Una de las cosas que mas aprecio del cómic de superhéroes es que se trata de un genero en el que cabe prácticamente de todo y en el que incluso cuando se llevan las cosas a extremos ridículos pueden salir cómics bastante divertidos. Y un buen ejemplo de ello lo podemos encontrar en el numero 501 de Adventure Comics en el que en 1963 Edmond Hamilton y John Forte enfrentaron a la Legión de Superhéroes a algunos de los villanos mas terribles y despiadados de la historia…
En aquellos años la Legión aun utilizaba como cuartel general aquel horrible cohete espacial clavado boca abajo en el suelo de Smallville y al que recientemente le habían mejorado las medidas de seguridad. Un cohete que según versiones era o un prototipo creado por Jor-El lanzado antes de enviar a Kal-El a la Tierra, o los restos de un aspirante a Legionario apodado Fortress Lad que tenia el poder de transformarse en una fortaleza y quedo atrapado en esa forma tras salvar a los Legionarios (en serio, eso se publicó)
Otra constante de aquellos años eran las habituales sesiones de reclutamiento de nuevos miembros, aquellas en las que los Legionarios se comportaban como niñatos malcriados con aires de superioridad y despreciaban con bastante borderia a los aspirantes que no cumplían sus expectativas. Si, justo como si fuesen los jurados de uno de esos clónicos concursos de talentos de la tele.
Lo que no se esperaban los Legionarios (que no eran tan listos como se creían) es que el ultimo de esos aspirantes rechazados lo único que buscaba era poder entrar en su cuartel con su cinturón especial equipado con cámaras de rayos-x y obtener un esquema detallado de cada medida de seguridad del cuartel para poder infiltrarse en el cuando le viniese en gana.
Pero mientras Alaktor esperaba su oportunidad, los Legionarios viajaron a “El Mundo Perdido” un planeta que vagaba sin rumbo por el espacio y cuyos habitantes habían desaparecido hacia mucho dejando detrás incontables y avanzadísimas maravillas tecnológicas que la Legión temía que acabasen en malas manos. Y en vez de remolcar el planeta a un lugar seguro y utilizar esas maravillas para mejorar la vida de los habitantes del Universo, su plan consistió en dejar a sus miembros mas poderosos de guardia en dicho mundo hasta que este se alejase del Sistema Solar y dejar entonces que siguiese vagando sin rumbo por el espacio… No suena como el mejor plan del mundo.
Y aprovechando la ausencia de los Legionarios Alaktor se introdujo en el cuartel de la Legión con las miras fijas en un objetivo, robar una de las Burbujas Temporales de la Legión. Un plan que casi se fue al traste cuando los Legionarios regresaron antes de tiempo, pero solo alcanzaron a ver como el ladrón escapaba de ellos hacia las corrientes del tiempo, prometiendo regresar con un poder tan grande como para convertirse en el amo de mundos. ¿Cuál debía ser el diabólico plan de Alaktor? ¿Qué esperaba encontrar en sus viajes en el tiempo que le hiciese tan poderoso como para enfrentarse a la Legión?
Su primera parada fue en la Antigua Roma, donde el Emperador Nerón había prendido fuego a la ciudad porque era malvadísimo y Alaktor le salvo de una turba enfurecida que quería matarle, prometiendo Nerón obedecer en todo a su salvador y marchándose con el en la burbuja temporal mientras Alaktor pensaba que aun le quedaba reclutar a los otros dos hombres mas malvados de la historia…
Tras esto Alaktor viajó hacia Estados Unidos en 1934, donde rescató a John Dillinger, el famoso atracador de bancos, de las garras de la policía y el FBI, prometiendo este también lealtad a Alaktor si le salvaba la vida. Y en este punto del cómic uno tiene que preguntarse cuanto de la historia pasada había sobrevivido hasta el siglo 30 del que provenía Alaktor para que realmente creyese que Dillinger era uno de los tres hombres mas malvados de la historia, que vale que no era un santo precisamente, pero se me ocurren muchas docenas de nombres de personajes históricos bastante peores que un simple atracador…
Mientras tanto (por fin), si es que esa expresión tiene sentido cuando hablamos de viajes en el tiempo, los Legionarios habían terminado de construir una segunda Burbuja Temporal (no debieron pensar que debía venirles bien tener al menos una de repuesto por si acaso) y confiaban en que los poderes telepáticos de Saturn Girl le permitiesen sentir la presencia de Alaktor mientras retrocedían en el tiempo con la esperanza de averiguar en que época se encontraba este. ¿Y donde se encontraba? ¿Quién era ese tercer misterioso recluta con cuya ayuda esperaba el villano convertirse en invencible?
