Es difícil mantener el propósito de no escribir sobre nada que me cabree cuando ves como a uno de tus personajes de cómic favorito lo siguen maltratando y poniendo en manos de gente a la que habría que mantener bien lejos del medio. Pero como no vivimos en un mundo ideal en el que solo los auténticos profesionales que tratan a los personajes con respeto consiguen trabajo, hoy me veo prácticamente obligado a hablar del Flash Forward de Scott Lobdell. En este cómic que venia a ser el nuevo capitulo en la tortuosa existencia de Wally West y cuyo mero anuncio ya provocó ulceras en Diógenes ha llegado a su fin esta misma semana, y como era de esperar el resultado ha sido ha sido de esos que te dan ganas de no volver a leer nada actual y refugiarte en los clásicos. Así que como desahogo aquí va lo que nos ha ofrecido este cantamañanas con mas enchufe que talento y que futuro le espera a quien para muchos siempre sera el autentico Flash. Y no se si avisar de los SPOILERS porque a saber si este cómic le importa a alguien…
En esta miniserie, que bebe mas de la cuenta de algunas de las peores ideas que han tenido en DC Comics en tiempos recientes, nos encontramos con Tempus Fuginaut, uno de esos seres cósmicos fundamentales en el tejido del continuo espacio tiempo pero de quien jamas habíamos oído hablar antes y a quien sin duda jamas volveremos a ver (excepto cuando Lobdell lo retome en futuros proyectos) liberando a Wally West de la prisión en la que ha estado confinado desde Heroes en Crisis para reclutar su ayuda en una misión de la que depende el destino del Multiverso, que se encuentra amenazado por el Multiverso Oscuro (si esa cosa idiota que se invento Scott Snyder).
Un macguffin como una casa que Lobdell utiliza como excusa para que Wally visite unas cuantas tierras alternativas en peligro como la del Presidente Superman que Grant Morrison introdujo en Final Crisis, otra en la que toda la JLA se ha convertido en vampiros (y Superman se llama Superman pero lleva en su pecho el emblema del Ultraman de Tierra-3) y cosas así, nada especialmente original y que cuando uno llega al final de la miniserie se da cuenta de que esto se podría haber contado en un especial y que casi todo lo que hay entre el primer y el ultimo numero es poco mas que relleno.
Aunque seria injusto si negase que esta miniserie ha tenido algo positivo, y es que aquí hemos podido asistir por fin a la reunión de Wally con Jai e Iris, sus hijos, que siguen siendo tal y como eran antes de todo aquel horror de Flashpoint y que de alguna forma en aquel instante en lugar de desaparecer acabaron atrapados en uno de esos mundos raros del Multiverso Oscuro donde habían permanecido hasta ahora. Pero como suele pasar todo esto es demasiado bonito para seguir así, y aunque hay que agradecerle a Lobdell o a sus jefes (que asco me da escribir eso) de que Jai e Iris sean devueltos a su tierra y que su regreso provoque que Linda Park recupere todos sus recuerdos Pre-Flashpoint, lo que le espera al pobre Wally hace que ese esperado regreso compense poco.
En distintos momentos de la miniserie habíamos ido viendo como el Sillón Mobius de Metron, que lleva desocupado una buena temporada, parecía que iba a jugar un papel importante en la serie, uno que seguro que no soy el único que se olía casi desde el comienzo. Y es que como no podía ser de otra forma el destino de Wally West era sentarse en el sillón y absorber todo su conocimiento y poder y convertirse en otra cosa, aunque eso suponga perder su humanidad por el camino y convertirse en algo que hace que Metron parezca un tipo cálido y cercano. Pero este es un sacrificio que Wally esta mas que dispuesto a hacer si con eso consigue devolver a sus hijos a su hogar (al menos ahí si que esta bien caracterizado)
Pero todo se vuelve un poco mas enrevesado cuando se nos revela que el sillón ya no es el mismo que antes, que el hombre que acabo con la vida de Metron (uno de esos cabos sueltos de hace tiempo de los que yo ya ni me acordaba) compartió su poder y su visión con el sillón y que ahora estos pertenecen a Wally. Un Wally que ya desde que se sentó en el sillón cambio el familiar rojo de su uniforme por un azul que tristemente no tenia que ver con los Blue Lanterns y a quien en la ultima pagina vemos luciendo un familiar símbolo en su frente, el de un átomo de hidrógeno, el símbolo del Doctor Manhattan cuyos poderes aparentemente ahora posee Wally West.
Si alguien pensaba que con el final de Doomsday Clock DC iba a dejar de intentar exprimir Watchmen, estaba muy equivocado. La diferencia es que ahora en lugar de ser Geoff Johns quien ordeñe esa historia, es Lobdell quien se va a encargar de ello, y por mucho que algunos renieguen de Johns, ahora estamos en peores manos. Y esa afirmación por parte de Wally que antes el papel de la silla (y ocupante) consistía simplemente en observar pero que ahora esta tiene una nueva vocación, ya nos deja claro que en DC van a utilizar al pobre Wally para reordenar una vez mas la continuidad de DC (en realidad la van a complicar aun mas y eso lo sabemos todos). Algo que podremos empezar a ver en el especial DC Universe: Generation Zero y que se publicara como parte del Free Comic Book Day de este año.
Así que nos encontramos que de redención de Wally West de momento poco y de aquella manera, porque dudo que el resto de fans del personaje estén contentos con que Wally se redima a base de convertirse en un ser cósmico que juega con el destino del Multiverso como si fuesen fichas en un tablero (yo no lo estoy y se que Diógenes tampoco). Que igual Lobdell y DC nos dan la sorpresa (¡JA!) y todo esto termina con Wally renunciando a sus nuevos poderes y retomando su vida de superhéroe junto con su recién recuperada familia, pero las malas experiencias pasadas me hacen temer que eso es algo que dudo que vayamos a ver a corto plazo y que seguramente Wally acabe como el Nick Furia clásico, convertido en un ser ajeno a la humanidad a quien que de vez en cuando alguien se acuerda de utilizar.
Yo espero equivocarme y que del mismo modo en el que Hawkman (mas o menos) ha recuperado buena parte de su historia (aunque me sigue jodiendo que Carter y Katar no sean personajes independientes) y que Shayera vuelva a estar vida, no tardemos demasiado en recuperar al Wally West que tan buenos ratos nos hizo pasar, que no debe ser tan complicado hacer que Wally y Barry co-existan y hacer que sean personajes diferenciados. Y ya de paso me encantaría que Scott Lobdell no vuelva a acercarse jamas a ninguno de mis personajes favoritos y que si sus amigos Harras y Lee quieren seguir dándole trabajo a su amigo que le pongan a escribir miniseries dela Legión de Supermascotas o algo así, o mejor, en algún puesto burocrático en las oficinas de DC lo mas alejado posible de cualquier tarea creativa, que seguro que deben tener un almacén con falta de hacer inventario o algo así.