Watchmen es esa vaca que DC Comics y la Warner jamas dejarán de ordeñar y, tras mantenerla en distribución a perpetuidad (y así hacer que Moore y Gibbons jamás recuperen los derechos) adaptarla al cine, sacar precuelas en el cómic y lo que quiera que sea Doomsday Clock, llega ahora Watchmen la serie de televisión en HBO. Una serie que por algún extraño motivo han querido vender como “reinterpretación” del cómic cuando tras ver su primer episodio queda clarisimo que estamos sencillamente ante una secuela del mismo ambientada tres décadas después del final de la historia original. Pero dejando a un lado esa manía de no querer reconocer abiertamente que esto es una continuación de Watchmen (y ojo, del cómic, no de la película) o los prejuicios que muchos (Diógenes el primero) tienen ante la idea de seguir explotando esto, lo que me he encontrado en esta primera toma de contacto es una serie bastante sólida y entretenida que me ha dejado con ganas de más.
Desde aquel fatídico día de Octubre de 1985 el mundo jamás volvió a ser el mismo. El miedo a lo desconocido se apodero de las masas y provoco incluso rechazo hacia los avances tecnológicos, los equilibrios de poder se alteraron y las fuerzas del orden abrazaron un concepto que durante mucho tiempo irónicamente había sido considerado fuera de la ley. Y ahora en el presente se repite inadvertidamente un ciclo, de nuevo un crimen pone en marcha una serie de acontecimientos que parecen ir mas allá de lo que cualquiera puede imaginar y quien sabe si en esta ocasión quedaran supervivientes…
A diferencia de personajes de mente débil y extremadamente influenciables que no citaré de nuevo y que creen que leer las precuelas apócrifas o ver esta serie va a manchar su experiencia de releer el cómic de Watchmen, yo no tengo esos problemas y puedo separar sin problemas una cosa de otra. Aunque es cierto que si que tengo ese dilema moral de saber que DC jodió a Moore y Gibbons al dedicarse a reeditar constantemente durante mas de treinta años el cómic para que jamás pudiesen recuperar los derechos como decía su contrato y que no van a recibir la justa compensación que deberían por algo como esto (por no hablar de que probablemente no hubiesen querido secuelas hechas por otros). Pero pese a ello la curiosidad ha sido mas fuerte que la moral y me he decidido a ver esta serie para ver que hacían con este pequeño universo de ficción que ha marcado tanto a lectores y autores durante décadas.
Y debo confesar que aunque hasta ahora solo se ha emitido el primer episodio, lo que he visto me ha gustado bastante. Al principio es cierto que cuesta un poco ver la relación entre el cómic y lo que nos presenta la serie, ya que comienza de forma brutal y despiadada mostrándonos una de las mayores masacres racistas de los Estados Unidos (con pinta de ser el origen de alguien) para pasar de ahí a presentarnos a los protagonistas de la serie y a ir dejando caer pequeños detalles sobre lo mucho que ha cambiado el “status quo” de ese mundo con respecto no solo al mundo real sino al propio pasado del cómic. Resulta de lo mas llamativo encontrarnos por ejemplo lo extremadamente controlada que esta la policía a la hora de hacer uso de sus armas de fuego (ya podría suceder así en la realidad), como aun lidian con los efectos del ataque en Nueva York hace treinta años (y si, para los curiosos parece que fue tal y como en el cómic) o lo mas llamativo de todo, que los superhéroes no han desaparecido del todo exactamente.
Por un lado nos encontramos con que Roscharch se ha convertido en un ídolo a imitar por los grupos de la extrema derecha mas rancia y racista (cuando Roscharch probablemente querría destrozarles a todos ellos) y que la policía para proteger a sus agentes ha tomado prestado de aquellos superhéroes a los que pusieron al margen de la ley, la idea de las identidades secretas. Los oficiales van todos enmascarados con unos pañuelos amarillos como de cuatreros del salvaje oeste mientras que los detectives utilizan apodos y trajes mas personalizados y llamativos siendo a efectos prácticos superhéroes, y esta vez si, con todas las de la ley, estando ademas obligados todos ellos a ocultar su pertenencia al cuerpo (excepto a sus mas allegados) Y como no, aunque los años hayan pasado y no todo el mundo salio bien parado de lo sucedido hace tres décadas, aun quedan activos por el mundo algún que otro de los viejos héroes haciendo hasta cierto punto lo mismo que habían hecho siempre.
Y en ese extraño nuevo mundo que a ratos nos parece tan familiar, se desenvuelven una serie de nuevos personajes que pasan a ocupar el primer plano y que protagonizan una trama que, al menos de momento, parece que quiere reflejar lo que fue el cómic, repitiéndose una serie de esquemas que espero que lleven a algo realmente nuevo y no a una simple repetición de aquella historia con unos nuevos protagonistas. Pero dejando a un lado ese miedo que espero que sea infundado (aunque por si acaso me espero lo peor) Si que de momento hay que agradecerle a esta serie alguna cosa que otra.
Por un lado algunos de esos nuevos personajes que han introducido para protagonizar esta secuela están resultando ser bastante interesantes y con mucho potencial (aunque esta por ver si serán capaces de estar a la altura de lo que fueron los protagonistas originales) destacando por ahora quien parece ser la protagonista de la serie, Angela Abar (Regina King) , quien compagina su vida familiar como esposa (de Black Manta nada menos), madre y dueña de una pastelería con sus actividades como la detective de policía Sister Night.
También resulta agradable que lugar de ahogar a los espectadores con datos de porque este mundo es así (y como encaja con el cómic), estén dejando que cada uno se vaya formando su propia idea a partir de los pequeños detalles que van dejando caer aquí y allá y que incluso jueguen con las expectativas de quienes conocemos el cómic y aprovechen para llevarnos por donde no es. Y al igual que en el cómic, la serie también cuenta con sus particulares apéndices en forma de la llamada “Peteypedia” donde se recopilan documentos de diversa índole (memorandums del FBI, noticias de la prensa, etc) que amplían un poco la información sobre este mundo y por donde irán los tiros, eso si, para variar con estas cosas para poder leerlos hay que tirar de proxy o de VPN porque si uno trata de acceder a esa sección de la web invariablemente nos redirige a la portada de la web de HBO España (o la que toque en cada país fuera de los Estados Unidos).
Ahora lo que toca es esperar a los ocho episodios que le restan a esta temporada a ver si son capaces de mantener el nivel de calidad e interés mostrado hasta ahora. Y aunque dudo mucho que ese Damon Lindeloff que no se ha cansado de nombrar a Alan Moore en las entrevistas promocionales (porque no le puede meter como co-creador en los créditos) llegando incluso a “acusarle” de haberle lanzado una maldición, consiga alcanzar el altísimo nivel que tuvo, y aun conserva ese cómic por el que no pasan los años, si que espero que al menos de todo esto salga un producto decente. Que como decía al comienzo, DC no ha dejado de exprimir Watchmen, pero los resultados hasta la fecha han dejado bastante que desear, así que sera curioso de ver si con esta serie se mantiene la racha.