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Justice League Dark – Apokolips War: El final del Universo de Películas Animadas de DC

Hace unos años hice una reseña de The Flashpoint Paradox, la película basada en aquel crossover que por un capricho del destino (uno que ya no trabaja para DC) dió comienzo a la destrucción del Universo DC tal y como lo conocíamos y empezó aquella aberración llamada New52. Como casi han pasado ya diez años y no dejo de ser la parte cabal y no rencorosa de Brainstomping, creo que vamos a dejarnos de lo mucho que sufrimos en aquellos tiempos -después de todo, lo tenemos registrado en un montón de posts- y vamos a centrarnos en lo que sería el Universo de Películas Animadas de DC.

El poster te lo resume todo, oiga.

Dicho universo ha estado compuesto de unas quince películas que más o menos han ido adaptando historias de la DC de los últimos años en su mayoría, mostrando a los personajes con el alzacuellos de Jim Lee y combinando estas historias con otras adaptaciones de épocas anteriores como Batman Hush de Jim Lee o La Muerte de Superman. Yo, que soy bastante tarugo, hasta ahora ni me había enterado de que algunas de estas películas formaban su propia continuidad -porque otras películas que WB ha estrenado durante este tiempo han estado basados en «mundos alternativos» como Killing Joke o Red Son- con lo que me pilló un tanto por sorpresa el enterarme de que esto era el final de una continuidad. Pero vaya, si esto sirve para que Superman recupere el pudor de llevar los calzoncillos, bienvenido sea. Pero vamos con Justice League Dark…

Sí, esto era el poster original de la película. Y sí, es de pésimo gusto.

Justice League Dark fue estrenada en 2017 y contaba con el mismísimo JM DeMatteis entre sus guionistas, y venía a contarnos una historia de John Constantine y sus maravillosos (no tan) amigos. La trama venía a girar en torno a las misteriosas posesiones aparentemente aleatorias cuyas víctimas empezaban a ver monstruos por todos lados y que, poseídos por el mismísimo Doomguy, les forzaban a matar demonios en un decir «BFG». Tristemente, los demonios no eran tales y así es como las víctimas de la posesión acababan matando a sus vecinos, familias y todo el que se pasara por delante de su coche. Como Batman y la Liga de la Justicia se ven completamente superadas por el misterio acaban poniéndolo en manos de John Constantine y Zatanna, que irán reclutando a otros miembros de la JL Dark y pegándose con la mayoría de ellos porque John, como siempre, es un malqueda. Vamos, una película divertida en la que no debes esperar una adaptación literal de Hellblazer ni mucho menos -que, por cierto, viene doblado por el Matt Ryan que lo interpreta en Legends of Tomorrow- porque al final toma algunas decisiones que no son nada John Constantine.

Todo empieza con una carnicería…

Tres años después -o sea, ahora- se estrena Justice League Dark: Apokolips War, que no tiene ya nada de místico porque es un enfrentamiento con Darkseid en toda regla. Que sí, que el bando de los buenos usará magia al verse superado por las huestes de Darkseid, pero por lo demás esto es una historia de Darkseid que tiene más que ver con darle al personal su Snydercut que otra cosa. Y es que el Superman de esta historia es un tarugo que, desoyendo las advertencias de gente mucho más inteligente que él, decide atacar Apokolips frontalmente y mandar a todos los superhéroes de cabeza a matarse contra Darkseid. Y Darkseid, lejos de mandar a las Furias Femeninas, a Kalibak y todos esos monstruos Kirbyanos que tanto nos gustan -que esto es lo peor de la película con diferencia, aquí lo único que hay son parademonios y para de contar- les tiende una trampa con un porrón de parademonios -que sí, que hay un montón de parademonios- y se carga a casi toda la Liga de la Justicia, esclavizando a los supervivientes, resucitando al resto como engendros mecánicos y con cuatro gatos -como John Constantine- consiguiendo escapar a la masacre. El resto de la película -vamos, casi todo su metraje- ya es un Días del Futuro pasado, saltando varios años en el futuro y con la Tierra totalmente destrozada por Darkseid mientras los héroes tratan de montar un contrataque.

Y mejor no hablo de Etrigan dejando de hablar en rimas «porque echa de menos a Jason Blood». Ugh.

Y no, esto no viene firmado por DeMatteis y se nota, porque quieras que no algunos personajes «están», otros como Batman no son ellos ni cuando no están poseídos por Darkseid y, aunque te pongas las gafas de «estos personajes solo tienen que ser coherentes con las otras películas» la cosa no aguanta porque no se corresponden con la primera película de Justice League Dark. Y sí, esto ya es cosa mía, pero a decir verdad no tenía ganas de ver otra película de mundo post apocalíptico en la que todo es Días del Futuro Pasado. Ni tenía ganas de ver a tanto superhéroe muriendo ni tanta zarandaja, se está abusando tanto del tópico en DC con tanto Injustice, Pandemic -o como se llame el Marvel Zombies de DC- y tanto querer darle a la gente historias en las que los personajes mueren de forma horrible que la cosa ya es rutina hasta el punto de que echas de menos los tiempos en los que Paul Levitz le prohibía matar gente hasta a los chicos de Authority. Sinceramente, me aburro.

Sí, ésto se supone que es Darkseid. Que manera de marear un diseño hasta que ya no tiene el menor interés…

Y lo peor de todo es el SPOILER de que sabes cómo va a terminar todo esto. Sabes que esto es el final de un universo que empezó con Flashpoint, así que sabes que tarde o temprano Barry volverá a ser Barry y cagarla, cambiando el universo por completo. En esta ocasión no van a mostrarnos la nueva realidad y se limitan a ponerte la carrera casi como un epílogo de la historia principal -porque todos queríamos ver como los héroes se matan y sacrifican otra vez contra Darkseid, Trigon sacrificándose para matar a Darkseid y demás historias que poco o nada tienen que ver con sus encarnaciones del cómic- con lo que la mayor duda que tenía yo al empezar a ver la película no queda resuelta en absoluto, porque la cosa acaba ahí con Barry corriendo al pasado al momento de la muerte de madre otra vez y ahí se acaba la película, sin mostrarnos siquiera cómo piensa arreglar la realidad si dejar a su madre viva provoca que Wonder Woman invada Inglaterra y Atlantis el resto del mundo y dejarla muerta le devolvería otra vez a que Darkseid destrozara el mundo. Éso sí que es un dilema y lo demás tonterías.

Si me pasara lo que a Barry Allen yo dejaba esto de hacer de superhéroe, hagas lo que hagas la cagas.

Si Justice League Dark era un buen rato, Apokolips War no lo es tanto, porque aunque de por sí se hace raro ver a John Constantine como protagonista de una guerra contra Darkseid -con todo lo bueno y malo que tendría eso- al final lo peor es que toda la historia nos suena a algo que ya nos han contado demasiadas veces. Ya solo nos queda esperar que lo que esté por venir, sea un nuevo universo o no, tenga mejores mimbres y que nos haga el favor de tener en cuenta que Apokolips no es solo Darkseid y sus parademonios, que también es Desaad y toda su alegre banda de engendros Kirbyanos. Que ya que estamos, pues sí, que no habría venido mal algo de Nuevo Génesis, pero claro, en este universo me parece que solo existe Darkseid y ya.

Hay que verlo por el lado bueno, ¡por lo menos no nos hicieron padecer una peli de los WildCATs!

En definitiva, que esto echa el cerrojazo sobre los restos del New 52 y eso es la mar de bueno. Y no, no echaré de menos este «universo animado»…

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