Hace unos meses Marvel anuncio que estaba preparado algo para Spiderman, un algo que trataban de vendernos como algo épico y que acabo resultando ser uno de los anuncios mas decepcionantes que recuerdo, que al hijo de veinte años de JJ Abrams le iban a dejar escribir un cómic de Spiderman (con ayuda de su padre) y que dibujaría Sara Pichelli. Una noticia que dejo fríos a la mayoría de los lectores, que no hizo ninguna gracia entre los profesionales y que desde entonces ha pasado tan desapercibido que cuando vi que esta semana por fin se había publicado ya me había olvidado por completo de su existencia. Y tras la lectura del primer numero debo decir que no ha decepcionado en absoluto, pero porque es exactamente lo que la inmensa mayoría de la gente asumía que iba a ser…
Durante una dramática y sangrienta pelea contra el misterioso villano conocido como Cadaverous, Spiderman sufre uno de los mayores golpes de su vida, la muerte de su esposa Mary Jane. Viudo, con un brazo menos y teniendo que hacerse cargo de su hijo Ben, Peter se centra en su trabajo en la prensa y abandona para siempre su doble vida superheroica. Doce años mas tarde Ben ha sido criado prácticamente por su Tía May ya que Peter se ha volcado tanto en su trabajo que es una figura casi tan ausente en sus vidas como la de Mary Jane, pero pese a ello Ben ha heredado el sentido de la responsabilidad de los Parker y no puede evitar meterse en líos tratando de proteger a los mas débiles, pero como no tardara en descubrir eso no es lo único que ha heredado de su padre…
De este cómic hay que admitir que Marvel no supo enfocar la promoción del todo bien, que comenzar la campaña de promoción de este cómic con una cuenta atrás que comenzó por el numero 4 y que llevo a que se especulase con que se trataba de una secuela en cómic de la trilogía de Raimi o de un crossover con los 4 Fantásticos, para encontrarte con que todo era debido al hijo de JJ Abrams fue un chasco gordo para todos los que nos ilusionamos en un sentido u otro. Pero al final era simplemente eso, el debut como guionista de cómics de un chaval de veinte años cuyo único merito conocido es ser hijo de su padre (y aunque muchos han querido comparar este caso con el de los hermanos Kubert o Romita Jr entre otros, no es lo mismo criarte al lado de profesionales del medio como la copa de un pino que ser el hijo de un director de cine). Pero es que ademas a la decepción tras la campana de promoción, y el descubrir que todo era un simple caso de enchufismo sobre el que quisieron poner todos los focos como si fuese un gran acontecimiento (esto se reserva para cuando consigues que un gran escritor te haga un cómic) hay que tener en cuenta también como es el cómic en si, y menudo cómic ha resultado ser…
?️ The secret's out! This September, @jjabrams and Henry Abrams team up with artist @sara_pichelli for a #SpiderMan miniseries featuring a deadly new villain: https://t.co/kFXztvCosC #MarvelComics pic.twitter.com/m5Drg3rrq9
— Marvel Entertainment (@Marvel) June 20, 2019
Hay dios mio que notición…
Es cierto que no deberíamos cebarnos, que es su primer trabajo en el medio, que es aun muy joven, y si en lugar de haber debutado de esta forma tan mediática le hubiesen dejado debutar como se solía hacer con los novatos, escribiendo historia de complemento en algún especial o cosas así, habría sido mas generoso, pero en Marvel han querido tratarle como a un profesional así que haré lo mismo. Y siendo educado hay que reconocer que el cómic es malo, pero bastante malo, la caracterización de los personajes es un horror (ese Peter Parker que abandona sus responsabilidades como padre…) el villano parece un refrito de lo peor de los 90 o el hermano perdido de Mendel Stromm, y lo peor es que encima la originalidad brilla por su ausencia.
Y es que básicamente los Abrams lo que nos han contado aquí es Spidergirl pero cambiando a Mayday Parker por Ben. Tenemos a un Spiderman que se retira tras sufrir una gran perdida física, una pierna en el universo de Spidergirl, un brazo aquí (que ya puestos que mierda de futuro es ese que le ponen un garfio, incluso en el mundo real hay prótesis mejores). Un Peter Parker que le oculta a su descendencia todo sobre sus poderes y su identidad superheroica y que sale a la luz cuando dicha descendencia descubre que ha heredado los poderes arácnidos de Peter. Una idea que con mas o menos cambios ya había reciclado Gerry Conway en “Renew Your Vows” y que aquí los Abrams ni se han molestado en disimular, limitándose a cambiarnos a Spidergirl por “Spiderboy”. Pero si ya es triste que este cómic que nos quisieron vender como un gran acontecimiento sea flojo y nada original, lo realmente grave es lo que me comento Diógenes el otro día tras su lectura, que es peor que lo de Tom DeFalco, y eso es un delito difícil de perdonar.
Lo único salvable (que chorprecha) es el trabajo de Sara Pichelli, que como era de esperar realiza un gran trabajo aquí, aunque es una lastima que se desaproveche así su talento pudiendo estar en un proyecto mas acorde con sus habilidades, pero se ve que había que promocionar al crio y a su padre. Ahora lo que queda es seguir esta miniserie con la curiosidad morbosa de comprobar hasta que punto puede empeorar todo, si es posible que este desperdicio de papel y tinta puede caer un poco mas bajo, que visto lo visto lo creo mas que posible.