Y para terminar la semana toca otro poquito de diversificación via manga, que a juzgar por los comentarios que recibimos es algo mas necesario que nunca. En esta ocasión se trata de otro manga autoconclusivo que ha llegado a España gracias a Ediciones Tomodomo, El Chico del Super (Konbini-kun) de Junko. Una historia que aunque parte de elementos dramáticos y traumáticos, es por encima de todo un manga muy optimista sobre la superación personal y la lucha contra los prejuicios que todo el mundo debería leer.
Tras el acoso y la humillación sufrido por parte de sus compañeros de clase al descubrir que era gay, el joven Endou abandonó el instituto y se encerró en su casa durante un año negándose a tener contacto con el exterior. Pero consciente de que su vida no podia seguir por ese camino Endou acabó aceptando la oferta de su tío de trabajar como dependiente en su multitienda, pese al pánico que le provoca el volver a relacionarse con gente. Un miedo al que no ayuda demasiado la presencia de Yamai, un compañero de trabajo borde y antipático a quien parece molestarle la presencia del sobrino de su jefe. Pero un incidente casual hace que Endou se de cuenta de que Yamai en realidad es un gran tipo y poco a poco va siendo capaz de volver a disfrutar de la vida, hasta que elementos de su pasado regresan para atormentarle…
Aunque como le gusta a Diogenes recordarme no soy ningún experto en manga, por lo que llevo leído estos meses sobre manga BL estos parecen dividirse entre los que muestran al lector mundos ideales casi de fantasia en los que no existen los prejuicios y mangas en los que en mayor o menor medida se refleja nuestra realidad tanto para lo bueno como para lo malo, y este “El Chico del Super (Konbini-kun)” de Junko entra de lleno en esta categoría. La historia parte de un incidente tan dramático como real, el acoso irracional que sufre su protagonista simplemente por ser “diferente” a sus acosadores, algo que por desgracia nos encontramos demasiado a menudo en el mundo real donde la escoria acomplejada no parece tener nada mejor que hacer que dar rienda suelta a sus prejuicios y fanatismo. Pero por suerte en este mundo real nuestro que reflejan estos mangas esa clase de gente son una minoría, y así aquí también nos encontramos no solo con personajes que no están dispuestas a consentir ese tipo de actitudes contra nadie sino también a otros capaces de aprender de sus errores y reconocer el daño que han causado.
Y aquí la mangaka Junko hace un gran trabajo equilibrando todos esos aspectos de la historia, mostrándonos como el trauma sufrido por Endou le ha destrozado la vida pero también como poco a poco y gracias a su familia y a sus nuevos amigos consigue no solo ir dejando todo eso a tras y volver a abrirse al mundo, sino acabar aceptándose a si mismo. Pero también resulta muy interesante como ha reflejado aquí a sus acosadores homófobos, mostrándonos que pese a que hay algunos que parecen estar mas allá de la redención y de convertirse en personas normales, otros lo son simplemente por seguir la corriente, por el miedo a que les metan en el mismo saco que a sus victimas, al menos hasta que alguien les hace ver lo equivocado de su actitud.
Pero pese a todo ello y aunque pueda parecer lo contrario, El Chico del Super no es un dramón deprimente, es un manga muy tierno y divertido en el que resulta todo un placer acompañar a Endou en su camino hacia la aceptación, el ver como pasa de ser alguien tímido, inseguro y aterrado a ir convirtiéndose en alguien mas seguro de si mismo y capaz de reír de nuevo. Aunque ahora encuentre con el nuevo e inesperado problema añadido de que una vez conseguido salir de su cascaron y dejar a tras su pasado le gustaría que esa recién nacida amistad con Yamai pudiese ser algo mas.
Eso si, aunque recomiendo muy efusivamente la lectura de este “El Chico del Super” y creo que todo el mundo podría aprender algo de una historia como esta, toca avisar de que hay alguna escena subida de tono que quizás pueda incomodar a algunos, aunque es algo bastante discreto y muchísimo menos explicita de lo que podemos encontrar en cualquier cómic de Carlos Gimenez o de Howard Chaykin (y no cuento Black Kiss ahi). Y tras esta pequeña advertencia reiterar mi recomendación, que hace falta leer un poco de todo, ser mas abiertos de mente y menso intolerante.