Tras la fría y analítica reseña de Diógenes, ese ser frio y sin alma (la vendió al diablo a cambio de un chateau en los Alpes) que ve las películas de la misma forma que un programa informático analiza los datos que le introducen, tocaba hacer una reseña como esta película se merece, con las tripas. Y es que nos encontramos ante una de esas adaptaciones en las que se nota a cada paso el cariño y casi la reverencia por el material que adapta, donde la persona al frente demuestra su amor por los cómics y quienes los hacen y que en este caso se centra especialmente en la figura de un grande del cómic como es John Ostrander. Así que lo que toca es dejarse llevar por las emociones y disfrutar de la sangre, la violencia y el humor negro del autentico Escuadrón Suicida y con todos los SPOILERS que Diógenes no quiso poner.
Pese a que por suerte no toda las películas del DCU han sido un horror inenarrable de esos que uno quiere borrar de su memoria y condenar a sus responsables a pasarse la vida rodando videoclips para algún país lejano cuyos productos no nos lleguen, tengo que reconocer que esta versión del Escuadrón Suicida es la película de la DC moderna con la que mas he disfrutado, y que conste que me lo pase muy bien con Wonder Woman, Aquaman y Shazam. Porque aunque comparte con estas la fidelidad y el cariño por el material que adapta, el Escuadrón Suicida de Gunn es una cosa frenética y sin complejos que sabe aunar lo mejor del cine de superhéroes moderno con el cine clásico de acción y ese cariño por el gore de sus viejos tiempos en Troma.
Pero sobre todo con lo que mas he disfrutado es con la sensación que tuve desde el primer momento de que estaba viendo al Escuadrón Suicida de verdad y no a una copia descafeinada del mismo. Un Escuadrón que aunque reúne a personajes de diferentes encarnaciones del mismo, el principal referente es la etapa clásica de John Ostrander y Luke McDonnell. Algo que queda patente cuando vemos aparecer en pantalla al mismísimo John Ostrander interpretando al Doctor Fitzgibbon, el medico de Belle Reve encargado de implantar los explosivos en las cabezas de los miembros del Escuadrón. Un medico que comparte nombre con el doctor que atendía a Meredith Quill, la madre de Starlord, en la primera película de los Guardianes de la Galaxia, también dirigida por James Gunn y que es una broma personal del director ya que es el apellido de un amigo suyo y en todas sus películas aparece algún personaje con ese nombre.
Un doctor que esta preparando para su misión al villano Savant (interpretado por Michael Rooker) a quien vemos al comienzo de la película jugar con una pelota de goma en prisión y matar de forma brutal a un pájaro que según quienes entienden de esto no es exactamente un canario pero se le parece mucho. Una escena que quiero pensar que es una referencia directísima a Birds of Prey, serie en la que debuto el personaje como villano y que en su primera aparición tuvo un encontronazo con Canario Negro que no dudo que tuviese su reflejo en el pasado (que no hemos visto) del personaje en el cine y que le haya provocado tener cierto rencor a los pájaros (que luego se cobran su justa venganza)
Y en esta Belle Reve que se parece mucho mas a la clásica, nos podemos encontrar no solo con una Amanda Waller mas brutal y cabrona que nunca (como debe ser) y que aquí esta rodeada de caras familiares como John Economos o Flo Crawley, y aunque hay que mirar los créditos para saber que es el, el piloto del Escuadrón no es otro que Briscoe, por lo que aunque aquí lo que pilota es un avión con capacidad de aterrizar y despegar como un helicóptero, quiero pensar que también se llama Sheba. Aunque la pena es que no saliese también el Doctor Simon LaGrieve tratando de convencer (sin éxito) a Waller de que ninguno de los miembros del Escuadrón estaba capacitado para participar en ninguna misión.
Misión que comienza con una masacre brutal en la que todo el equipo de Flagg (salvo Harley) son acribillados sin piedad por las fuerzas de Corto Maltese, ese país imaginario que se invento Frank Miller para su Dark Knight y al que DC tanto ha exprimido. Una misión en la que tengo que reconocer que me jodió que muriese el Capitán Boomerang, ya que como fan de la etapa clásica soy incapaz de imaginarme un Escuadrón Suicida sin el, y que es posible que sea una referencia a otro viejo cómic. Porque yo al menos no puedo evitar pensar que se trata de una referencia bastante clara al “Doom Patrol and Suicide Squad Special” de 1987 a cargo de John Ostrander, Paul Kuperberg y Erik Larsen, en el que Flagg comando una misión en la que se encontraban entre otros Weasel y el Pensador, a un país sudamericano (Nicaragua en este caso) para asaltar una fortaleza, y de la que solo Flagg volvió con vida (uno de esos momentos que en el cómic contribuyo a romperle psicológicamente del todo).
