Ya se sabe que por aquí no le tenemos especial cariño a los eventos/crossovers superheroicos por eso de que por cada uno decente tenemos media docena (o mas) que dan ganas de darse cabezazos contra la pared mas cercana. Por eso, y por estar en manos de alguien como Jason Aaron que en el pasado reciente ha demostrado no estar muy atinado con sus eventos (Original Sin, War of Realms) y que en el presente esta demostrando que sus mejores trabajos han quedado muy atrás, no me esperaba demasiado de este Heroes Reborn/Return (el nombrecito ya animaba a presagiar todo lo malo). Pero de alguna forma pese a que esperaba muy poco o nada de este evento (y su casi docena de tie-ins) el resultado ha sido infinitamente peor de lo que me temía, lo que tiene su merito. Así que aunque por lo general procuro hablar por aquí solo de cosas que me han gustado, no me puedo contener y necesito desahogarme un poco porque esto ha sido demasiado. Una reseña que esta repleta de SPOILERS por todos lados, así que a leer con cuidado.
No hace tanto Jason Aaron era un guionista bastante bueno con grandes ideas y talento para desarrollarlas, pero le ha terminado sucediendo lo que le pasa a muchas personas en el ámbito creativo, que se atascan, se bloquean y de pronto ya no son capaces de estar a la altura de su propia reputación. Un desgaste que ya se dejaba notar en Original Sin o en el final de su etapa en Thor (que empezó con un nivel altísimo y se desinflo mucho al final principalmente a base de estirar la historia mas de lo que daba de si) y que tras casi tres años al frente de los Vengadores ya era mas que patente. Por todo eso no me esperaba con ninguna ilusión, y si con mucho temor, este evento de Heroes Return que seguía la estela de reciclar nombres de eventos del pasado (algo que en este caso concreto no inspiraba demasiada confianza, que es como bautizar a tu evento Secret Wars II o Flashpoint) y que se veía desde lejos que no iba a ser mas que un remedo de la Era de Apocalipsis.
Y aun así, pese a tener unas expectativas por los suelos y creer que estaba preparado para lo peor que pudiese ofrecerme este evento, tras leerme este Heroes Reborn/Return me he sentido estafado y decepcionado. Una miniserie de siete números, un especial de epilogo/conclusión y una decena de tie-ins. Cualquiera pensaría que eso es espacio mas que suficiente para desarrollar una gran historia, pero de algún modo lo que nos ha dado Jason Aaron es una cosa inconexa, estiradísima y aburrida. El primer numero ya nos dejaba claro que estábamos ante lo que decía mas arriba, una nueva vuelta de tuerca a la Era de Apocalipsis pero centrada en los Vengadores y no en los mutantes, presentándonos este “nuevo” mundo repleto de cambios y planteándonos un montón de preguntas. Era un primer numero que no destacaba por su originalidad pero del que aun esperaba que pudiese salir algo medio decente aunque predecible (que releyendo lo que escribí cuando salio el primer numero veo que acerté en prácticamente todo, que triste)
Pero a partir de ese primer numero todo fue cuesta abajo. Por algún motivo a Jason Aaron le dio por desarrollar en cada numero posterior esos enfrentamientos de los que vimos atisbos en el primer numero, provocando que la serie no avanzase casi nada y que el desarrollo de la misma consistiese básicamente en explotar numero a numero esas cuatro ideas que en su cabeza debían ser muy molonas pero que no iban a ningún lado. Todo mientras en las historias de complemento de cada numero iban reuniéndose los Vengadores poco a poco. Algo que ha provocado un ritmo de lectura a saltos y casi incoherente que provocaba la sensación de que faltaba algo en medio que aglutinase lo que nos estaban intentando contar.
