Se ha pasado M’Rabo semanas no dejándome hablar de Wandavision y por eso yo he tenido que irme a una esquina a hablar de Street Fighter, pero ahora pienso resarcirme. Que ojo, Street Fighter II no deja de ser un tema que me gusta más y que es bastante más interesante que los romances de Leonia o los de Westview, pero el martes que usurpaba es MI martes y se me ha linchado y vapuleado constantemente durante más de un mes por ir a contracorriente, y es por eso que ha llegado la hora de ajustar cuentas: Dije en su día que Wandavision no me gustaba y me reafirmo, no, no me ha gustado Wandavisión. Las razones de ello van a continuación, pero por supuesto tened claro que todo lo que viene a continuación son spoilers…
Ya en los tres primeros episodios se veía un problema de ritmo alargando la parte de las telecomedias sin incluir ninguna información adicional, no veas cuando se dejaron tantos deberes sin hacer para el último episodio que tuvieron que resolverlo deprisa y corriendo, dejando de lado a todos los personajes secundarios y despachándolos hasta con una línea, con lo cual te acabas preguntando para que servía la mayor parte de ellos. El ejemplo más claro es el de la Capitana Marvel, Monica Rambeau, un personaje que se pasa media serie luchando «por Wanda» pero de cara al conflicto final no hace absolutamente nada. Que podría haber ayudado a Wanda o a la Visión a enfrentarse a sus enemigos, pero lo único que ha hecho es escapar de Ralph Bohner -el falso Pietro, que estaba ahí solo para engañar al espectador y que es la versión cutre del gran Trevor Slattery- y salvar de unas balas a unos niños que podía haberlas detenido con sus poderes perfectamente y que, no nos engañemos, eran seres de ficción creados por el subconsciente de Wanda y que iban a desaparecer de todas formas. Y ya que estamos hablando de una escena infame, vamos a hablar de Hayward…
Nadie puede negarlo, Hayward es un malo de tebeo. Pero de tebeo del Superman de Weisinger, con malos malísimos con bigote retorcido que se carcajean JA JE JI JO JU mientras roban los caramelos a los niños; ¿cuál era su plan? Reconstruir a la Visión para usarla como arma, y meterla dentro de Westview para matar a Wanda y acabar con la situación; pobrecita loca, que se le va a hacer, ahora tenemos nuestro propio robot superhéroe, ¡viva SWORD! Y para eso se mete con su ejército en Westview, con pistolas y tal, sabiendo que Wanda lo puede reventar con la mirada y sin saber que carajo está haciendo su Visión con la otra Visión. Lo que es peor y ya para rematar, se pone a disparar a los niños que, aunque nosotros sepamos que son imaginarios, el no lo sabe y trata de matarlos porque es requetemalísimo, pero malísimo de verdad. Y del amigo ingeniero, el testigo protegido, de Jimmy Woo -que llama al FBI para que detengan a Hayward al final, pues ni tan mal- o de Darcy mejor nos olvidamos, porque en el fondo sobran en una película que ha sido alargada para montarse una serie de 9 capítulos.
Y bueno, también está Agatha Harkness. Que anda que no hay villanos parásitos de magia en el Universo Marvel para echarles mano en un caso así -o ya que estamos sí, podías recurrir a Mefisto y su sed de almas- que tienen que coger a la niñera de los 4 Fantásticos y convertirla en la bruja del norte (o del sur o de donde sea) del Mago de Oz con absolutamente toda la intención; Wandavision hace eso constantemente, espolvorear todo de referencias y hasta pistas falsas para apabullar los sentidos del espectador, que busque pistas falsas, que busque sentidos raros, que vea guiños y guiños mientras la historia se alarga tontamente. ¿Quiere decir todo esto que sea una mala serie? Si la juzgas sin su contexto, como algo autocontenido, tienes simplemente una trama alargada que se resuelve atropelladamente en el último episodio. Lo que es peor, el conflicto principal de la serie, que es Wanda controlando mentalmente a un pueblo entero y enfrentándose a la realidad de no poder «escapar» de la realidad, es dejado de lado por completo, porque te dan una escena de los del pueblo mirándola con miedo y asco en la que Wanda se limita a hablar con Monica y pasar de todos ellos. No les pide perdón, no hace el menor acto de enmienda ni nada parecido, «muchas gracias por salvar a mis niños sin que hiciera falta, adios». Y se va, se larga sin despedirse de sus niños y de la Visión, que en ningún momento recuerda decirle «por cierto, yo seré una Visión imaginaria, pero el original está por ahí corriendo» porque claro, si no Wanda tendría que ir corriendo detrás de Visión en vez de encerrarse en una cabaña del bosque a empollarse el Darkhold…
Vamos, que ni Agatha Harkness ni Hayward son los únicos villanos de esta historia, porque Wanda pone todas sus necesidades por encima de las de los demás, Visión incluído. En un principio quería su vida perfecta, tuvo su vida perfecta hasta que empezó a desmoronarse, y entonces se larga con viento fresco sin rendir cuentas a nadie. Ha dejado un pueblo entero de gente que tendrá que pasarse el resto de su vida con terapia y/o medicándose, algunos de ellos con problemas para recordar su vida anterior. Honestamente, esta Wanda para mí está peor que la de Brian Michael Bendis, y estoy deseando que el Hechicero Supremo de esta realidad le demuestre que uno no es supremo estando por debajo de nadie…
Que por cierto, se me ha olvidado el plan más importante de todos, el de Agatha. Por mucho que Kathryn Hahn haya conseguido esconder el desaguisado con su interpretación, hemos tenido a la bruja toqueteandolo todo, mangoneando durante 7 episodios, explorando las posibilidades e intentando entender a Wanda y metiéndola en una trampa para poder robar su magia… Y a partir de ahí lo que hace es sacarla a la calle y pegarse con ella, esperando poder absorber su magia como buen parásito. Que yo entendí que necesitaba que Wanda usara su magia para poder robarla, por lo que no podía robársela dentro de su sotano que neutralizaba la magia, ¿pero si Wanda hace un hechizo parecido ella si puede recuperar su magia de manos de Agatha? ¿Cómo, si en ese caso ella no puede ni usarla? Y eso por no hablar de que joder, anda que la moza no se lia a tirar bolazos a las «paredes» de Westview para escribir sus runas gigantes y la señora Harkness es tan atontada que ni se entera, en fin, que por lo menos las tortas las podían haber apañado mejor. Pero claro, hay un pero en todo esto.
Porque si bien a Kathryn Hahn se la ve un poco más perdida en el último episodio, su revelación del penúltimo y el anterior y su interpretación a lo largo de toda la serie ha sido, junto a Elizabeth Olsen y Paul Bettany, el humo y espejos que han hecho que muchos no notaran todo el carton piedra que tenía la serie. Todos los actores principales están estupendos, los valores de producción son los de una película -vamos, que sí, que se han gastado bien la pasta y se nota- y si el guión funcionara deberíamos estar ante una serie excelente. Pero no lo hace, y por creo que estamos ante una oportunidad perdida. Afortunadamente, la continuación de todo esto es una película del Doctor Extraño dirigida por Sam Raimi, y yo a ese señor le tengo bastante más confianza…