Hoy toca uno de esos artículos que consiste en quejarme un poco de algo que ha pasado, uno de esos que se escriben solos, algo que además sirve para reforzar en parte el argumento que quiero hacer con esto. Y de lo que quiero hablar es de que ser negativo es fácil, tremendamente fácil, sale prácticamente solo, pero a la larga acaba quemando mucho aunque sea útil para rellenar la cuota semanal del blog, y por eso es algo que he procurado dejar a un lado aunque no siempre lo consiga. Pero como explicar las razones de ello me sirve para completar la semana y además no me causa la misma negatividad que trato de evitar, vamos a explicar las razones de todo esto.
En la década y pico que Brainstomping lleva existiendo (que alguien acabe con nuestro sufrimiento de una vez, o por lo menos con el mío) nos han dicho y acusado de todo pero no nos ha servido para que manden jamones. Y entre esas acusaciones recientemente nos han dicho que ahora nos gusta todo y que ya no somos lo que éramos. De entrada yo es que me alegro de ello porque seria un poco triste seguir siendo igual indefinidamente y no cambiar, pero el asunto es que dicho cambio, que si que existe, no es precisamente ese del que nos acusan, ya que al menos en mi caso no se trata de que me haya ablandado y que me guste todo, es que sencillamente ahora considero una perdida de tiempo hablar por aquí de cosas que no me han gustado.
Como decía al comienzo ser negativo es muy fácil. Quieres rellenar el articulo del día y nada mas sencillo que despotricar contra algún cómic, libro, película, serie de televisión, etc que nos haya decepcionado, soltar una barbaridad tras otra, ser incluso cruel y despiadado, da incluso miedo lo fácil que sale todo eso. Y es algo que durante mucho tiempo hicimos por aquí, porque era mucho mas cómodo, no suele ser necesario elaborar tanto los argumentos, ya que si algo es realmente malo y sus errores son patentes apenas es necesario señalar o analizar dichos errores y suele bastar con enumerarlos. Mientras que hablar de algo bueno suele requerir algo mas elaborado, explicar los motivos a veces sutiles por los que algo es bueno, que cualidades destacan y porque lo hacen cuesta mas de hacer, y por eso el camino fácil es quedarse con la primera opción.
Y por eso escribir en Brainstomping me ha servido para entender mejor como funcionan todas esa webs de clickbait y carnaza en las que parece que todo es malo, que ya no se hace ninguna obra de ficción que valga la pena porque todo es horrible, y es que realmente es mas fácil escribir así. Pero lo mas aterrador es el otro lado de ello, el darse cuenta de que para buena parte del publico eso también es preferible. Aquí lo hemos visto incontables veces, una reseña positiva de algo a menudo cuenta con pocas visitas y comentarios, mientras que un articulo en la linea de “Me Cago en…” enseguida se llena de gente que como pirañas sintiendo sangre en el agua nadan a toda velocidad a por su carnaza. (y eso debería preocupar también a los lectores con esa mentalidad)
Esto es algo con lo que Diógenes mas o menos esta de acuerdo conmigo (cosa inaudita) aunque por motivos ligeramente diferentes. Para el llego un punto en el que se dio cuenta de que hablar mal de algo consistía en estar cagándose en el trabajo de en ocasiones mucha gente que quizás simplemente habían intentado hacerlo lo mejor posible y por las razones que fuesen (problemas personales, falta de inspiración, presiones externas) el resultado había sido mediocre o malo. Y aunque es cierto que en ocasiones criticas así. son merecidas y casi necesarias (snydercut, cof, cof) mis motivos para intentar prescindir de esa actitud a la hora de escribir en el blog son algo diferentes.
