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El camarote de los hermanos Skywalker (SPOILERS): Star Wars – The Rise of Skywalker (II)

Una de las cosas más frustrantes de las precuelas era que, como todas las malas películas, salías del cine preguntándote por qué lo han hecho tan mal. En un momento se te ocurren dos o tres formas sencillas y directas en las que se podrían haber ahorrado los fallos más garrafales de la película, y mientras sacudes la cabeza en clara manifestación de tu incredulidad, llegas a la triste conclusión de que ellos sabrán lo que hacen, que ellos tienen los millones y los años de experiencia como guionistas, directores o lo que sean. The Rise of Skywalker me devolvió esa sensación a lo largo de casi todo su metraje, y eso no era algo que quisiera recuperar de ninguna manera.

Otros vendrán que bueno te harán.

La primera en la frente; hemos resucitado a Palpatine, porque se nos ha salido de los huevos. Hala. Toda la tensión entre Hux y Kylo Ren, la posibilidad de que el enfrentamiento de ambos provocara una guerra civil dentro de la Primera Orden desaparece por completo y se limita a que Hux espíe para la Resistencia, con lo que Hux se convierte en una mera parodia que rápidamente es sustituida por un nuevo personaje que ejerce de oficial imperial sin el menor atributo destacable. Mientras tanto, el propio Kylo es otro de los grandes damnificados, pasando a ser un títere más de Palpatine -que sí, que Kylo no quiere obedecer la orden de matar a Rey, pero en el fondo hace poco menos que lo que Palpa le pide- y su presencia en la película es una triste extrapolación del resto de los personajes, están todos ahí para cumplir el expediente, predecibles, sosos, aburridos, hasta el punto de que una de las teorías del parentesco de Rey más idiotas que aparecieron entre el fandom al final del Despertar de la Fuerza -Rey es nieta de Palpatine- se hace realidad. Supongo que aun así tenemos que dar las gracias de que no nos vinieran con la milonga de que era una hija bastarda de Luke -¡éso si que sería una traición al personaje y no lo del Luke-Yoda de Johnson!- o peor, nieta de Obi Wan Kenobi.

Que digo yo que una especie de constructo genético creado por Palpatine para reencarnarse habría calmado mucho más a los de «Rey es una MarySue» que el decir que era su nieta, pero bueno…

Hay una escena justo al principio que define realmente lo peor de esta película -y no, no me refiero al opening crawl, aunque ese también se las trae- y es cuando Poe Dameron se pone a pegar saltos a la velocidad de la luz entre varios planetas, a lo loco. Dejando de lado el absurdo de que en El Despertar de la Fuerza dejaban claro que saltar dentro de la atmósfera era algo estúpido y peligroso -yo que sé, los héroes de estas películas se caracterizan por hacer precisamente eso y salirse con la suya, así que no me parece algo tan escandaloso- me ha parecido que los saltos que va pegando entre planeta y planeta, sin dar tiempo al espectador para que se de cuenta de lo que ve en cada sitio, resumen perfectamente lo que se puede ver a lo largo de la película; los personajes van corriendo a todos lados, no se quedan en ninguna parte más de cinco minutos y las cosas que les pasan son, en la mayor parte de los casos, insulsas y te sorprendes de ver la de veces que los capturan y se liberan, creando una constante sensación de caos y desbarajuste en la película con unos efectos audiovisuales y preciosos, pero con un director con muy pocas ideas que, lejos de querer imitar el estilo de George Lucas como en las películas anteriores, ahora se permite excesos dignos de spot de televisión del siglo XXI como meterte planos generalísimos dando vueltas alrededor de los personajes como si esto fuera la Star Wars de Michael Bay.

Una de las cosas que más contribuye a deprimirme como espectador es ver como todos los personajes van muriendo y nunca voy a volver a ver a Luke, Han y Leia juntos. ¡Hace falta ser desgraciado!

Y ahí viene lo más triste de todo, que en la película de Star Wars más larga de todas le sobra el metraje y a la vez le falta dedicárselo a los personajes, a las grandes revelaciones como el linaje de Rey o darle ciertos momentos a Kylo para que veamos bien su lucha interior; si en películas anteriores teníamos a Kylo destrozando su casco en el ascensor o reventando ordenadores y asustando a stormtroopers, aquí no tenemos ni eso, Kylo corre de un lado a otro con los Caballeros de Ren a sus espaldas y poco más, porque más allá de la reaparición de Han -que no es Han de verdad, es una memoria suya y blablabla- Kylo sigue siendo tan marciano como siempre. Y eso jode, porque Adam Driver ha demostrado de sobra que podría haber llevado al personaje mucho más allá si se le hubiera dado un mejor material sobre el que trabajar. Y sí, lo dicho sobre Kylo y Rey también vale para personajes como Finn, que se encuentra con otros «niños soldado» como él y pasan por el tema de puntillas, casi como pensando que con eso ya cumplen con el personaje.

