No gano yo para disgustos…
Mientras Disney conquistaba nuestra verdadera patria a golpe de talonario y muchos trataban de renegar de ella abrazando una madurez impostada, algunos de nosotros hemos sido más honestos reconociendo que la propia Disney ya fue parte de nuestra infancia mucho antes de comprar absolutamente todo. Y no me estoy refiriendo a las películas o a los Don Miki o a los tebeos de patos, no, me estoy refiriendo al Club Disney, a las series de animación y en concreto al Tío Gilito y Patoaventuras, porque a mis años y a estas alturas Disney me ha vuelto a matar la infancia cancelando Pantoaventuras. Yujú.
Que el remake de Ducktales a cargo de Francisco Angones y Matt Youngberg en 2017 es una de las mejores cosas que le ha pasado a la animación en lo que va de siglo no debería ser una sorpresa para absolutamente nadie (y si lo es, mejor para vosotros, ya podéis correr a ver la serie). Tomando el original de los ochenta y los cómics de Scrooge McDuck de Carl Barks y Don Rosa, la nueva Patoaventuras no se limitó a actualizar los patos a los nuevos tiempos, si no que enmendó injusticias históricas como que el Pato Donald no fuera parte de la serie -¡no dejaba de ser su familia, maldita sea!- y les dió su propia personalidad a Juanito, Jorgito y Jaimito, que en la serie original eran todos absolutamente iguales y hasta compartían el mismo actor de doblaje (algo que tristemente se conserva en el doblaje en castellano, que conservó el mismo equipo de doblaje que la serie original en un acto de nostalgia nociva). La cosa fue mucho más allá y empezaron a añadir no solo a todos los secundarios de la serie original, si no a los de los tebeos de patos como Rockerduck, Narciso, Eugenio Tarconi… Me vais a perdonar que me bailen los nombres, pero es que soy un señor mayor que conoció estos personajes por la edición de Montena y estoy viejo para aprenderme los nombres originales de esos personajes.
Dejando de lado todo esto y lo mucho que mejora la serie el contar con Donald -cada vez que sale en un episodio lo parte- otro de los grandes protagonistas de la serie fue la animación en sí, con unas líneas más angulosas y una textura que recuerda al papel en el que se imprimían estos cómics, tirando de offset cuando les venía en gana y rindiendo homenaje constantemente al cómic original. Patoaventuras era mi serie de televisión favorita y ha sido un auténtico placer de principio a fin, con unos personajes desarrollados a lo largo de varias temporadas, con secundarios que no pintaban nada pero que poco a poco iban creciendo hasta convertirse en verdaderos protagonistas, resolviendo misterios históricos como quién es la hermana de Donald y madre de los dichosos sobrinos… Nada en Patoaventuras es dejado de lado y todo era tratado con un mimo exquisito, pero como todo en esta vida, la serie tenía que tener un final. Tras tres temporadas y sesenta y nueve episodios, la nueva Ducktales echa el cierre sin llegar a alcanzar los cien y la película que tuvo su antecesora. Triste, pero supongo que toca alegrarse de que la serie existiera…
¡Te explican hasta el videojuego de Patoaventuras, lo cual anda que no tiene mérito!
Porque repito, la serie era la leche. Desde una Webby buscando tener una familia a costa de impostarla y que realmente poco o nada tiene que ver con la sosísima Rosita de la serie original, hasta la integración en el universo de Patolandia de gran parte de los protagonistas de las series de animación del Club Disney, contándote que ha sido de ellos y hasta solucionando gran parte de sus incongruencias históricas. Todo en Patoaventuras ha sido un trabajo de creación de mundo, integración y consolidación de personajes en él, y por eso es toda una tragedia que, en el momento en el que la serie parecía haber llegado a su momento más dulce fuera cancelada. Pero trágicamente estamos en el mundo del streaming y claro, a pocas series se les permite el lujo de pasar de la tercera temporada… O tal vez es todo lo contrario, tal vez el problema es que Ducktales nació en Disney XD y si hubiera empezado directamente en Disney+ la cosa hubiera cambiado; no nos engañemos, por el momento el servicio de streaming no está creando grandes series de animación más allá de algún proyecto de Pixar, con lo que Ducktales podría haber sido una de las estrellas de la nueva plataforma si no fuera porque para cuando ésta última se estrenó ya llevaba un par de temporadas. Todo esto, unido a la errática frecuencia con la que se estrenaban los nuevos episodios en la televisión -partiendo las temporadas durante meses y meses, con lo que te olvidabas de cuando salía un nuevo episodio- ha hecho que la serie desaparezca sin hacer mucho ruido y que hasta yo mismo me arrepintiera de no dar la paliza con ella; para mi vergüenza solo hice un post sobre ella ¡y era sobre el trailer!
Paso de spoilear nada, ¡que la veais, que teneis la primera temporada en el Disneyplas del demonio!
Sirva entonces este post para entonar el mea culpa, sí, y para dejar constancia de que el capítulo final de Patoaventuras es una de las mejores películas de aventuras que se hayan visto en los últimos años, combinando montones de personajes de toda la serie y parte del extranjero en una sola historia a lo James Bond en lo que ha supuesto todo un broche de oro a una serie que nos hacía reconciliarnos con el imperio creado por Walt Disney… Pero claro, como han cerrado la serie supongo que ya no hay reconciliación. ¡Te odio, Disney! Free my infancia!