Cuando el año pasado se estreno la serie de los Titanes, un estreno que esperaba con ganas pese a la primera mala impresión de varios de los trajes de sus protagonistas, esta no tardo en convertirse en la peor con diferencia de los estrenos del streaming de DC; después de todo puedes hacer dos pedazo de series como Doom Patrol y Swamp Thing y luego perpetrar este mojón. Y de alguna forma confiaba en que con su segunda temporada hubiesen aprendido de sus errores y nos ofreciesen un producto mas acorde a lo esperado, pero aunque es cierto que se han corregido ligeramente algunas cosas, el resultado final ha sido otra temporada deslavazada, con casi los mismos problemas de caracterización titubeante y un final que me ha provocado vergüenza ajena y que me ha hecho pensar ya no solo que estemos ante lo peor del streaming de DC, sino que Titanes esta a la altura de lo mas flojo de la CW.
De entrada la temporada no comenzó nada bien con ese primer episodio que no era más que el final de la temporada anterior reconvertido pero con escenas añadidas y que, tal y como esperaba, resultaba un pegote fuera de lugar. Un pegote que se apreciaba especialmente y de forma ridícula cuando en medio de una escena pudimos asistir al estirón que pegó la actriz que hace de Raven, que es lo que tienen los actores adolescentes, que te cambian de un día para otro. Y mejor no digo nada de esa genial idea de enfrentar al grupo en su primera temporada a ESE villano, que es como si en Arrow Ollie se hubiese pegado con el Anti-Monitor al final de su primera temporada.
Y tras este comienzo en falso, en el segundo episodio comenzó la segunda temporada de verdad, donde se nos prometía revelarnos que había sucedido con la primera encarnación de los Titanes, que había provocado su disolución y que nos permitiría ver en acción a todo un villano clásico como Deathstroke. En serio, yo quería que me gustase, esperaba que tras esa flojisima primera temporada se hubiesen puesto las pilas y esta vez si pudiese encontrarme una adaptación a la altura del que es uno de mis cómics favoritos de la infancia. Pero no tuve esa suerte y esta segunda temporada ha arrastrado muchos de los problemas de la anterior.
Para mi el mayor problema con la serie es esa indefinición con el tono de la misma y la caracterización de los personajes, como si hubiese dos equipos creativos diferentes enfrentados entre si y alternándose a lo loco durante el proceso de escritura y rodaje, alternando momentos propios de los cómics de Wolfman y Pérez con otros dignos de lo peor del New52 o de Zack Snyder, mientras intentaban, de aquella manera, hacer su particular versión del Contrato Judas. Pero de entre todo lo malo de la serie, lo que para mi ha sido especialmente sangrante, una vez mas, ha sido lo que han hecho con Dick Grayson. Porque yo puedo aceptar sin problemas que Halcón sea un animal que pega primero y piensa después o que Superboy tenga ramalazos violentos de vez en cuando (que después de todo le debe mas a la serie de animación de Young Justice que a los cómics) o que Starfire sea una guerrera agresiva (aunque echo de menos aquella inocencia que tenia el personaje en los cómics) pero sigo sin perdonarles lo que han estado haciendo, de nuevo, con Dick Grayson.
Una vez más el personaje se ha pasado la mayor parte de la temporada siendo irreconocible, retratándole como alguien pesimista y derrotista cuyo primer impulso siempre parece ser el de rendirse. A lo largo de los catorce episodios de la temporada (que se me han hecho eternos) hemos visto como solo muy de vez en cuando veíamos un pequeño atisbo del auténtico Dick, pero estos siempre eran seguidos por un regreso a ese tormento casi emo en el que el personaje se ahogaba en sus dudas y sentimientos de culpa, un contraste abismal con el tipo optimista y de sonrisa eterna del cómic que siempre se ha caracterizado por ser uno de los focos de esperanza de la comunidad superheroica de DC.
Pero si la caracterización de los personajes ha sido algo que ha dado mas vergüenza ajena que otra cosa, otro de los puntos más negativos de esta segunda temporada ha sido la sensación de que sobraban episodios, algo que tiene delito si tenemos en cuenta que eran solo catorce. Ha dado la sensación de que tenían una historia para seis o siete episodios y que se han dedicado a estirarla todo lo que han podido, alternando algunos episodios bastante buenos (los menos) con otros que daban ganas de golpear en la cara con un guion enrollado a sus responsables, todo con un ritmo disperso e inconsistente que en mas de una ocasión me ha sacado de la serie.
Pero nada me ha sacado mas de la serie como ese ridículo final que le han dado a la misma, con esas dos muertes absurdas y fuera de lugar por distintas circunstancias, y que ha dado la impresión de que no sabían bien como integrar en la trama. La primera de ellas por lo inconsistente de la misma, y la segunda porque ha sido algo que parece que han metido única y exclusivamente con la idea de impactar al espectador, pero lo han hecho de una forma tan torpe y descuidada que me cuesta creer que le hayan pagado a alguien por escribir esa escena. Y aunque no me cabe duda de que ambas muertes acabaran siendo revertidas en la próxima temporada, miedo me da lo que harán con los personajes tras su regreso, probablemente mas angustia emo.
Como puntos positivos pues no voy a negar que ha sido todo un placer ver a Nightwing vestido de Nightwing dando saltos y volteretas por ahí (aunque demasiado poco y demasiado tarde) y que Esai Morales ha estado estupendo como Deathstroke, aunque le han desaprovechado e infrautilizado muchísimo. Que el casting de Superboy ha sido acertadísimo y que me lo he pasado muy bien viendo a Krypto corretear y volar aunque de nuevo le hayan sacado todo. Y ademas hay que reconocer de nuevo que el departamento de vestuario son los únicos que de verdad se están ganando el sueldo. Por desgracia esto es lo único que realmente me ha parecido positivo de esta serie y es una autentica pena.
Aunque quizás lo mas triste es escribir esto y darme cuenta de que podría haberme limitado a reciclar lo que escribí sobre la primera temporada, porque todos los problemas de aquella han seguido aquí en mayor o menor medida, como si no hubiesen aprendido absolutamente nada de sus errores. Pero debo estar en minoría en este caso, porque la serie ha sido renovada para una tercera temporada (y la Cosa del Pantano sigue cancelada, que inyustisia). Visto lo visto yo ya no tengo esperanzas en lo que salga de esa tercera temporada, pero supongo que picaré de nuevo por esa curiosidad morbosa que me ha hecho ver tanta serie mala para ver que nuevos destrozos hacen con estos personajes a los que tengo tanto cariño.