Algo para lo que no han servido precisamente la decena de tie-ins que han acompañado al evento, sino todo lo contrario, solo han servido para dispersar aun mas una historia a la que ya le faltaba demasiada cohesión. Especiales a cargo de diferentes equipos creativos que como en su día sucedió con los especiales de Amalgam que acompañaron al Marvel vs DC su única gracia ha consistido en ver las peculiares, cuando no grotescas, combinaciones de personajes, los homenajes a historias clásicas, especialmente las de DC (que con el Escuadrón Supremo de por medio esto es lo que se han centrado en homenajear) y el encontrarnos a personajes muy fuera de su entorno. Pero ver a Hyperion junto a la Guardia Imperial Shi’ar como si fuesen Superboy y la Legión de Superhéroes, tener a Matt Murdock convertido en adorador de Mefisto, Peter Parker convertido en el Jimmy Olsen de este mundo o Nighthawk robandole historias a Spiderman no han sido alicientes suficientes para levantar esta saga, especialmente dada la irrelevancia mas absoluta que han tenido todos estos tie-ins para el evento principal.
Tras todo esto hemos llegado al final que esperaba y temía. Uno que hace que todo lo anterior parezca un simple prologo muy largo, donde todo se ha desarrollado de forma tristemente predecible y la emoción ha brillado por su ausencia. Con un enfrentamiento en el que uno ya no tiene claro si los personajes recuerdan sus vidas pasadas o no, con algunos tan fuera de si mismos que están irreconocibles (ese Coulson que no se de donde ha salido) y con algunos elementos que chirrían un poco.
Especialmente esa explicación de que Blade era capaz de recordar como era el mundo antes de su transformación debido a su “conexión con lo sobrenatural” (cada vez mas convencido de que lo hizo solo para que fuese el equivalente a Bishop en esta historia) sin que en ningún momento se justifique como es que ningún otro personaje conectado a lo sobrenatural recordase nada, como el propio Ghost Rider que aparecía en esta serie, pesos pesados como el Doctor Extraño o cualquier otro de la multitud de personajes místicos que tiene Marvel. Un final que lo único bueno que tiene es que se acaba y el haber podido ver brevemente a Thor vistiendo de nuevo su traje clásico (que sabemos que no conservara).
Dieciocho cómics que al final parece que no han sido mas que un prologo para algo que Jason Aaron nos quiere contar mas adelante, con esa coalición de 615 Mefistos de diferentes realidades alternativas que ha reunido. Algo que no me quito de la cabeza que ha incluido solo para justificar el que Mefisto haya estado actuando en las sombras durante su etapa en Vengadores o en el Spiderman de Nick Spencer cuando se suponía que el diablo estaba encerrado en su celda en un casino de las Vegas desde el final de Damnation. Una futura historia que visto lo visto no podría interesarme menos y que me hace desear cada vez con mas fuerzas que reemplacen cuanto antes a Jason Aaron al frente de los Vengadores a ver si una temporada centrado en sus propios cómics le devuelve a lo que fue en el pasado.
Y lo peor de todo esto es que al final me he quedado con la sensación de que toda esta historia podría haber quedado de puta madre como uno de aquellos anuales autoconclusivos de antaño, que visto la enjundia que ha tenido al final, 64 paginas hubieran sobrado para desarrollar esta historia (y no las mas de 500 que ha durado esto), reduciendo todos esos tie-ins a pequeños guiños y cameos en viñetas sueltas (porque no daban para mas) y yendo al grano de la historia, sin paja ni relleno, sino algo directo como se hacia antes de que algunos autores encontrasen en el maldito “decompresive storytelling” la herramienta perfecta para no tener que esforzarse demasiado, porque esto es lo que ha sido al final Heroes Reborn/Return, algo a medio gas hecho para salir del paso.
Cosas como este Heroes Reborn/Return no ayudan precisamente a que recupere mi fe en los eventos, pese a que siguen saliendo cosas de vez en cuando que valen la pena (los de Donny Cates para Venom, Damnation o Empyre fueron bastante entretenidos) pero esta claro que sigue siendo algo muy irregular de lo que puede salir cualquier cosa y que cuando al frente de ellos hay autores que no pasan por su mejor momento creativo es mejor salir huyendo antes que perder el tiempo. Así que solo me queda esperar a que la tendencia cambie y los eventos salgan solo cuando haya una idea realmente buena que contar y no algo obligatorio que hay que publicar dos o tres veces al año (lo se, soy un iluso) y que Jason Aaron vuelva pronto a ser el que era, que se echa de menos leerle.