Este lunes pudimos asistir a un acontecimiento tan esperado como temido, el final de la ultima temporada de Juego de Tronos. Una serie que durante casi una década se mantuvo en lo mas alto con unos niveles de calidad muy altos que sin embargo en los últimos tiempos habían declinado un tanto. Un declive que desembocó en una ultima temporada mas corta de lo habitual en la que se piso el acelerador a fondo para terminar todas las tramas y cabos sueltos que se habían ido desarrollando en los últimos ocho años. Y al final con lo que yo personalmente me he encontrado es con una desenlace que no me ha disgustado, que me ha dado en lineas generales lo que esperaba pero en el que pese a que me ha gustado lo que me han contado, no me ha gustado nada como me lo han contado. Y cuidado que a partir de ahora hay tantos spoilers como chistes de eunucos en boca de Tyrion.
Esta semana ha sido complicado entrar en alguna parte de Internet en la que no se hablase de Juego de Tronos, de esa despedida que ha conseguido colarse tanto en los medios mas especializados o frikis como en la prensa convencional. Pero es que en sus ocho de años de existencia Juego de Tronos se había convertido en todo un fenómeno mediático, en una de esas series que “tenias que ver”, y que trascendió las fronteras de lo televisivo con todas esas niñas en todo el mundo que acabaron recibiendo nombres como Daenerys o Khaleesi (probablemente las mayores victimas de este final de temporada)
Pero el problema de estas series que levantan pasiones es que nunca van a contentar a todo el mundo porque cada uno va a tener su propio final perfecto en mente, por lo que independientemente de la calidad del final estaba claro que iba a haber polémica. Y si a esa reacción natural que provoca prácticamente cualquier serie le sumamos lo decepcionante que ha sido en muchos aspectos esta ultima y tan corta temporada y que ha exacerbado a unos y otros, el resultado ha sido tormenta de odio, rabia y lagrimas en el que nos encontramos ahora mismo. Amenazas, insultos, peticiones para que la HBO ruede de nuevo toda la ultima temporada con otro equipo creativo detrás de las cámaras… Todo ha sido poco para mostrar el (en muchos casos lógico y coherente) rechazo hacia este inmerecido final que se podría resumir perfectamente con una palabra, apresurado.
No creo que nadie pueda estar en desacuerdo con esta afirmación, este final de serie, toda su octava temporada, ha sido un ejercicio de apresuramiento absurdo, de un querer rematar todo lo mas deprisa posible como si alguien les hubiese impuesto una fecha limite para acabar con la serie. Y lo mas ridículo de eso que se ha sabido que la HBO les había ofrecido a David Benioff y Dan Weiss el tiempo y el presupuesto para rodar mas episodios y poder desarrollar con calma este final, pero ellos rechazaron la oferta ya que afirmaban que con los seis episodios que habían planificado había tiempo mas que suficiente para todo. Algo que como todo el que haya visto esta ultima temporada sabe que no es cierto.
Tampoco es que sea una novedad, ya en el pasado habíamos visto como algunas tramas, ya sea porque a ellos no les interesaba o porque creían que no calaban entre el publico, eran liquidadas sin piedad y a toda prisa como todo lo relacionado con Dorne, pero lo sucedido durante esta ultima temporada ha llegado a otro nivel. Quizás el mayor ejemplo de ello sea todo lo relacionado con el Night King y sus Caminantes Blancos, una amenaza mortífera y sobrenatural que llevaban cebando desde el primer episodio y que parecía querer transmitir la idea de que los problemas de los mortales, sus luchas internas y juegos por el poder eran tonterías comparado con lo que se avecinaba… Para luego quitarse todo eso de encima de un plumazo (tras una batalla espectacular aunque un tanto oscura), dejando sin cumplir profecías como la de Azor Ahai para dejarnos claro que todo ese misticismo no importaba, que lo realmente importante es quien se siente en el Trono de Hierro.
