Llevaba meses pensando en volver a leerme el Vengadores/JLA, y tanto pensar estos días en lo gran dibujante que es George Pérez puso este cómic el primero en la lista de lecturas (una lista que no para de crecer). Un cómic con el que se que me resulta imposible ser imparcial y con el que he disfrutado tanto con esta relectura como lo hice hace casi dos décadas y todas las veces que lo he releído entre medias. Y con el que Busiek y Pérez no pretendían revolucionar el medio ni nada parecido, sino simplemente aprovechar la oportunidad única que se les había dado para regalarnos a los lectores un cómic con un sabor muy clásico con el que muchos habíamos estado soñando durante muchísimo tiempo.
Los crossovers entre Marvel y DC no eran ninguna novedad para cuando se publico esta miniserie en el 2003. Ya en 1976 se había publicado el Superman vs Spiderman de Gerry Conway y Ross Andru, y en las décadas posteriores a estos se les sumaron enfrentamientos entre Batman y Hulk, el genial entre la Patrulla-X y los Nuevos Titanes, Batman y el Capitán América, un par entre Batman y el Castigador, Darkseid y Galactus y alguno que otro, incluyendo una miniserie con todo Marvel contra todo DC (que como lo escribió Ron Marz no acabo siendo algo muy memorable, sigh), pero el cruce entre los Vengadores y la Liga de la Justicia parecía condenado a no publicarse. Y eso que a comienzos de la década de los 80 estuvo a punto de hacerse realidad, en una historia a cargo de Gerry Conway y George Pérez de la que este llego a dibujar una veintena de paginas, pero que las disputas editoriales (presuntamente instigadas por Jim Shooter a quien no le gustaba nada el guion de Conway) frustraron su publicación y el proyecto fue cancelado junto con la secuela del Patrulla-X/Nuevos Titanes que iban a llevar a cabo Marv Wolfman y George Pérez.
Por suerte para 2002 se llego a un nuevo acuerdo para llevar a cabo este esperadísimo cruce, que comenzó a publicarse un año mas tarde, y en el que George Pérez tuvo la oportunidad de resarcirse por la anterior intentona frustrada de dos décadas atrás. Un cómic en el que Kurt Busiek recurrió a sus conocimiento enciclopédicos de ambas editoriales y que para poner en marcha recurrió a un villano habituado a esto de enfrentar a grupos de héroes, el Gran Maestro. Un villano para quien el jugarse el destino del universo a través del enfrentamiento de peones no es nada nuevo y al que ya habíamos visto enfrentar a los Vengadores de la costa este contra los de la costa oeste y a quien la JLA debió resultarle muy familiar teniendo en cuenta que se había enfrentado al Escuadrón Supremo y era el responsable de crear al Escuadrón Siniestro a imagen de estos.
Y partiendo de este Macguffin que era el enfrentamiento entre el Gran Maestro y Krona, el antiguo Guardián de Oa, ya solo quedaba disfrutar de este espectáculo tanto tiempo esperado. Busiek aquí lo dio todo para que cada personaje, por pequeño que fuese su papel, estuviese perfectamente caracterizado y reaccionase ante lo que sucedía de forma natural para cada uno (aunque se le notaba con cierta parcialidad a favor de Marvel). Aparte no se corto un pelo a la hora de jugar con la historia de cada uno de ellos y el contraste entre ambos universos editoriales. De esa forma pudimos asistir a momentos tan divertidos como ese Ojo de Halcón al que le reconcome algo desde que ve por primera vez a la JLA hasta que llega a la conclusión de que se están enfrentando a una copia barata del Escuadrón Supremo o la indignación y los celos de Mercurio al descubrir que los supervelocistas son tan respetados en la Tierra-DC que incluso tienen su propio museo.
Un mimo en la caracterización que dio pie a que no todo fuesen enfrentamientos sin mas, como sucedió entre el Capitán América y Batman, quienes tras comprobar que estaban demasiado igualados (pese a que Batman reconoció que probablemente el Capi ganaría) demostraron porque son los estrategas de sus respectivos grupos al darse cuenta inmediatamente de que estaban siendo manipulados. Un Batman que por cierto protagoniza una breve pero genial escena , principalmente “fuera de cámara”, tras encontrarse con el Castigador.
Durante la primera mitad del crossover esta es la tónica habitual, ambos grupos divididos en parejas o tríos, como sucedía en las historias clásicas de la Liga de la Justicia y en sus cruces con la JSA, mientras luchaban por hacerse con los objetos de ambos mundos que debían recolectar (otro puñado de Macguffins) poniendo a prueba las habilidades de todos y emparejándolos muy acertadamente.
