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Se acabó X of Swords: Mutantes, espadas y la falta de teléfonos en Wakanda

Porque lo habéis pedido y aquí las peticiones del público se respetan mientras no afecten a nuestra integridad personal o no nos apetezca, volvemos otra vez a «la hickmanada». Sí, ya sé que la semana pasada entre lo de Franklin y el post de M’Rabo no paramos de hablar de ella, pero es que se ha acabado X of Swords y hasta ahora solo hemos hablado de Pepe Larraz y Marte Gracia. Que son unos pedazo de autores, sí, pero digo yo que habrá que hablar de los guionistas de vez en cuando, aunque a ratos me apetezca más hablar del diseño gráfico de estos tebeos…

Yo no quería, pero..

Llamamos a esto la hickmanada cuando podíamos haberla llamado la Krakoada o algo que sonara aún peor, pero con ello lo que intento es ponerle un nombre no solo a los cómics del propio Hickman, si no a todo el relanzamiento coordinado por él y el editor Jordan White salido de Dawn of X y Powers of X. La forma de hacer estos cómics, consensuando entre todos los guionistas la forma de proceder se parece mucho al esquema que siguen los guionistas de series de televisión, organizando todo por temporadas y repartiéndose entre ellos ciertas escenas clave que sacarán adelante la trama. Sin embargo, y en el caso concreto de X of Swords, la historia no surgió de un supuesto plan maestro del propio Hickman, si no de la guionista de Excalibur, Tini Howard; durante toda la serie se había explorado al personaje de Apocalipsis, su primera generación de jinetes y conceptos del Capitán Britania como Saturnina y demás personajes «británicos», por lo que X of Swords viene a ser el remate de todo ello y el de una idea introducida por Hickman en la propia X-Men, la de Arakkoa, la isla hermana perdida de la propia Krakoa.

 

A algunos dibujantes como Mahmud Asrar me da que les han hecho trabajar a toda leche, porque a ratos se les ve apresuradillos.

¿Que qué podemos decir del crossover en sí? Pues a ver… El crossover consta de 18 números de la serie regular con tres especiales de esos que valen cinco pavos a lo largo de los que se cuenta una historia que sigue directamente de un número a otro, aquí a priori no hay relleno que valga y los veinte cómics cuentan una historia que va toda seguida a cargo de distintos autores, cosa que es todo un prodigio editorial como no se veía en mucho tiempo. Sin embargo, tampoco podemos decir que esto haya sido perfecto porque si leemos el crossover nos damos cuenta de que han hecho un poquito de trampa…

Aquí Rod Reis buscando a Bill Sienkiewicz en New Mutants 13.

Y es que el crossover tiene un planteamiento en el especial X of Swords Creation a partir del cual los mutantes y los invasores de Arakko se enfrentan a través de un torneo de esgrima organizado por Saturnina; los diez números posteriores nos contarán como cada uno de los contendientes mutantes consigue su espada, mientras que el especial Stasis se centra en los representantes de Arakko para que los 11 números posteriores nos hablen ya del torneo en sí y su desenlace… Durante el que no habrá mucha esgrima que digamos y la mayor parte de las espadas de marras no se usarán en lo más mínimo, porque gran parte de los enfrentamientos se llevarán a cabo mediante concursos de pulsos, aguantar torturas, concurso de comida o hasta el matrimonio. Así, sin más. Algunas de las espadas ni siquiera llegan a usarse, a pesar de que hay algún caso concreto en el que fueron conseguidas con tremendísimo sacrificio que a largo plazo tiene que tener horribles consecuencias (o no).

«Las espadas eran una señal de que érais dignos» y con eso se queda tan ancho. ¡Tú me has vendido espadas, dame espadas!

Sin embargo, y como estamos hablando de unos veintiseis enfrentamientos a lo largo de menos de diez números, muchos de ellos asoman en una viñeta y poco más, porque hay que dejar la casa limpia para el enfrentamiento final de Apocalipsis -insisto, ésta es una historia de Apocalipsis aunque apenas asome en el resto de la serie- y el siguiente especial en el que se ve que el torneo no sirvió para nada y hay tortas igualmente. Que ojo, tampoco hay que tenérselo en cuenta al crossover, porque quieras que no avisaron desde un principio de que el torneo podía ser una pérdida del tiempo y el perdedor perfectamente podría no aceptar el resultado y sacar a pasear su ejército…

Yo no engaño a nadie, ¡el cómic los despacha así en el número 14 de X-Force!

Llegados a este punto y con X de Espadas a punto de publicarse por Panini y con el desembolso que eso supone, alguno se estará preguntando si merece la pena hacer todo el desembolso que supone el enterarse de que va todo esto y yo… Yo… Yo le diría que ni de broma. Que el bajón de calidad de Hickman respecto a Dawn of X/Powers of X sigue ahí, que visualmente el cómic será todo lo estupendo que quieras, pero que esto es una auténtica tomadura de pelo. No estamos ante tebeos horrendos, si no más bien mediocres y que desaprovechan tremendamente a sus dibujantes, cómics en los que la trama no aguanta dos meneos y en los que es más importante ésta que los personajes. Cualquier número suelto del Excalibur de Tini Howard es más interesante que casi todos los números de este crossover, y esto lo digo a pesar de que he sido el primero en decir que dicha serie no es santo de mi devoción. Eso sí, me parece que el crossover ha tenido un trabajo de coordinación impecable entre tantos autores, pero al final la conclusión que tenemos que sacar de este X of Swords es que pasa lo de siempre, que lo importante son los especiales y el resto es paja. Que pasan cosas en los números de la serie regular, pero te puedes hacer a la idea más o menos, que aunque el especial intermedio parezca más rellno por centrarse en los adefesios de Arakko -os pensasteis que iba a dejar pasar el post entero sin llamarlos adefesios, ¿eh?- sí que es imprescindible. Vamos, que solo con los especiales te puedes hacer una idea de que pasa, pero lo mismo te apetece ver como Tormenta es incapaz de usar un teléfono móvil o como Illyana intenta enseñarle esgrima a Doug.

¡Mucho vibranium pero luego no hay cobertura!

Y no, desde luego no parece que la historia de Arakkoa vaya a tener importancia a largo plazo en lo que se contaba en HoX/PoX, esa historia sigue tan parada como al final de las dos miniseries. Moira sigue desaparecida, Mística sigue puteada de la vida -el único cómic que más o menos mereció la pena de los X-Men de Hickman por lo «sustancioso», destrozado por Leinil Francis Yu- y poco más que deciros, que porque lo habéis pedido, que si no de esto ya no hablaba y me hubiera centrado en Larraz, Noto, Asrar y casi todos los dibujantes que han trabajado en esto.

Y después de esto Reign of X, que no es crossover ni ná, simplemente las cosas que están por venir hasta el siguiente crossover.
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