No, no estoy hablando de Rob Liefeld. Tampoco de Cels Piñol, que la cosa no va por ahí. La cuestión es que semana pasada surgió por aquí un pequeño debate sobre la autoría, a cuento de una escena de Dan Slott en Spiderman que en realidad estaba dialogada por Christos Gage y el peso dramático recaía en el dibujante, Giuseppe Camuncoli. Aprovechando la circunstancia y porque quiero vengarme de la sociedad, vamos a aprender a apreciar el trabajo de los dibujantes un poquito más a costa de hacer del Doctor Frankenstein y crear una aberración digna del peor de los abismos; vamos a dibujar un cómic por inteligencia artificial, demostrando que el peor dibujante del mundo… Es un ordenador.
No os quiero engañar, la idea de hacer un cómic por realidad virtual es algo que llevo tiempo queriendo hacer, pero por lo que sea los de Dall-E no me dejan entrar a la beta -puta vida, no me consideran influencer- con lo que me tendré que conformar con otros «menos famosos» como Dreamstudio o MidJourney. Para este ejemplo voy a usar Dreamstudio, que nos va a demostrar por qué es el peor dibujante de cómic del mundo dejando claro que ni siquiera un guión de Jim Lee aguanta al dibujante más patazas (aunque sí, eso ya lo dejó claro Jim Lee hace treinta años). La historia que he elegido para mancillar es, con todo el dolor de mi corazón, la misma que la semana pasada dije que era la mejor de la historia de Hulka, porque sí, soy un monstruo sin sentimientos; pero no nos engañemos, tampoco tenía sentido usar una de Tom DeFalco porque aquello sería como llover sobre mojado. Vamos a ello:
Aquí la inteligencia artificial ya deja claro desde un principio que va a hacer lo que le venga en gana; la escena que se le ha descrito es «Hulka nerviosa con traje y chaqueta gris esperando a la entrada del Tribunal Supremo y rodeada por gente que la mira con todo tipo de expresiones. A la derecha del plano un hombre rubio con gafas está abriendo una puerta y la llama para entrar al tribunal». Y el hombre rubio tiene el pelo castaño, va disfrazado del Doctor Octopus porque sí, la gente que rodea a Hulka está en cuadros colgados de la pared y Hulka ni va en traje ni está nerviosa, tiene una cara de más mala hostia que M’Rabo después de una noche de los oscar (por eso de que siempre perdía y le tocaba hacer todos los posts de la semana, ya conocéis la tradición).
La siguiente página ya es más complicada, porque se compone de seis viñetas y pide un poco más de narración. Sin embargo, nuestra intrépida inteligencia artificial decide colocarnos a señores con el pelo negro que supuestamente son rubios levitando a un par de palmos del suelo y a Hulka con su traje gris de color verde porque yo que sé, desteñía. Lo mejor viene en la página siguiente, cuando el guión deja claro que hay jueces sentados en el tribunal y la IA decide darles del día libre porque es consciente de los problemas de falta de personal de la judicatura y entiende que se han ganado el descanso. Y así andamos.
Para la siguiente me pone un jurado porque le viene en gana y si Hulka ya estaba poco vestida en la página anterior, aquí directamente me la pone con bikini y los ojos del Hombre Máquina porque yo que sé, le apetece. Y por supuesto, pese a que le digo que ella tiene que estar de espaldas a la cámara exponiendo su caso, mira a cámara con cara de querer reventar todas las paredes del edificio, ¡porque Hulka aplasta!
Lo que queda de la página debería ser fácil, ¿no? Hulka mirando a la cámara con un papel en las manos exponiendo su caso, Hulka mirando confundida a un lado y Hulka siendo interrumpida por el señor rubio bajito que, con suerte, esta vez será un señor rubio bajito. Digo yo.
De repente le ha dado por el fotorrealismo en blanco y negro, y me pone a Hulka con un berrinche (aunque tiene un papel en las manos y no va semidesnuda, ya es algo). En la segunda su supuesta confusión es una cara de mala leche que parece el lector medio de Brainstomping cada vez que hablamos bien de Dan Slott, además de estar haciendo algo raro con los dedos que no sé si es un hechizo del Doctor Extraño, que se ha unido a un grupo heavy o yo que sé. Y de la última página ya mejor no hablar, Hulka fuera de plano -si es que es Hulka- y el señor rubio bajito de repende es una señora. Pues vale.
Y a partir de aquí nuestro gozo en un pozo, porque la inteligencia artificial esta se niega a hacer nada más porque tengo que mirar mi «configuración de usario», lo que viene a ser un eufemismo de «chaval, ya has hecho demasiados dibujitos raros, afloja la panoja», con lo que supongo que toca sacar conclusiones de este lamentable experimento… Y las conclusiones son bastante claras: esto no es un generador de imágenes, es un collage. Se puede ver claramente que la IA va mezclando fotografías (peor todavía, ¡fotografías de stock!) y dibujos de auténticos creadores, y hace estas abominaciones sin cortarse un pelo.
Al crear un cómic con IA y por mucho que detalles lo que quieres que te dibuje, el ordenador no te va a dar una imagen que no tenga; el caso más claro es este cómic realizado con Midjourney, otra IA, que en realidad es incapaz de crear una imagen distinta a lo que vemos en estas páginas, es como un cómic dibujado por Zack Snyder sin llegar a Michael Bay, porque es incapaz de ponerte unos cielos azules decentes. Y ésto ya digo, no viene de una preferencia personal de los creadores del bot, simplemente viene de que es lo que le han cebado a la criaturita y lo que consigue combinar mejor; los colores desaturados o «sosos» tonalmente combinan mucho mejor que los muy saturados, los muy contrastados, por lo que es normal que la IA de Midjourney tome ese camino
Por supuesto, esto lo que quiere decir que en el momento en el que las máquinas se rebelen y nos conquisten, el primer humano irrelevante va a ser precisamente el que más uso de los bots hizo, y si hay un humano al que le pirre lo desaturado tirando al naranja que haga uso y abuso de bots… Que se prepare, ¡que a cada gorrino le llega su San Martín y Skynet nos tiene muchas ganas!
Y ya que estamos, no, en el fondo no creo que la IA esta sea el peor dibujante del mundo. A veces hace lo que le viene en gana, pero al final no deja de haber narrado el cómic mucho mejor de lo que esperaba, por lo que supongo que… Felicidades Rob, tu trono sigue a salvo.