Se rumorea que esta era la hija de Lando y que tenía una subtrama y que… ¿Véis como esta película tiene demasiados personajes, que le sobra de todo menos tiempo de producción?

Peor todavía me lo ponen ya con otros personajes como Rose o, y esto ya tiene delito, los personajes de Naomi Ackle y Keri Russell. El caso de esta última es especialmente sangrante, porque tiene uno de esos personajes misteriosos que llevan siempre el casco puesto y que tiene pasado con Poe Dameron, que según le ve intenta matarlo porque él la traicionó y está enfadadísima… Para que acto seguido y de repente ya se lleve de maravilla con él y esté dispuesta a matarse con tal de ayudarle. Sí, ahí faltaba alguna que otra escena más para que el personaje pudiera evolucionar de un estado a otro, pero la película tiene demasiada prisa por rodarse, por escribirse y por estrenarse, porque al final la verdadera tragedia de todo esto empezó el día en el que Bob Iger convenció a la directiva de Disney de comprar Lucasfilm y les prometió que en cinco años habrían recuperado lo invertido. Y claro, eso significaba que entre 2012 y 2017 tenían que sacar 4000 millones de dólares, con lo que apretaron lo indecible para que saliera una película de Star Wars para 2015 y Kathleen Kennedy no pudo dar ningún margen a sus empleados para plantear una trilogía entera, hicieron un planteamiento mientras esperaron a que los otros dos directores que habían contratado los llevaran a buen puerto, y lamentablemente acabaron despidiendo al de la tercera película porque no debía de gustarles el desenlace que planteaba. En fin, supongo que esto es lo que pasa cuando a los creativos les metes prisa.

Hay gente empeñada en echarle la culpa a Kathleen Kennedy, pero si vamos a jugar a personalizar, yo miraría más a este señor…

Pero si esto os parece una tragedia, peor es pensar que esta película hace que el sacrificio de Darth Vader pierda todo su valor, porque a fin de cuentas el Emperador y sus planes y armas locas iban a volver de todas formas. Que la destrucción de la primera Estrella de la Muerte o de Starkiller Base son totalmente prescindibles en la historia general, y que al final lo importante de todo esto se cuenta en las precuelas y casi puedes enchufar directamente a esta película, porque lo importante es que Palpatine lo tenía todo planeadísimo y  la cosa solo le salió mal porque la nieta le salió levantisca y se hizo jedi. Con lo que te queda la sensación de que todo esto lo ha escrito uno de esos chiflados que firmó para que Disney rehiciera The Last Jedi -sí, esos que amenazaban de muerte a Rian Johnson- o, en mi caso, me dió la sensación de que el guión de esta película lo había escrito Henry Abrams, el hijo de JJ Abrams que tan espantosamente mal lo está haciendo en el cómic ese de Spiderman en el que se queda manco, se retira y su hijo toma el testigo cuando un villano terrible con pinta de cadaver se lía a matar gente, no sé si algo así os suena. Sigh.

Que al final este tebeo lo puedes ignorar muchísimo más fácil, vaya.

Y esa sensación de «bisoñez» se ve en muchos más aspectos del guión, por lo que -¡como no!- el complejo Akira Toriyama de «más y más fuerte» como solución para cualquier problema de guión se aplica a rajatabla; ¿que hacer después de una luna revientaplanetas y un planeta que revienta sistemas solares? ¡Pues nos inventamos una flota congelada en la que cada Destructor puede reventar un planeta! ¿Que hacemos después de que Rey y Kylo se peguen por un sable láser? ¡Que se peguen por una nave en vuelo a cientos de metros de distancia, y que encima lleve a Chewbacca dentro! ¡Que se vea el Poder de la Fuerza, o como decían en el videojuego, The Force Unleashed! Honestamente, Abrams se lo ha creído del todo y parece convencido de que esto es el final de Star Wars, porque vosotros me contaréis a ver como se las va a poder arreglar el siguiente que venga para que los malos no estén reventando planetas todos los días impares del mes y que Rey no arregle todo tirando destructores encima de la gente. Que, joder, el propio Abrams se queja de la maniobra Holdo, ¡pero es que la maniobra esa pedía el sacrificio de una nave capital y la gilipollez del oponente para dejarse atravesar! ¡Esto lo que viene a decir es que con la Fuerza puedes reventar naves enteras o, en el caso de Palpatine, flotas enteras!

