Para terminar la semana nada mejor que retomar un tema que habíamos dejado un tanto abandonado estas pasadas semanas y que seguro que muchos de nuestros lectores echaban de menos, el Manga BL. Y para ello nada mejor que una obra muy especial que pone en cuestión temas como la identidad o los roles de genero o si de verdad el amor puede no conocer fronteras,
Boy meets María de PEYO, manga auto conclusivo publicado en España por Milky Way Ediciones. Así que sin mas rodeos vamos a conocer la historia de Taiga, de María y de Arima.
El sueño de Taiga es ser actor, pero no un actor cualquiera, sino el mejor actor de todo Japón. Y para ello en su primer día en el instituto decide apuntarse al club de teatro del instituto. Pero cuando llega allí se encuentra con una actuación del grupo de baile femenino del club y entre ellas una visión que le quita el aliento, María, la chica mas atractiva y la mejor bailarina del grupo, de quien Taiga se enamora inmediatamente. Solo que María en realidad es Yu Arima y es un chico, algo que sorprendentemente no parece afectar a los sentimientos de Taiga quien esta decidido a todo con tal de conquistar a la persona de quien se ha enamorado, y que en el camino de ello descubrirá que ambos tienen mucho que ofrecerle al otro.
Boy meets María, este manga con que el mangaka Kōsei Eguchi debutó en 2017 con el seudónimo de PEYO en la revista Canna cuando contaba tan solo con veinte años de edad, es una de las lecturas mas divertidas y emotivas de las que he disfrutado desde que este año me dio por volver a leer manga. Y aunque aquí he disfrutado muchísimo de descubrir a un autor repleto de talento a una edad tan joven, también ha sido una lectura triste ya que Eguchi falleció el año pasado de forma repentina a los veintitrés años de edad dejando inacabada su segunda serie, Kimio Alive, que publicaba en la revista Monthly Shonen Magazine. Una muerte tremendamente trágica, especialmente tratándose de alguien tan joven y a quien parecía esperarle un futuro brillante en lo profesional a juzgar por lo que había sido capaz de hacer aquí.
Pero volviendo al manga, lo que nos encontramos aquí es una peculiar historia de amor entre dos chicos, excesivamente ingenuo e inocentón (y a veces mas bruto que un animal) y otro que arrastra consigo tantas heridas del pasado que apenas es capaz de vivir. Por un lado tenemos a Taiga, quien en su inocencia no solo no entiende que a sus compañeros de clase les parezca raro que siga enamorado de María/Arima tras descubrir que es un chico ni comprende que es eso de “marica” que algunos le llaman incluso a la cara. Un Taiga que ni debe considerarse heterosexual, bisexual ni nada, y que dudo que sepa el significado de esas palabras, sino que simplemente es un chico un tanto superficial que se ha “enamorado” de alguien solo por su belleza, y que a medida que ha ido conociendo mas a esa persona eso se ha ido convirtiendo en un amor mas autentico, sin importarle su genero.
Arima por su parte es un personaje bastante mas complejo y con demasiado equipaje emocional a sus espaldas. Criado como una niña por una madre divorciada que quería tener una hija a través de la cual cumplir sus sueños de juventud, y rechazando esa identidad tras un duro episodio en su pasado, Arima ya no esta seguro de que es. Pero a pesar de esa indefinición que siente Arima, que paradójicamente le lleva a sentirse mas cómodo en muchos aspectos de su vida con la identidad femenina que su madre le obligo a adoptar que con esa masculina que el cree a veces que es la autentica, este manga no trata de la transexualidad como he leído por ahí. Y es que pese a que Arima se siente cómodo con esa faceta femenina suya que le permite bailar con maquillaje y un vestido, la mayor parte del tiempo se siente como un chico y quiere “aprender a ser uno” y perder el pánico que le impide actuar sobre el escenario sin el “escudo” que supone para el su “identidad femenina”, por lo que lo que necesita es alguna forma de reconciliar esos dos aspectos de si mismo.
Porque al final esta historia es literalmente lo que dice el titulo, dos chicos que se conocen pero de verdad, que aprenden a ver mas allá de las apariencias y en el proceso son capaces de ayudarse mutuamente. Taiga consigue dejar atrás su superficialidad y en el proceso va convirtiéndose en mejor actor y persona. Y Arima, gracias a la aceptación incondicional de Taiga (y su cabezonería), consigue empezar a aceptarse a si mismo en todas sus facetas, a cerrar esas heridas del pasado que le lastraban y a formarse una nueva identidad totalmente integrada,
Y uno de los aspectos mas interesantes de este manga es como PEYO pone en cuestión todos esos estereotipos de genero que impone la sociedad o las tradiciones. Como debemos comportarnos, actuar, expresarnos, que nos debe gustar, como debemos reaccionar ante los demás o en que “huecos” predefinidos debemos encajar y no salir de ellos jamás, todo eso son elementos que se ponen en cuestión a través de la mirada inocente y pura de ese Taiga de quien muchos deberíamos aprender algo.
Aunque es triste saber que nunca volveremos a contar con una nueva historia protagonizada por estos personajes ni a leer otro manga realizado por PEYO/Kōsei Eguchi, lo mejor que podemos hacer por este tristemente fallecido autor es mantener vivo su recuerdo a través del legado que nos ha dejado. Por eso esta vez recomiendo aun con mas ganas de lo habitual la lectura de este Boy meets María, no solo por tratarse de una gran obra a la que todo el mundo debería echar un ojo, sino por la memoria de este gran autor que nos dejó tan pronto. Y que se trata ademas de un manga en el que el contenido explicito es inexistente, por lo que tengan reparos a la hora de acercarse a este tipo de mangas por ese motivo, aquí pueden estar tranquilos.