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De cuarentena con Ciudad de Juan Giménez y Ricardo Barreiro

Pese a que esta semana que comienza muchas comunidades ya han entrado en la Fase 1 del desconfinamiento a mi aun me toca soportar la tortura de tener que aguantar a Diógenes un poco mas ya que seguimos a 0 (aunque duele menos cuando te enteras que estar en la Fase 1 no significa que vayan a aparecer el Capitán América o Iron Man por ahí) Así que para tratar de tomarnos esto con filosofía vamos a recordar un grandísimo cómic de gente que también anda desesperada por salir de su encierro y que nos sirve como tardío homenaje al trágica y recientemente desaparecido Juan Giménez. Y para ello nada menos que Ciudad aquel fascinante cómic que creo junto con Ricardo Barreiro a comienzos de los ochenta y que en las décadas que han transcurrido desde su publicación no ha perdido ni un ápice de su frescura o atractivo.

Y hace unos pocos años Astiberri saco una edición bastante maja del comic

Jean es un publicista parisino cansado de la rutina que se ha apoderado de su vida y que tras una discusión con su novia decide volver a su casa dando un paseo para despejarse. Pero como se suele decir, hay que tener cuidado con lo que se desea, ya que tras lo que parecen horas caminando Jean se da cuenta de que no tiene ni idea de donde esta ni de como regresar. El como muchísimos otros a lo largo del mundo y de la historia ha “naufragado” en la Ciudad, una Metrópolis infinita formada por fragmentos que parecen surgir de diferentes épocas y lugares, en la que todo es posible y en la que sobrevivir es la misión de cada día. Si, Jean ha conseguido dejar atrás la rutina, ¿pero a que precio?

Y así le dijo Jean adios a su rutinaria vida

A lo largo de esta historia seguimos las andanzas de Jean y de su compañera Karen, quien lleva bastante mas tiempo que el atrapada en la Ciudad luchando cada momento de su vida por mantenerse con vida y encontrar una salida de allí. Doce episodios en los que sus protagonistas tendrán que hacer frente a todo tipo de amenazas, desde otros náufragos que se han consagrado a la violencia como forma de vida, monstruosas criaturas prehistóricas o futuristicas, cultos diabólicos o amenazas tan invisibles como una mortal epidemia… (¡Ja! Que iba yo a dejar el tema)

Epidemia chunga para lo que no hay cura y para la que lo mejor es mantener el distanciamiento social, de que me sonara eso

Con todas estas armas y el prodigioso trazo de Juan Giménez, Ciudad es un cómic que nos atrapa desde el primer episodio, siguiendo a estos dos náufragos que pese a chocarse una y otra vez contra la adversidad se niegan a dejar de luchar y a renunciar a la esperanza de escapar de su encierro, una actitud que contrasta enormemente con la de los otros náufragos que se cruzan en su camino y en la que quizás este la clave para obtener su tan ansiada libertad.

Una esperanza frágil pero que les permitía conservar su humanidad

Ciudad es ademas un cómic ágil que es difícil no leerse de un tirón, formado por doce episodios autoconclusivos (recordemos que originalmente se publicaba pro entregas en diferentes revistas) que son como pequeños mundos que dan ganas de explorar con mayor profundidad. Pero Giménez y Barreiro en lugar de estancarse dando vueltas sobre lo mismo estirando las posibilidades que les daba la historia, mantuvieron un vertiginoso ritmo en el que cada pocas paginas nos encontramos a sus protagonistas casi en un mundo diferente, homenajeando a través de ellos los clásicos del genero fantástico, la ciencia ficción, el cine e incluso algún clásico del cómic que otro.

Esto es un homenaje y lo demás son tonterías

 

Algo que funciona principalmente por el espectacular trabajo de Juan Giménez, quien capitulo a capitulo se superaba a si mismo poniéndose cada vez el listón mas alto, llegando en el episodio final a ofrecernos una serie de viñetas a toda pagina de esas que dan ganas de tener como póster. Un dominio del medio que le permitió hacernos olvidar a los lectores que esta fantástica Ciudad no era real y desenvolverse como pez en el agua a la hora de dar vida a todos los fantásticos escenarios en los que se desarrolla la historia. Un trabajo en el que destaca sobre todo su casi inhumano dominio del blanco y negro y las sombras y esa habilidad para crear una atmósfera claustrofobica y opresiva que hacia que fuese fácil ponerse hasta cierto punto en la piel de sus protagonistas.

El talento de Giménez era inconmensurable

Y casi cuarenta años después de su publicación original Ciudad sigue siendo tan atractiva y fascinante como cuando yo la descubrí por casualidad en una Comix Internacional que no me tendrían que haber regalado a la edad que tenia entonces pero que me permitió descubrir pequeñas joyas como esta. Así que sirva esto como nuestro pequeño y humilde homenaje al recientemente fallecido Juan Giménez y también a otro grande del cómic al que perdimos hace mas de veinte años como fue Ricardo Barreiro, y que permita a quienes no conocían su obra descubrirle ahora.

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