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La década en videojuegos

Según se va acabando el año y empezamos a ver listas de lo mejor y lo peor del año y de la década, empezamos a coger cierta perspectiva de lo que hemos tenido en estos últimos tiempos. Y como últimamente no hablamos mucho de videojuegos -hacer un artículo sobre ellos come demasiado tiempo, maldita sea- he decidido hablaros un poco de cómo ha quedado el panorama después de estos últimos diez años.

Para algunos esto ha sido la noticia de videojuegos del año, delatando así su condición de «jugadores nostálgicos».

Como no soy jugador de consola poco o nada os voy a decir sobre ellas, más allá de que la situación puede resumirse en que Sony está a la cabeza gastándose un quintal en desarrollos exclusivos, Nintendo siguiendo una estrategia más modesta pero en el fondo parecida y Microsoft es la tercera rueda pagando caros algunos errores que tuvo con el lanzamiento de Xbox One, con lo que ha querido salvar los muebles comprando algunos estudios de desarrollo de cara a empezar a crear sus propios exclusivos de garantías y copiar la estrategia de Sony para la siguiente generación de consolas que sale el año que viene. Siempre se ha dicho que la gente elige la consola según los juegos que quiera jugar, pero a la hora de la verdad el mantener el usuario de PSN, Xbox Live o hasta de la Nintendo Network -o como se llame ahora- le tira a mucha gente, sobre todo en los casos en los que las compras digitales se pueden llevar de una generación a otra. Supongo que por eso mismo la estrategia de Microsoft en los últimos tiempos ha sido la de ofrecer una tarifa plana de videojuegos por una suscripción mensual en principio bastante reducida, de cara a establecer una base de usuarios que se inclinen por comprar su nuevo cacharro, ya que el viejo está claro que ya no va a ninguna parte. Pero vamos con los ordenadores…

Si algo ha cambiado el mundo de los ordenadores es que ahora son muchos menos los que tienen ordenador de sobremesa y muchos más los que juegan en portatil. Y anda que no se nota en los precios de los componentes…

En ordenadores la cosa está más o menos como siempre, Steam domina el universo y las otras están con las migajas, con la novedad de que ahora está Epic gastándose todo lo que gana con Fortnite en exclusivas para su plataforma de venta online. Plataforma que a día de hoy es un desastre, pero que a golpe de talonario ha conseguido que varios de los grandes lanzamientos de PC de este año no salgan en Steam hasta el año que viene o nunca. Y es que por el momento Valve/Steam no ha hecho ningún movimiento de contraataque, pero la guerra entre las dos plataformas ya ha sido declarada y los únicos beneficiados de todo esto no han sido precisamente los usuarios, que ya han tenido que volver a añadir un nuevo password a su lista de servicios online de videojuegos. Eso sí, parece que ya han quedado atrás los coqueteos de Valve con el hardware y sus sueños de tener una distribución propia de linux para PC, ahora parece que quieren arreglar Steam modernizando la interfaz y esas cosas que nadie les ha pedido. Pero en fin, hablemos de videojuegos, porque hoy en día parece que en esto de los videojuegos la gente habla de cualquier cosa menos de los juegos en sí.

Cuando empezó la década yo era fan de Dragon Age, luego llegó la segunda parte, Inquisition, se cargaron Bioware y… Buf.

Creo que esta ha sido, con mucha diferencia, la década de videojuegos más sosa de la historia. Y ya se que no es justo comparar, porque el avance tecnológico en los 70, 80 y 90 no era comparable al de los 00, pero es que en esta última década la cosa no ha cambiado casi nada, lo que es peor, gracias al aumento de los tiempos de desarrollo y los costes añadidos, los juegos «grandes» han jugado siempre a innovar lo mínimo posible, a limitarse a hacer «lo que funciona» y han dejado toda la innovación en manos de los indies, que han sido los que realmente han llevado el peso del progreso -y de algunas consolas- durante estos últimos diez años. Y es que, si hacemos una búsqueda sobre los mejores juegos de 2009 nos encontramos títulos como Uncharted 2, CoD Modern Warfare 2, Dragon Age, Assassin’s Creed 2, Borderlands, Left 4 Dead 2, Minecraft o Batman Arkham Asylum. Sí, en el fondo seguimos jugando a los mismos juegos que hace diez años, no ha habido ninguna reinvención de la rueda. No hemos pasado de jugar solo plataformas a jugar solo FPS, no ha habido ningún ascenso y caída de ningún género -bueno sí, los Guitar Hero y demás- y en realidad la gran revolución ha llegado en los móviles.

Y mejor no hablamos del casino de los juegos deportivos, que ya me caliento y acabamos muy mal aquí…

Porque admitámoslo, las nuevas generaciones se han ido a los móviles, y todos los esfuerzos se han volcado en el desarrollo de un modelo Free to Play que acabe sacando más dinero que los 70 euros que podía costarle al usuario un juego de consola. Se ha normalizado aún más, eso sí, el que nos gastemos 200 o 300 euros en una edición de coleccionista con una figura imposible de quitar el polvo, un pase de temporada con cuatro misiones pochas y, montones de veces, que ni siquiera lleva el juego en sí porque eso se compra aparte. Es normal que la chavalería se aleje del modelo antiguo de videojuegos y prefiera jugar a una mezcla de red social y videojuego en su movil, a mendigarle recursos a sus amigos y a pedir 70 euros de oro del Fortnite o de lo que sea a lo que juegue en ese momento; estos chavales ya no son los de antaño que tenían uno o dos al año que tenían que exprimir al máximo, estos pueden estar jugando a seis o siete a la vez, instalar o desinstalarlos según les apetezca y hasta ligar a través de ellos. En una sociedad en la que los chavales aprenden a socializar en el casino del barrio -porque al final eso es lo que son los dichosos bares de apuestas que salen como setas por todos lados- pues como que me da que dentro de diez años los videojuegos van a ser exactamente eso, juegos free to play plagados de microtransacciones y no los juegos de 70 euros plagados de microtransacciones que tenemos hoy en día. Que sí, que me lo estoy pasando muy bien estos días con Disco Elysium y Outer Worlds -el primero divertidísimo pero entiendo que no es para todos los paladares, el segundo horrorósamente corto y tengo la sensación de que su lanzamiento se ha adelantado para que Obsidian se pudiera poner a trabajar cuanto antes en su primer desarrollo exclusivo para Microsoft- pero a la hora de la verdad casi prefiero leer un libro (o un cómic, o ver una película) que jugar a un videojuego. Y eso es triste.

Disco Elysium, ojalá tuviera 300 horas para jugarlo como es debido.

No sé, no quiero que un post sobre el estado de los videojuegos a fin de década acabe con una nota tan negativa/pesimista/de abuelo cebolleta, ¿que opináis vosotros? ¿Cómo han cambiado vuestros hábitos, hay algún juego que os interese estos días? ¿Sois de los que esperais como locos un Final Fantasy VII Remake, Doom Eternal, Cyberpunk 2077 o el videojuego de Los Vengadores? Hablémoslo por aquí, a ver si por una vez podemos hablar de videojuegos civilizadamente en esto del internet…

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