La respuesta la encontramos en Berlín en 1945, donde las tropas aliadas se encuentran asediando la ciudad y entre sus ruinas Alaktor encuentra a su ultimo recluta… ¡ADOLF HITLER! Y este encontrándose rodeado y sabiéndose perdido acepta la oferta de su salvador del futuroy se marcha con el, Dillinger y Nerón hacia el futuro…
Por su parte la Legión ha llegado demasiado tarde para atrapar a Alaktor en Berlín, y no sintiendo su presencia en la corriente temporal regresan a su época para reunirse con Superboy y los demás en el Mundo Perdido para ponerles al día de lo sucedido. Recalcando en todo momento como efectivamente esos tres son los hombres mas malvados de la historia, y sin tener ni idea de lo cerca que estaban de cruzarse con Alaktor…
Y es que el plan de este consistía en apoderarse de las maravillas tecnológicas de ese Mundo Perdido con la ayuda de Nerón, Dillinger y Hitler (un plan original, eso hay que reconocerlo) . Para ello Alaktor les proporciona a los tres unas siniestras túnicas y capuchas forradas de plomo y preparadas para bloquear la telepatía de forma que los legionarios no puedan averiguar sus autenticas identidades. Disfraces que engañan incluso a Saturn Girl, quien no tiene ni idea de quienes pueden ser esos tres tipos que están con Alaktor en la burbuja temporal pese a que ella sabia que este había reclutado a Nerón, Dillinger y Hitler… esta claro que Saturn Girl no es una gran detective…
Los villanos lanzan un ultimátum a la Legión, o se disuelven o destruirán a todos sus miembros (incluso un miembro de la Legión de Héroes Sustitutos podría acabar con esos tres con los ojos cerrados, pero bueno…) algo a lo que Superboy y sus compañeros se niegan y Alaktor se marcha prometiendo acabar con ellos. Y para eso proporciona a los villanos su mas grande invención, el Psico-Cambiador, cuyo nombre deja pocas dudas sobre su funcionamiento.
Superboy, Ultra-Boy y Mon-El localizan de nuevo a los villanos, ahora desenmascarados, y el joven de acero los reconoce con horror, pero antes de que puedan reaccionar los villanos activan los aparatos de Alaktor e intercambian sus mentes con los jóvenes héroes sin que estos (pese a tener increíbles poderes incluida la supervelocidad) puedan hacer nada para detenerles…
Pero vamos a detenernos por un momento y a meditar un momento sobre esto. Tenemos a Hitler en el cuerpo de Superboy, ¡SuperHitler! Por cosas así vale mucho la pena sumergirse en estos cómics viejos tan delirantes.
Y como no podía ser de otra forma SuperHitler y sus igualmente superpoderosos aliados no tardan en traicionar a Alaktor (quien se queda tan sorprendido de que tres villanos como estos no cumplan su palabra que es casi enternecedor) para apoderarse ellos solos de la tecnología de ese mundo.
En los cuerpos de los Legionarios Hitler y sus camaradas se enfrentan al resto de la Legión y les exigen que les enseñen como funcionan las maquinas de ese mundo, quedándose asombrado Hitler al descubrir una de ellas capaz de construir cualquier cosa en cuestión de segundos, planeando el nazi utilizarla para construir armas… ¡Tienes el poder de Superboy! ¡Eres uno de los seres mas poderosos del Universo! ¡No necesitas armas!
Pero pese a que la Legión trata de engañar a los villanos y derrotarlos estos son ahora demasiado poderosos, por lo que no les queda mas remedio que escapar en sus naves para planear un nuevo ataque, algo para lo que seguirán el plan de Saturn Girl, la misma que no se imaginaba quienes eran aquellos encapuchados que viajaban con Alaktor…
Y mientras la Legión se reagrupaba y ponía en marcha su nuevo plan, los villanos aprendían mas sobre los secretos de aquel mundo y Hitler planeaba renombrar a la Tierra como Nueva Alemania porque total, a estas alturas uno ya no se sorprende de nada.
Y aunque el segundo ataque de los Legionarios había fracasado, a Saturn Girl le queda un ultimo as en la manga, implantar telepáticamente en la mente de los villanos las debilidades de los cuerpos que ocupaban (kryptonita, plomo, radiación) con la esperanza de que decidan traicionarse unos a otros y convertirse en el único dueño de la tecnología de ese mundo.
Como era de esperar los villanos, fieles a su naturaleza malvada, en cuanto descubrieron las debilidades de los demás se apresuraron a traicionarse, consiguiendo en el proceso noquearse unos a otros. Con los villanos fuera de combate fue simple rescatar a Alaktor y obligarle a devolver las mentes de los villanos a sus cuerpos y liberar a sus camaradas, prometiéndole que su castigo llegaría mas tarde (debió ser extremo ya que jamás volvió a aparecer en ningún otro cómic) Tras lo cual solo quedaba devolver a los villanos a sus respectivas épocas para que encontrasen los finales que marcaba la historia y enviar ese mundo tan peligroso hacia una nube cósmica en la cual nadie podría volver a encontrarlo.
Hay que reconocer que aunque muchos cómics de la DC de la época no han envejecido precisamente bien, se pueden encontrar multitud de pequeñas joyas como estas en las que encontramos una imaginación desbordante y nada de miedo al ridículo que aunque leídas con nuestra perspectiva actual puedan resultar algo tontorronas siguen siendo bastante divertidas. Algo que tampoco sorprende demasiado en este caso ya que estamos ante un cómic escrito por Edmond Hamilton, un veteranísimo y pionero escritor de ciencia ficción que comenzó su carrera en los años veinte en la revista Weird Tales (cuando contaba con tan solo veintidós años de edad) que escribió en la practica totalidad de los pulps de ciencia ficción de la época y que es considerado como uno de los creadores de lo que hoy conocemos como Space-Opera. Un escritor que como muchos otros de los escritores de la agencia literaria de Julius Schwartz dió el salto al cómic de la mano de DC.
Por ello yo sigo prefiriendo bucear en el mas de medio siglo de historia del grupo y negándome a leer lo que esta haciendo DC actualmente con la Legión de Superhéroes. Porque para leerme refritos insulsos del grupo, prefiero ir a las fuentes originales que aunque a veces se les nota mas de la cuenta el paso de las décadas en muchos casos siguen siendo mas divertidas que cualquier cosa que se este publicando hoy en día.