Un punto sin retorno en el que la velocidad de la resolución de las tramas no dejó de aumentar, sin dar al espectador tiempo para digerir lo que estábamos viendo, con personajes desapareciendo sin que uno pudiese ni “despedirse” de ellos y otros sufriendo cambios de rumbo un tanto radical en algunos casos, que son uno de los motivos de mayor polémica. de este final. Algo que llegó a extremos casi ridículos en la segunda mitad del ultimo episodio donde casi parecía que faltaban escenas en medio de lo que veíamos pasar a toda leche por la pantalla (ese Bron que de pronto es miembro del Consejo Real porque si). Pero aunque estoy de acuerdo con mucha gente en que esta no ha sido la mejor forma de desarrollar las cosas (chapucero es el adjetivo mas suave que se me ocurre para describirlo) con lo que ya no puedo estar de acuerdo es en que lo que nos han contado sea incoherente, porque el desenlace vivido por buena parte de los personajes me ha parecido que era inevitable desde hacia mucho.
Y si a esta faceta de la polémica. tuviésemos que ponerle nombre y apellidos estos serian sin duda Daenerys Targaryen. Si, la realización de que la autentica villana de la serie había estado ante nuestros ojos todo el tiempo a pillado a muchos espectadores desubicados. Pero aunque soy el primero en reconocer que este cambio, mas bien evolución, hubiera necesitado un poco mas de tiempo para desarrollarse bien, quienes no veían venir esto de lejos han sido un poco ilusos. Que si, que ha sido muy bonito ver a Khaleesi liberar esclavos y matar gente malvada, pero esa obsesión cada vez mas enfermiza por el Trono de Hierro, esa actitud de “¡Aquí mando yo!”y esos ataques de rabia cuando las cosas no salían como ella quería o no era tratada como creía que merecia, no hacían mas que recordarnos de que era la hija de Aerys y que su destino parecía cada vez mas acabar como el.
Un caso similar es el de quien ha terminado quitándole la vida, Jon Nieve. Un personaje al que muchos veían como al gran héroe de fantasía, aquel que se convertiría en el autentico Rey que cambiaría las cosas, como si fuese un Aragorn cualquiera pero que cualquiera que hubiese prestado un poco de atención sabia que los únicos destinos que podían esperarle eran la muerte o el exilio (y poder pasar el resto de su vida junto con Tormund y el resto del pueblo libre es un final mas feliz del que me atrevía a esperar para el) e incluso un final como el de Jaime, que parecía haber encontrado la felicidad junto a Brienne no es del todo inesperado, ya que una de las constantes del personaje siempre fue que su amor por Cersei le hacia cometer locuras.
Desenlaces que soy el primero de acusar de ser apresurados, precipitados o mal desarrollados, pero de los que no puedo decir (en la mayor parte de los casos) que sean incoherentes con los personajes. Eso si, como reconozco eso también tengo que reconocer que eso de Bran como Rey de los ahora Seis Reinos jamas me lo vi venir, en parte porque llevaba tiempo apostando por Sansa como la única con cabeza como para ocupar ese puesto, como por lo poco que le pega a alguien que había seguido un camino como el del “Cuervo de Tres Ojos” acabar así.
Pero aunque esperaba que esta serie con la que tanto he disfrutado tuviese un final mas digno, ahora ya solo nos queda tratar de quedarnos solo con los buenos recuerdos y los grandes ratos pasados viéndola y sobre todo cruzar los dedos para que George R.R Martin termine algún día esos dos libros que le faltan para terminar su famosa saga (algo que cada día veo tristemente mas difícil), quien ya ha prometido que obviamente los libros no van a terminar ni desarrollarse igual aunque solo sea por la cantidad de personajes y tramas que o bien nunca dieron el salto a la televisión o fueron muy diferentes, como todos esos personajes vivos en un medio y muertos en el otro y viceversa. Y ademas nos queda el consuelo de que conociendo al señor Martin sus libros serán cualquier cosa pero no algo que vaya a desarrollarse al ritmo vertiginoso de esta adaptación que merecía haber terminado mejor. Ya de las precuelas esas que están preparado prefiero ni pensar nada de momento que no me han quedado ganas.