O renovando también los Elseworlds, si estiramos un poco el concepto. DC Black Label se presenta como «una forma de ofrecer a los mejores profesionales del medio la oportunidad de jugar con el canon del Universo DC fuera de las ataduras de la continuidad». Vamos, que es lo mismo que los All Star pero esta vez dejando aun más claro todavía que esto no cuenta hasta que a Geoff Johns le pegue por incluirlo porque sí.
Las miniseries que se han presentado hasta ahora son el Superman Year One de Miller y Romita Jr (que arrancará el sello este mismo agosto), Wonder Woman: Diana’s Daughter a cargo de Greg Rucka, una reimaginación de la historia de las amazonas llevada por Kelly Sue DeConnick y Phil Jimenez, más Batman de Snyder/Capullo con Batman: Last Knight on Earth, otro Batman de Azarello/Bermejo (Batman: Damned) pero esta vez con John Constantine y The Other Story of the DC Universe en la que John Ridley explorará los eventos más importantes de DC desde la perspectiva de las minorías.
Creo que DC acierta con la creación de este sello, creando así compartimentos estancos que sirven para explorar ideas nuevas y no marear la perdíz como hace la Marvel de hoy en día, que series como Squirrel Girl, Moongirl o la recientemente fallecida Gwenpoole habrían ganado bastante si hubieran tenido su propio sello y continuidad para jugar a su gusto.