Con este comienzo tan espectacular que nos deja claro que estamos ante un Escuadrón Suicida muy diferente (y mejor) al que vimos en la anterior película (y que yo casi he conseguido olvidar) la película no deja de ir a mas. Mas acción, mas enajenación, mas guiños al cómic, algunos rebuscadisimos como esa referencia de Waller se tiene que reunir con el Senador Cray y que los que recuerden bien los cómics de los ochenta sabrán que es posible que de esa reunión no salga nada bueno…
Y pese a que la alineación que nos encontramos en esta película no es precisamente muy clásica, ya que salvo Flagg ninguno de los personajes perteneció al Escuadrón de los ochenta, todos los personajes encajan en el “espíritu” de aquella etapa. Tenemos a personajes auténticamente despreciables como ese Pacificador que no solo es visualmente idéntico al del cómic (da gusto cuando hacen esas cosas) sino que se ha respetado ese fanatismo e irracionalidad del cómic y que como no se cansa de decir matara a todo lo que se le ponga por delante para cumplir con su misión, sin ningún remordimiento ni moralidad, como demuestra en mas de una ocasión a lo largo de la película. Un personaje con el que John Cena parece que se lo ha pasado de miedo y al que me muero de ganas de volver a ver en su propia serie (y enfrentándose nada menos que a Adrian Chase, el Vigilante).
Un fanatismo tal que en comparación el asesino a sueldo Bloodsport (Idris Elba), pese a su profesión, a la larga lista de victimas a su espalda y a su ambigüedad moral, es bastante decente a su lado. Una adaptación curiosa ya que estéticamente no se parece nada a su contrapartida del cómic (aunque su armamento fantástico si esta casi calcado de su aparición en el Superman de Byrne) y a ratos parece que esta ahí solo para reemplazar a Deadshot (aunque al principio parece que se barajó utilizar a Deathstroke en su lugar), con la coña incluida de que su relación con su hija es un reflejo inverso a la que tenia Lawton con la suya. Pero Idris Elba es tan bueno en lo suyo que el personaje casi acaba pareciendo uno de aquellos personajes de Ostrander, siendo especialmente irónico como con el nos muestran que incluso personajes de dudosa moralidad como un asesino a sueldo tienen limites que deberían tener otros que se supone que velan por la seguridad del mundo como el Pacificador o Amanda Waller.
También encajan como un guante en esa esencia del Escuadrón clásico personajes como Polka Dot Man o Ratcatcher II (genial el detalle de en lugar de limitarse a cambiar el genero del personaje convertirla en la hija del original y mas genial aun el cameo que consiguió Gunn para darle vida a este) personajes que no son exactamente supervillanos sino criminales de poca monta victimas de las circunstancias a quien Waller utiliza como carne de cañón para sus misiones. Por un lado tenemos a esa Ratcatcher II (Daniela Melchior) que solo esta en prisión porque un juez considero que utilizar ratas para robar en un banco se consideraba como atraco a mano armada (y no es difícil imaginar a Waller presionando al juez para que eso fuese así) y que parece incapaz de hacer daño a nadie. Y por el otro ese genial David Dastmalchian, a quien en cada proyecto que le veo le admiro mas, y que aquí da vida a ese pobre diablo de Polka Dot Man, quien necesitaba ayuda psiquiátrica y no apuntarle hacia un objetivo y dispararle como si fuese un arma y que ha acabado siendo uno de los personajes revelación de la película.
Aunque para revelación la de King Shark/Nanaue, un personaje que en el cómic nunca me ha interesado demasiado pero que aquí con esa personalidad de cachorrito despistado y la voz de Sylvester Stallone se ha convertido en un personaje al que espero volver a ver en el futuro del DCU.
Pero no podemos olvidarnos de los únicos supervivientes del Escuadrón Suicida de la película anterior (aunque queramos olvidar la película en si) Para empezar da gusto ver que aquí Rick Flagg deja de parecer un militar genérico para parecer salido de las paginas de un cómic de Ostrander y McDonnell. Y aunque es cierto que aquí su personalidad es bastante mas simpática y agradable de lo que era allí, da gusto verle de nuevo convertido en uno de los pocos focos de moralidad del grupo y que sigue siendo el que esta dispuesto a hacer lo correcto aunque eso suponga desobedecer ordenes. Una moralidad que acaba provocando su muerte a manos del fanático del Pacificador y que es tremendamente similar a como “murió” en el cómic, durante una lucha brutal contra un enemigo y acabando enterrado bajo los escombros de Jotumhein. Solo espero que como sucedió en el cómic nos acaben revelando que no murió de verdad y que regrese como lo hizo en el cómic, porque me encantaría ver a James Gunn poner sus manos en esa historia.
