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Por qué cancelar Vertigo es una buena idea: De donde no hay…

Pues DC se ha cargado Vertigo y me parece estupendo. Sí, lo primero que pensé al oirlo fue que era otra de tantas decisiones horrendas de DC, que había que resetear su contador de estupideces, pero luego lo piensas y te das cuenta de que tiene todo el sentido del mundo, porque precisamente han tratado de hacer todo lo posible por relanzar la línea y no ha funcionado. Así que han hecho lo único que les quedaba por hacer.

Una vez cancelaron Hellblazer la cosa se puso muy mala…

Que sí, que sí, que lo primero y más lógico que nos viene a la cabeza sobre que hacer con Vertigo es «hacer buenos cómics». Pues sí, y los han hecho. Y los han hecho precisamente con Karen Berger, y con Shelly Bond también. El trato que recibieron las dos no fue el que merecían -porque llegó un momento en el cual parecía que les estuvieran haciendo mobbing- pero a efectos empresariales Vertigo lleva diez años que no vende una mierda y no le da prestigio a la propia DC como hacía en tiempos, así que lo normal es mandarla al cuerno. Que puñetas, haciendo tebeos buenos no vendía, ahora que los tebeos buenos están todos en Image -porque cualquier autor que tenga unas ventas razonables siempre va a preferir mantener la propiedad de su serie y soñar con vender los derechos a Hollywood- como que DC ya no tiene nada que hacer con ella, sobre todo cuando ahora mismo el foco principal de DC está en crear series y conceptos de cara a hacer películas con ellos, con lo que ya se rechazaba de pleno publicar nada de lo que no tuvieran los derechos al 100%, así que Vertigo ya no pintaba para nada.

Vertigo sin Berger era como Epic sin Goodwin, le faltaba su razón de ser.

Y os puedo asegurar que la decisión de cargarse Vertigo no fue algo que llevara años persiguiendo un Dan DiDio de esos que se retuerce el bigote por las noches, porque las cabezas pensantes de DC lo han intentado todo para mantener a Vertigo en el mercado: han intentado varios reboots con nuevas series, han intentado un back to basics relanzando la línea como una especie de Sandmanverso -recordemos que esto empezó realmente por el éxito de Neil Gaiman con Sandman- han intentado hasta versiones sacrílegas como la Black Label -con pene de Batman incluido- y hasta han intentado llamar a famosillos para que escriban algo, aunque al final Young Animals vaya por su lado y el único famoso que les coge el teléfono a estas alturas es Neil Gaiman. Llamar a Peter Milligan para que siga haciendo Hellblazer o a Garth Ennis para que les haga más historias de guerra no habría llamado en absoluto la atención, Vertigo necesitaba un cambio radical, algo que llenara las noticias de medio mundo, necesitaban al hijo de JJ Abrams o algo… Y entonces han echado mano al saco de relanzar cosas en DC y han tenido que decidir entre convertir a DC en un villano y que su nombre lo herede un mozalbete atontado o limitarse a partirle la espalda y que lo sustituya CyberVertigo, un tarao que va gritando por las esquinas ¡SAN VERNE! o algo parecido. Conscientes de que ninguno de esos relanzamientos llegó a funcionar, llegaron al mejor recurso para que el personal se acuerde de que existes: morirse.

Si tu matas a un personaje, la gente habla de el, ¿por que no iba a ser lo mismo si matas una línea editorial?

Porque nadie hablaba de Vertigo, admitamoslo de una vez. Hablamos de mil series de Image o Dark Horse, «creator owned» y tal, de Black Hammer, Berger Books y de los hábitos en el baño de los personajes de Marvel y DC, pero no hablamos de Vertigo. Ya ni siquiera está Fábulas con sus sopotocientos spinoffs, a Paul Cornell lo espantaron y tuvo que irse con sus platillos volantes a otra parte, y ni siquiera Astro City, la serie más conocida que tenían en los últimos tiempos, ha sobrevivido hasta este mismo año. Vertigo estaba en la mierda, el Sandmanverso no funcionó y la alternativa habría sido el traerse de vuelta a Karen Berger, la cual está estupendamente en Dark Horse publicando mejores cómics que toda DC, así que muchas gracias por el interés pero no, con lo que han tenido que matar a Vertigo. Y morirá sin un especial superventas en el que acabe sacrificándose en una titánica batalla contra Doomsday, pero Vertigo saldrá en las noticias, llamará la atención.

Que seguramente no vendan tantos tebeos, pero vete a saber…

Y luego, en un tiempecito y cuando hayan tenido tiempo para preparar una alineación decente, Vertigo volverá. Volverá con una estrategia de marketing definida, y la gente comprará nostalgicamente otra reedición de Watchmen con el sello de Vertigo -mucho mejor que la edición Black Label, ¡dónde va a parar!- y seguramente vuelvan con una serie de Hellblazer escrita por Milligan, una de guerra por Garth Ennis y hasta Gaiman escriba algo junto a su hija o algo parecido. Y también volverá Astro City, y un especial de Fábulas, y otro de Brian K Vaughan y yo que sé que más, pero Vertigo volverá. Y lo compraremos todos como locos, y hablaremos sobre ello, y a los tres meses pasará como pasó con Superman y nos volveremos a olvidar de Vertigo, porque lo que soportaba a Vertigo era Karen Berger, era Shelly Bond, era que arriba estaban Jenette Khan y Paul Levitz y ahora ya no será lo mismo. Pero oye, por lo menos y por una temporada, DC se hinchará a vender reediciones en tapa dura y recuperará una miguita de aquel prestigio que tuvo en tiempos…

Y sí, podríamos acabar el post con una nota nostálgica y positiva, hablando de los cómics que más nos marcaron de Vertigo, pero prefiero hacerle promoción a Karen Berger y seguir recomendándoos Seeds e Invisible Kingdom, que son de lo mejorcito que se está publicando hoy en día y no me hacen echar de menos un sello editorial ni en lo más mínimo, porque al final del día Berger Books y Black Crown (e Image y otras) siguen existiendo. El éxito, el triunfo de Vertigo, estuvo en derribar las barreras que limitaban el cómic americano al género de superhéroes, de triunfar allí donde Epic, First, Dark Horse y demás habían estado picando piedra durante años, de hacer exitoso el «creator owned» y no una obra de caridad. Vertigo era una idea, una búsqueda de cambiar la forma en la que se hacían cómics en EEUU, y aunque la marca se haya quedado en una DC que ya poco o nada tiene que ver con la de los fundadores de Vertigo, su éxito sigue vivo hoy en día. Así que sí, me da absolutamente igual el cierre de Vertigo y hasta me alegro, así ya no se engaña a nadie dándole falsas esperanzas.

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