medio artístico de los últimos 200 años. Bueno, igual menos. Porque entendámonos, nadie dice que la base de la fotografía sea entretener, pero dependiendo de a quién le preguntes, toda forma artística que pase del último cuarto del siglo XIX parece inventado para la juerga y el cachondeo.
Que cada uno es muy libre de comprarse cuadros para usarlos de moqueta o ver películas para entrenerse (uso más normal, sí) pero si volvemos al principio de todo, una de las primeras disciplinas artísticas fue simplemente contar historias. Contabas historias reales o te las inventabas, y así pasaban todos el rato. Pero la forma en la que las contaban cada vez era más importante. De ahí nació el teatro, la danza (aplicada a contar historias mediante coreografías), la literatura y hasta la ópera, hasta que en el siglo XIX se inventa el cine (y algunos dicen que hasta el cómic, pero eso es algo tan discutido que vamos a dejarlo estar, aunque duela). Para el siglo XX se inventan los videojuegos y así es como nos plantamos en la actualidad, en que se integre la idea de que la base de distintas disciplinas artísticas es entretener en vez de comunicar. Porque claro, sin comunicación entretenimiento no hay mucho.
La base sobre lo que se construye todo lo demás es una idea, y precisamente consiste en comunicar esa idea. Y depende de esa comunicación o como se haga se podrá entretener o hasta educar. O educar entreteniendo. Si, soy consciente de que si algo te aburre lo acabarás dejando de lado, pero al final para entretener tienes que saber presentar la información de una forma que mantenga la atención del espectador. Si tú enumeras los ingredientes de una receta de uno en uno y en sus cantidades sin hacer el más mínimo comentario, aburres al espectador rápidamente. Por el contrario, si vas comentando cada uno de ellos y consigues hasta añadirle una anécdota personal, de repente esa información se comunica igualmente pero manteniendo la atención del espectador. Lo que aburre es lo ya visto, lo que aburre es la monotonía, y entiendo que mucha gente utilice el cine para desconectar, pero en última instancia lo que buscamos no es tanto entretenernos y desconectar como aprender. Si una película te deja igual que como estabas y lo único que ha hecho es hacerte desconectar de tu vida por un rato, es como una borrachera sin resaca. Y sí, por supuesto que hay gente que adora sus borracheras, pero adoran aún más recordar lo bien que se lo pasaron, las cosas que hicieron, y no solo la sensación de que haber estado toda la noche fuera de casa haciendo vete tú a saber qué.
Por supuesto, si solo quieres entretenerte, adelante. Pero justificar las mayores barbaridades diciendo que lo principal de los cómics es entretener… Éso es bajar mucho el listón. Y lo estoy diciendo yo aquí, que hablo de películas «de la Marvel» y más de una vez acabamos teniendo broncas por defender a productos que la gente quiere mandar a la hoguera por algo concreto que no les ha gustado. Porque claro, un detalle concreto puede molestarte tanto que te saque de la historia y lo que estás viendo te deje de entretener, mientras que a otro esa misma tontería la juzgan como tontería y disfrutan del producto. Que no nos olvidemos de que los «fans cabreados (TM)» normalmente no suelen hablarte de aspectos técnicos de una película -más allá del cgi cantaba, y eso en muchos casos es algo subjetivo porque se llega a decir hasta de efectos especiales «prácticos»- solo de detalles muy concretos que los enfadaron y les fastidiaron la diversión, siendo muchas veces ese cabreo algo que ya se traían de casa. Otras veces no, por supuesto, y a mi me puede joder que la Carol Danvers del MCU no se corresponda con la de Claremont (los guantes fuera) pero a la vez también soy consciente de que la película hay que valorarla por lo que es y no por lo que yo crea que debería haber sido.
Y ya que estamos hablando de funciones del arte, ¿alguien se ha dado cuenta de que el cine (la tele) tiene una función decorativa? Porque uno se puede maravillar por la fotografía de una película y lo bien que quedan los paisajes, pero ahora mismo hay gente que se deja la tele puesta de fondo con una peli mientras hace otra cosa. No le hace mucho caso porque está a esto o lo otro, pero en realidad la tele está ahí al fondo como quien pone un cuadro o una escultura, no cumpliendo una función de entretenimiento ni mucho menos, si no una de decoración. Que ojo, otro melón sería hablar sobre cómo el merchandising de películas y demás en muchas ocasiones tiene más valor por a que remite que por lo que es realmente, de su valor estético/artístico de por sí. Un sable láser no deja de ser un mango de flash de fotógrafo que en algunos casos es hasta feucho, pero cuando sabes que es el sable de luz de Obi-Wan Kenobi la cosa cambia y lo pones en una vitrina en el armario del salón. Y no deja de ser una pieza de maquinaria, no nos engañemos, es un condenado ready made al más puro estilo Duchamp.
En resumidas cuentas, que la base de la masturbación sí que es el entretenimiento, vaya que sí. Y estoy convencido de que hay verdaderos artistas de la masturbación, virtuosos del toqueteo propio. Eso por supuesto. Y de la misma forma también creo que hay gente que ve películas para entretenerse y gente que hace películas para entretener a los demás. Que la gente fue a ver La Fiera de mi Niña porque querían entretenerse, y aun así Hawks y compañía les dieron un películón que manifestaba las inseguridades del varón norteamericano entre las dos guerras mundiales. Que ver la película solo como un entretenimiento es hacerla de menos, del mismo modo que el decir que la base del cine (o el cómic, no nos olvidemos) es pasar el rato… Sería conformarnos con demasiado poco. Aunque, repito, a veces (y esto es algo perfectamente legítimo) sólo busquemos eso.