También ha sido todo un placer ver a una Harley Quinn que en su tercera aparición en pantalla por fin me ha convencido. Ya que aunque Margot Robbie es una actriz increíble y lo ha dado todo por el personaje, en sus apariciones anteriores siempre sentía que le faltaba algo. Pero aquí por fin me la he creído del todo, desde sus despliegues de violencia, su cariño por quienes considera sus amigos (aunque sea incapaz de recordar quienes son) y los momentos mas cómicos. Siendo para mi especialmente notable ese momento en el que al darse cuenta de que el Presidente Luna (Juan Diego Botto) no es exactamente lo que aparentaba y que se parece mas de la cuenta a cierto ex suyo, no duda un instante en poner fin a esa relación de la forma mas expeditiva posible porque no piensa volver a pasar por lo mismo que sufrió con el Joker.
Y este Escuadrón que encuentra un antagonista/aliado forzado en la forma del Pensador. Una peculiar adaptación del clásico villano al que da vida aquí Peter Capaldi y que cambia su casco de toda la vida por unos implantes que parece que han salido de diseños descartados de Destornilladores Sónicos. Un villano que lo es con todas las letras, un personaje despreciable y nauseabundo sin moral alguna y que no tiene mas excusa para su comportamiento que el disfrutar con lo que hace.
Y con este peculiar elenco de personajes James Gunn no hace mas que ir a mas en todos los niveles, aumentando el nivel de violencia y humor negro a cada paso, convirtiendo esta película en una de las cintas de acción mas violentas y extremas que he visto en mucho tiempo y con la que mas me he reído. Con una acción perfectamente rodada y coreografiada, de la que uno puede disfrutar, que siempre tenemos claro lo que esta sucediendo y que no abusa de esa cámara temblorosa o de constantes cambios de plano que tanto gustan a otros directores que no saben como rodar acción de verdad.
Un llegar a mas que alcanza lo mas alto con la revelación del autentico “villano” de la película. Un villano que ojala no hubiesen desvelado en los trailers y el resto de material promocional, porque yo hubiese dado cualquier cosa por llevarme la sorpresa de descubrir poco a poco a Starro el conquistador en toda su gloria. Un Starro que difícilmente podría haber sido mas fiel al cómic, desde su apariencia a su forma de esclavizar a sus victimas y que se convierte en una amenaza casi imposible para el Escuadrón. Y pese a todos los actos monstruosos que le vemos cometer en la película Gunn consigue desarmarnos con una simple frase dicha por el alienigena y que entronca con uno de los temas principales de la película.
Porque como decía Diógenes en su reseña sin alma (y como me jode coincidir con el, pero la película lo merece) uno de los temas principales de la película es el de gente (y seres que no son gente) a los que obligan y manipulan a hacer lo que no quieren, que se ven forzados a actuar de forma contraria a sus convicciones y que descubren que les gustaría ser otra cosa o que incluso la moral mas dudosa tiene líneas que se niegan a cruzar. Encontrándonos con diferentes formas de rechazar ese control externo, desde Flagg y su gente negándose a cumplir ordenes para hacer lo correcto a Starro escogiendo destruirlo todo a su paso. Pero el mensaje en el fondo es el mismo, por mucho que trates de controlar algo o alguien contra su voluntad, tarde o temprano eso te va a estallar en la cara. Algo que a menudo encontramos en aquellos cómics de los ochenta.
Y no quiero acabar sin mencionar ese pequeño detalle genial que ha incluido James Gunn en la película como homenaje a los Guardianes de la Galaxia. Ese cameo que es visto y no visto de Pom Klementieff, quien interpreta a Mantis en el MCU, y que aparece aquí muy brevemente como bailarina en un bar de mala muerte. Algo muy similar a lo que hacia Mantis en el cómic antes de conocer al Espadachín y que en cierto modo es muy fiel al trabajo que hizo Steve Englehart con ella, quien se la llevo de Marvel a DC y viceversa para seguir contando su historia. Un casi cameo que si uno quiere puede imaginar que es la autentica Mantis antes de saltar de Universo y transformarse físicamente en la que se encontraron los Guardianes en Ego, que eso eso es lo que haría Englehart.
Creo que no podría decir mas claro lo muchísimo que me ha gustado esta película, las ganas que tengo de verla de nuevo y que espero que esta no sea la ultima vez que veamos a James Gunn trabajando con propiedades de DC (que vale, ahí esta la serie del Pacificador pero es un spin-off de esto) Porque en DC aun hay muchos personajes delirantes que serian perfectos para Gunn y porque a la propia DC le hace falta gente como el, sin complejos y con personalidad, capaces de exprimir todo el potencial de sus personajes en lugar de limitarse a quedarse en lo superficial sin entender nada. Que por ejemplo yo estaría encantado si a Gunn se le sumase alguien como Taika Waititi y pudiésemos verle adaptar a personajes tan locos como Ambush Bug, que de ahí podría salir algo genial.