Para mi llego un punto en el que estar siempre buscando algo de lo que hablar mal me quemaba, porque en ocasiones lo buscaba de forma premeditada, leía cómics o veía series que sabia que no me iban a gustar o que poseían mas defectos que virtudes, pero no me importaba porque eso suponía que de ahí podía sacar un articulo que se escribía prácticamente solo y que me podía quitar de encima en un rato… Hasta que estar machacándome de esa manera me empezó a afectar anímicamente. No se trataba solo de que estaba perdiendo el tiempo con cosas que no me aportaban nada, sino que escribir en el blog se convertía en ocasiones en una carga (mas de lo habitual) porque me tocaba revivir todas las malas sensaciones que me había provocado aquello que estaba reseñando.
Y por eso poco a poco me propuse dejar todo eso a un lado. Primero fue poco a poco, abandonar el hablar de lo malo del año al hacer la recapitulación de año nuevo, dejar de consumir ficción que sabia que no me iba a gustar, tratar de olvidar la que me había tragado accidentalmente y no me había gustado para pasar a otra cosa y centrarme en algo mas positivo. De ahí es donde nació esa resolución (que no siempre soy capaz de mantener) de centrarme solo en las cosas que me habían gustado, de compartir con los lectores todas esas obras con las que me lo había pasado bien para intentar extender un poco el aprecio por las mismas, algo que quizás no atrae tantas visitas o comentarios pero que me suele dejar mejor cuerpo.
Pero claro, como decía antes, del mismo modo que es mas fácil ser negativo que positivo a la hora de crear contenido en sitios como este, hay un sector del publico que parece que solo tiene aprecio por ese contenido negativo, supongo que un tipo de publico similar al que se traga los programas y revistas de morbo y cotilleo. Algo que lleva a algunos a desarrollar cierta ceguera selectiva que provoca que de pronto seamos acusados de no tener criterio y gustarnos todo. Y yo personalmente me encuentro constantemente con cosas que me han parecido abominables o mediocres pero que escojo no mencionar por aquí porque no le veo el sentido, pese a que esa actitud sea incomprensible para muchos.
Una ceguera especialmente absurda por lo falsa que es. Aquí no hemos dejado de señalar los errores que han tenido cosas que nos han gustado en ciertos aspectos, e incluso el caso concreto que nos indicaban como ejemplo de que ya no somos lo que éramos y que ahora nos gustaba todo, contó aquí con dos criticas, una positiva mía y una negativa de Diógenes, pero eso se acaba convirtiendo en que no, que nos hemos echado a perder y que nos gusta todo, incluso cuando no nos gusta. Pero claro, se ve que hay lectores muy “selectivos” que mas bien parecen buscar que seamos como ellos, un espejo en el que mirarse, prefieren por un lado quedarse solo con lo que refuerza sus argumentos y por otro no aprecian nada criticas constructivas que señalan lo bueno y lo malo de algo o en que aspectos podría haber mejorado esa cosa de la que hablamos, porque eso no satisface su ansias de carnaza.
Una actitud ridícula que casualmente esta misma semana también ha sufrido gente como Gail Simone. Cualquiera que la siga en redes sociales se habrá dado cuenta de que ella tiene una actitud similar a la que yo trato de mantener ahora, ella también prefiere hablar de las cosas buenas que se encuentra porque no le ve el sentido. Solo que en su caso en lugar de acusarla de no tener criterio la acusan de algo tan ridículo como de extender “positividad toxica”, sea lo que sea eso. Que se ve que el mundo esta mas lleno de lo que debería de cínicos amargados que solo quieren regodearse en lo malo que es todo y yo personalmente me niego a ayudar a “alimentar” a esa gente.
Y aunque se que no siempre voy a ser capaz de mantener esa actitud, en parte porque a veces si que es necesario hablar mal de algo o al menos señalar los problemas y errores que ha tenido algo concreto, yo voy a seguir procurando hablar simplemente de lo que me ha gustado, de compartir las cosas buenas que me vaya encontrando por ahí y de intentar que mas gente disfrute de todas esas cosas buenas que me voy encontrando mientras trato de olvidar las que no. Pero de lo que no dejare de quejarme jamás es de lo mucho que me explota Diógenes, que eso es algo que hay que contar.