Un tramo del cómic del que siempre me ha encantado como reaccionan los Vengadores al ver como Superman, tras un titanico enfrentamiento, ha noqueado a Thor, saltando todos como uno solo para hacer honor a su nombre y vengar a su camarada caído.
Y de pronto Busiek y Pérez cambian las reglas de la historia, ambos mundos se fusionan, sus pasados se convierten en uno y ambos autores nos muestran lo que podría haber sido la historia de Vengadores y Liga de la Justicia si los cruces entre ambos hubiesen sido tan habituales como los de la JLA y la JSA. De forma terriblemente breve podemos asistir a numerosas aventuras entre ambos grupos y momentos de sosiego como su tradición de celebrar juntos la navidad, momentos en los que se homenajea a multitud de historias de ambos grupos incluyendo aquel inacabado primer intento de crossover.
Una parte de la historia en la que de nuevo Ojo de Halcón (que debe ser uno de los favoritos de Busiek) tuvo momentos de sobra para lucirse especialmente con su tensa relación con Green Arrow.
De esa forma todo queda listo para el ultimo acto, cuando todos los héroes, literalmente todos, del pasado y presente de ambos grupos, se lanzan al ataque final contra el villano. Una parte de la historia que poco tiene que envidiarle en cuanto a épica a eventos como Crisis y que Pérez aprovecha para auto-homenajearse sin disimulo alguno. La estructura de la historia es muy similar a aquellos últimos capítulos de Crisis, con los héroes tratando de salvar a los civiles de la destrucción que se extiende por ambas tierras, periodistas informando de lo que sucede y Vengadores y JLA dándolo todo contra un Krona que casi le ha copiado su base de operaciones al Anti-Monitor.
Y ese final de nuevo esta lleno de momentos tan memorables como esperados/predecibles, como ese ataque final de Superman empuñando en una mano Mjolnir y en la otra el escudo del Capitán América. Y aunque es cierto que la historia de este crossover de tan clásica que es se la puede acusar de no ser nada innovadora o arriesgada, es justo lo que un encuentro como este necesitaba, los héroes mas grandes de dos mundos contra una amenaza terrible y el bien triunfando por encima de todo, ni mas ni menos.
Una historia que nadie mas que George Pérez podría haber dibujado tan bien, no solo por quitarse la espinita de aquel crossover fallido de los ochenta, sino porque un cómic tan clásico como este requería a alguien no solo con un talento inmenso, sino que poseyese también ese aire clásico e imperecedero que pocos como el poseen. Y tampoco le vino nada mal el contar con amplia experiencia en esto de narrar historias tan espectaculares como épicas en la que los personajes se cuentan por centenares y deben estar reflejados de la forma mas iconica posible.
Cada pagina de este crossover es puro espectáculo, con un George Pérez dándolo todo (y entintándose a si mismo) en el que sin duda es uno de sus mejores trabajos, y exprimiendo al máximo las posibilidades que le ofrecía una historia como esta. No es solo que dibujase a todos quienes han sido alguna vez miembros de los Vengadores o de la JLA y a muchos de sus aliados, sino que la magia de Pérez nos llevo a lo largo y ancho de ambos universos, desde el Muro de la Fuente a Asgard, de la Batcueva a la Mansión de los Vengadores, del Satélite de la JLA a la Isla Monstruo y a Apokolips (y que gran momento protagoniza allí Darkseid). Pérez dibuja aquí prácticamente todo un Quien es Quien y un Atlas de Marvel o DC y todo es un placer para la vista.
Y si con algo se queda uno tras la lectura de este cómic es con ganas de mas, porque cuatro números, aunque fuesen dobles, supieron a poco y algo como esto hubiese merecido tener unos cuantos números mas aunque fuesen a base de “relleno”, explorando en profundidad todos esos crossovers de los que podríamos haber disfrutado de haber sido mejores las relaciones entre ambas editoriales o incluso algún numero que otro que fuese simplemente Ojo de Halcón y Green Arrow pinchándose mutuamente o incluso un enfrentamiento a cuatro bandas entre Vengadores, JLA, Escuadrón Supremo y Héroes de Angor.
La pena es que un cómic de este calibre a estas alturas esta mas que descatalogado y a precios prohibitivos en el mercado de segunda mano, y dado que desde entonces no hemos podido disfrutar de ningún crossover entre ambas editoriales parece que incluso la posibilidad de una reedición esta fuera de los planes de Marvel y DC. Aunque estos últimos días muchos han pedido que se limen las diferencias para sacar algún tipo de reedición benéfica que pueda ayudar económicamente a George Pérez y su familia. Pero sea como sea este Vengadores/JLA es otro de esos ejemplos de por que George Pérez sigue siendo uno de los dibujantes de cómic mas grandes que nos ha dado el genero superheroico y cuyas obras debería leer todo aficionado al genero.