El gran George Romero, el creador del género zombie y director de clásicos como La Noche de los Muertos Vivientes y toda la serie posterior, se nos ha ido a los 77 años.
Podría haber sido un director convencional, un cineasta de los que filman dramas y tratan de llevar su mensaje a través de historias «normales», pero Romero quiso contarlas mediante el gore, con gente con las tripas al aire y el terror. Su crítica a la sociedad en la que vivía -y vivimos- estuvo presente en casi todos sus trabajos, y su papel como pionero en todo un subgénero del cine fantástico es y será reconocido durante décadas, con una influencia en la historia del cine que se notará durante muchísimo más tiempo todavía. Mientras otros banalizaron el género como un conglomerado de sustos y tripas, Romero siguió pensando en nuestros demonios interiores de la sociedad de consumo, de nuestro racismo, en las cosas de nuestro mundo que nos convertían en los verdaderos monstruos.
Descansa en paz, George. Y si te apetece levantarte de la tumba para darte una vuelta hazlo, que te lo has ganado más que nadie.