Tras tanto cómic viejo y animación en 3D toca un poco de diversificación de la buena, de salir de nuevo de esa zona de confort que seguro que ahora Diógenes se arrepiente de haberme aconsejado que dejase atrás y volver a hablar de esos manga que el detesta. Y en esta ocasión toca habla de un manga muy especial en el que su autora, Syundei, consigue con su estilo retrotraernos a una época tan entrañable como los añorados años 80. Así que hoy no solo toca diversificación sino también un poquito de nostalgia de la mano de ¡¡No Te Rindas, Nakamura!! (Ganbare! Nakamura-kun!!) y de los absurdos enredos en los que este se mete por culpa de su timidez patológica.
Nakamura lleva un año pilladisimo por su compañero de clase Hirose, pero a pesar de ello su timidez ha provocado que lleve un año compartiendo clase con el y aun no haya sido capaz de dirigirle la palabra ni una vez, resignándose a mirarle desde lejos y a soñar con el. Pero Nakamura ya no aguanta mas y esta dispuesto a apartar todos esos obstáculos que se ha puesto el mismo y tratar de hacerse amigo de Hirose cueste lo que cueste y luego ya vera si las cosas pueden ir un poco mas allá. Unos intentos que debido a la torpeza, timidez y falta de habilidades sociales de Nakamura no harán mas que meterle en un lio detrás de otro.
No negare que lo que mas me atrajo desde el primer instante de este manga es que parecía surgido de otra época. Y es que ya desde la misma portada, con esa estética tan retro en el diseño de personajes, el uso de los colores y logos, parece estar gritándonos que esto es un manga de los 80 que no habría desentonado nada junto a las obras de gente como Rumiko Takahashi o Izumi Matsumoto. Una sensación que no hace mas que ir a mas tras su lectura y encontrarnos con que esto no se limita a una cuestión estética, sino que todo en el manga, el tipo de humor, los gags visuales, las expresiones de los personajes o los enredos absurdos en los que acaban estos es lo mas ochentero posible. Pero pese a ello estamos ante un manga que vio la luz como una serie de ilustraciones en Internet que el editor de la revista Opera vio e invitó a su autora, Syundei, a escribir un capitulo auto conclusivo a modo de relleno para la revista en 2014. Una colaboración que debió gustar mucho entre el publico ya que esta continuó en 2015 con la publicación de nuevos capítulos hasta la conclusión en 2016 de este primer volumen que hoy reseñamos.
Pero lo grande de este manga es que es mucho mas que un simple ejercicio de nostalgia. Aprovechando la perspectiva que dan los años Syundei juega con las claves y tópicos de estos mangas románticos de hace décadas (y un poco también de los actuales) para hacer algo diferente con todo eso. Que ya de entrada el que tanto el protagonista como su interés romántico sean dos chicos ya lo aparta muchísimo de lo que se hacia en aquella época, algo que Syundei maneja con una naturalidad de lo mas simple al tratarles exactamente igual a como se trataban en aquellos años a los protagonistas heterosexuales. Aunque eso no le impide jugar con la imagen que este tipo de manga tiene entre algunas personas algo cortas de miras (como Diógenes)
Aunque lo mejor sin duda de este manga es su sentido del humor. Un humor muy inocente, aunque con algo de mala leche ocasional, que parte casi siempre de los enredos absurdos en los que se mete Nakamura por culpa de su timidez, su torpeza y el estar metido en el armario. Algo que da pie a que la vida de Nakamura sea cada vez mas rocambolesca e incluya ser el objeto de deseo de una compañera, el objetivo de reclutamiento por parte de varios clubs estudiantiles y un odio patológico hacia cualquiera que se acerque a “su” Hirose. Situaciones que sirven a Syundei para dar rienda suelta a ese cariño por los ochenta y explotar al máximo ese tipo de gags visuales que se han perdido un poco con el tiempo.
Y este manga podemos conseguirlo en España gracias a la gente de Milky Way Ediciones, una editorial con un catalogo cada vez mas interesante que tarde o temprano le provocara un pampurrio a Diógenes… Pero lo mejor es que la divertida historia de Nakamura y Hirose no se ha quedado aquí, ya que en 2017 comenzó la publicación de su secuela, Motto Ganbare! Nakamura-kun!!, una publicación que ha ido a un ritmo muy lento y que a día de hoy se encuentra pausada sin saber cuando continuara, pero que cruzo los dedos para que no tarde demasiado en hacerlo porque este manga es demasiado bueno como para conformarnos con un único volumen.