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Green Lantern, la película olvidada

Hace años, en tiempos más inocentes, WB estrenó una película de Green Lantern a la estela del Iron Man que había estrenado la Paramount -porque la estreno la Paramount y por eso todavía no puedes ver Iron Man en Disneyplas, ¡jódete miquimaus!- con el intento de, no sé, tratar de hacer un Universo Cinematográfico de DC o algo parecido.

Se parecía más al Pato Howard que a Iron Man, pero yo me entiendo.

La cuestión es que, en aquellos tiempos más inocentes en los que dábamos por hecho que Marvel la cagaría a lo grande tarde o temprano y que no teníamos claro que una película de Los Vengadores pudiera tener éxito porque ya se sabe, los tipos con pijama no venden y lo que vende de verdad es Christian Bale en plan cazallero, Green Lantern apareció hace diez años como una especie de perro verde (heh) una película que iba en dirección contraria al enfoque de Nolan con Batman. Green Lantern tenía en mente el recién nacido Universo Cinematográfico Marvel, la inspiración de Iron Man en las películas de acción ochenteras y trataba de ser comedia, acción, drama y… Y… Bueno, digamos que ni lo uno ni lo otro, que una cadena de catastróficas decisiones hizo que el film se estrenara siendo un desastre completo y su fracaso en taquilla puso todas las esperanzas de Warner de tener algo parecido al MCU en manos de Christopher Nolan, que ni quería ni debía encargarse de ello porque ya estaba pensando en otra cosa para emular a su queridísimo Stanley Kubrick. Y el resto, como sabéis, es historia.

Oh vamos, ¡si es que lo de Nolan a ratos bordea el plagio!

Eran otros tiempos, sí, y yo recuerdo ver la película y pensar que era un horror, inventando para ella lo que bauticé como «la escala Piratas»; una película era realmente mala e infame si era peor que Piratas, una serie que Telecinco estreno por aquellos años a bombo y platillo y que no era otra cosa que una de las peores adaptaciones que haya visto jamás, un auténtico destrozo. Y sí, califiqué a Green Lantern como una película peor que piratas, y hasta le negué una reseña como es debido como sí que se la dí a posteriori a películas mucho peores que no deberían haber merecido el menor aprecio. Más tarde, eso sí, llegó M’Rabo y como siempre la reseñó solo con las tripas y la glosó en base a todos los easter eggs del cómic que metía -si es que el muchacho es simple como el solo-, pero admitió que era una película, cuanto menos «mediocre». Y poco más que decir, la película fracasó tan fuerte y con tantas ganas que todo el mundo creyó que Ryan Reynolds era un mal actor que no sabía hacer comedia y mucho menos cine de superhéroes. Eso cuando no se metían con Taika Waititi, que seguramente no debería acercarse nunca más a una cámara.

Así acabó Taika después de Green Lantern, sí.

No he vuelto a ver Green Lantern en diez años. La película me ha aparecido alguna que otra vez en recomendados -desafortunadamente no, no es lo peor que me aparece en recomendados- seguramente por ver tanto el Superman de Donner o Superman y Lois y… Bueno, que me gusta Superman y el algoritmo se ha pensado que debería interesarme una película que me cabreó mucho al verla, que me hizo descubrir que una persona podía cabrearse muchísimo al ver una película -sí, visto a toro pasado tampoco era para tanto- así que no me parecía inteligente el volver a ver esta cosa. Tenía cosas mejores que hacer, dos horas de tu vida las puedes gastar en cosas más interesantes, pero… ¿Y si me equivocaba?

Es complicado ver sin prejuicios una película que ya has visto, pero habrá que hacer el esfuerzo; si otros pueden, pues tú también.

Vamos a dejarlo claro; las películas, igual que los libros, los cómics o los videojuegos cambian según quien las vea. Nuestras experiencias definen nuestra experiencia con el film, porque lo analizas desde los conocimientos que has ganado a lo largo de los años; ¿soy más listo o más tonto que hace diez años? No lo sé, no tengo ni idea. Quiero pensar que soy más espabilado, más sabio, que soy capaz de ver cosas en una película que antes no podía ver, que puedo bajarme de mi trono de apariencias y reconocer mi ignorancia más a menudo que un adolescente que vive siempre a la defensiva. Seamos honestos Green Lantern, sabiendo todo lo que vino después y lo que íbamos a padecer, ¿mereces una segunda oportunidad? ¿Merece esa segunda oportunidad una película del director de Goldeneye, el protagonista de Deadpool y el director de Jojo Rabbit, aunque sea en un papel secundario? Creo que me está dando una crisis de ansiedad solo de pensarlo, debe ser la edad. Debo de estar haciéndome viejo, pero voy a darle una segunda oportunidad a Green Lantern y voy a reseñarla como se merece y…

Si te lo pide Ryan Reynolds (que en realidad no creo que te lo pidiera ni aunque fueras su peor enemigo) seguro que le das una segunda oportunidad.

Y una vez vista otra vez, te paras un momento a pensar y vaya, no es un siniestro total. Quiero decir, algo podría haberse salvado. Algunas líneas de guión chirrían, la trama está muy revuelta y avanza a trompicones recreándose en cosas que igual era mejor dejar para la segunda parte, con lo que con unos pequeños ajustes la cosa podría haberse arreglado. Si rodáramos unas cuantas escenas más, rehicieramos el montaje y le diéramos más tiempo de desarrollo a algunas tramas y personajes, todo lo que salió mal podría arreglarse. Y no creo que saliera tan caro, tal vez con 70 millones más ya valdría; total, ¿qué son setenta millones? ¿Siete películas de Adam Sandler que dan siete veces más dinero que un corte «del director» que solo verán entero cuatro tarados? Vamos, puede que Green Lantern sea peor que Piratas, pero a la hora de la verdad… Seguro que alguien estaría a favor de un Release the Campbell’s Cut. Digo yo que el director de Goldeneye, Casino Royale o La Máscara del Zorro se lo merece bastante más que el director de Corazones de Acero o la versión yandere mustia de Chitty Chitty Bang Bang, ¿no?

¡Todas las películas se merecen 70 millones más para apaños, hagamos justicia!

Que digo yo que ya puestos, a George Lucas no le vendrían mal otros setenta millones para remendar el Pato Howard. Quiero decir, Lucas tiene experiencia remendando sus propias películas, y ahora que Marvel es propiedad de Disney no hay nada que lo pueda frenar a la hora de convertir el Pato Howard en un bicharraco cgi que por fin pueda zumbarse a Beverly tranquilamente mientras los drones del Doctor Bong los espían en cada esquina de cada plano, ¿no?

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