Aunque el sentido común me dice que no debería añadir mas series de televisión a mi ya saturada agenda, la premisa y el protagonista (J.K. Simmons) de Counterpart me llamaron tanto la atención que no me pude resistir a darle una oportunidad. Y aunque me toque hacer malabarismos para poder verla, no me arrepiento de nada, porque su primer episodio, del que voy a intentar desvelar lo menos posible porque vale mucho ir descubriéndolo todo poco a poco, me ha dejado impresionado pese a contar una historia que seguramente hemos visto mas de una vez. Pero es lo que tiene el oficio, que muchas veces importa mas como lo cuentas que lo que cuentas.
Howard Silk es un hombre apocado normal y corriente que vive una existencia gris y anodina que ha dedicado tres décadas de su vida a ser un burócrata mas en una oficina de las Naciones Unidas en Berlín, una existencia que ha pasado sin pena ni gloria y que le ha relegado al escalafón mas bajo de un empleo que ni siquiera entiende. Pero un día, el azar o el destino le convierte en alguien importantisimo, en una pieza clave en una conspiración que trasciende fronteras y que le llevara a replantearse todo lo que creía saber sobre si mismo y sobre lo que nos hace ser quienes somos…
Como decía mas arriba prefiero decir lo menos posible del argumento de esta serie, baste con decir que estamos ante un thriller de intriga política y espionaje que le debe mucho a las historias ambientadas en la guerra fría (que la elección de Berlín como escenario es cualquier cosa menos casual) Pero este tono y estética tan deudor del thriller se combina con elementos de ciencia-ficción que aunque no son nada novedoso, estos se manejan con una elegancia y sobriedad que es todo un placer ver desplegarse esta historia en la pantalla.
Pero todo esto se debe principalmente, y sin querer desmerecer al resto del equipo, a un inmenso J.K. Simmons, que aquí interpreta a uno de esos personajes llenos de matices con los que los (grandes) actores suelen disfrutar al permitirles dar rienda suelta a todo su talento y con el que Simmons nos da una lección de interpretación. A través de Howard exploramos que es lo que nos hace ser nosotros mismos, si realmente somos así porque no podíamos ser de otra manera o si son las circunstancias y momentos clave de nuestras vidas lo que nos han moldeado para convertirnos en quienes somos.
He tratado de decir lo menos posible de la serie y aun así siento que ya he contado mas de la cuenta, así que recomiendo a todo el mundo que quien se anime a ver Counterpart no vea los trailers, no lea ninguna sinopsis, que a medida que vi el primer episodio me maldije a mi mismo mas de una vez por saber mas de la cuenta y no haber podido ir disfrutando poco a poco de las revelaciones de la trama. Así que todos los que aun estén a tiempo de disfrutar de esta serie sin saber nada de ella, adelante, mi envidia os acompaña.