«¡Que conste que eso no lo hice en el Retorno del Jedi porque no había absorbido los poderes de Rey y Ben Skywalker! Y porque estaba demasiado ocupado intentando llevarme al huerto a Luke, que si no…»

Que, hablando de flotas, esa es otra, ¿por qué en un año absolutamente nadie le hace el menor caso a Leia porque están cagadísimos y en un rato Lando es capaz de reunir una flota enorme? ¿Tan poco carisma tiene Leia, tan poderoso es el swag de Lando? ¿Tanto costaba decir que llevaban tiempo juntando a la gente «en secreto» o algo así? ¿Y cómo se puede ser tan triste de recuperar a Denis Lawson, el mismísimo Wedge Antilles, y no meterlo en un X-Wing al frente del Rogue Squadron? ¿Cómo se puede hacer mal hasta el fan service más básico y no meterle un «Rogue Leader standing by»? Y eso por no hablar de guiños como la medalla de Chewie -eso sí que es una tontería de conversación- o lo vacía que está la escena de las voces de los jedi, que sí, que que momento más emotivo, pero Abrams por sus huevos se ha cargado a Ezra, Ahsoka y ni sé cuantos personajes más de Dave Filoni que hasta donde yo sé podían seguir vivos para entonces -porque las voces son solo de jedis que están muertos, sí-. Pero que cojones, si él puede resucitar en «retrospectiva» al Emperador, como para no poder cargarse a los personajes de los demás…

Que por cierto si no la ves en versión original ni te enterás de quienes son las voces que le hablan a Rey.

En fin, podría pasarme todo el día hablando de situaciones que se plantean y mágicamente cambian completamente antes de que acabe la escena, de personajes que cambian de opinión rápidamente y sin razón aparente, de Rey quemando la nave de Kylo para exiliarse sin pensar en darle el holocrón Sith a los rebeldes pero a la vez no quemándolo con el resto de la nave, de Chewbacca rindiéndose sin ni siquiera berrear cuando se le acercan los Caballeros de Ren, esos tipos que al final no son nadie ni son nada y lo único que hacen es entretener un rato a Ben Skywalker cuando trata de ayudar a Rey. O Finn diciéndole a Rey que «tiene que decirle algo», Poe preguntarle durante toda la película qué le tiene que decir y al final la cosa no vaya a ninguna parte, pero al final todo se resume en que sí, la película está hecha con prisas, el montaje está hecho con prisas y el resultado es el que es, una película tremendamente irregular -por no decir algo mucho peor- a la que por lo menos no le podemos negar que te provoca una variedad de emociones enorme durante todo el metraje, desde la rabia o la pena hasta el aburrimiento. Sí, podían haber hecho dos películas con todo lo que se plantea en esta película en vez de transformarla en un camarote de los hermanos Marx, pero creo que lo mejor habría sido saltarse un par de planetas y personajes secundarios y centrarse en lo que ya había, llevar a cierta finalidad a personajes como Finn o Poe -que quieras que no son totalmente ninguneados en favor de Rey- y, sobre todo, dejar de cargarse personajes para resucitarlos en menos de cinco minutos sin crear el más mínimo impacto emocional en el espectador.

Bueh, que le den ahora una serie de Disney+ a Mark Hamill para que pueda hacer de Old Man Luke por la galaxia, igual hasta conseguimos un cameo de Han Solo en algún episodio y compensamos parte del desastre, ¡pero que lo haga Filoni!

Pero es navidad, y supongo que tenemos que ser buenos. Tenemos que decir algo bueno de la película, que al final lo fácil en esta vida es poner todo a parir y todo eso, así que tendré que decir que la película tiene variedad de escenarios, sí, que tanto en lo visual como en los efectos sonoros es tremenda y que tiene muchísimo mérito el haber conseguido esto cuando la película empezó su preproducción oficialmente hace cosa de dos años y hubo reescrituras de guión constantes hasta tres o cuatro meses antes del estreno. También tiene a su favor el que, ya que vamos a dar a Rey un linaje, haber optado por otorgararle una relación directa con el Emperador Palpatine, porque al fin y al cabo esto ya se indicaba sutilmente en El Despertar de la Fuerza con la forma en la que agarraba el sable láser, totalmente distinta a todos los demás personajes de la serie con la excepción de Palpatine; y eso por no hablar de que Rey tenía acento británico y ése es el acento de todos los imperiales. Otra cosa es que no sea un clon, un constructo de la fuerza o algo parecido haga que la cosa sea más verosímil, que el plan de Palpatine tenga tantas variables que al final parece que todo le salió de carambola o que le gusta mucho esperar… Pero que no, que ya me he cansado de echar pestes, que feliz navidad y felicidades a George Lucas por haberse visto reivindicado; todavía es pronto para decir que esta película es peor que las precuelas, pero… Buf, me está costando.

Que eso, que feliz navidad.
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