Hoy toca de nuevo mantener a flote la sección literaria del blog y una vez mas voy a reseñar uno de mis libros de ciencia ficción favoritos, solo que esta vez no se trata de uno escrito por uno de esos grandes nombres consagrados por la historia del genero, sino por un autor bastante menos conocido pero que por lo poco que he leído de su obra, merecería ser muchísimo mas popular, Kevin O’Donnell Jr. Y en el libro en el que le descubrí, y que hoy nos ocupa, O’Donnell toca otro de mis temas favoritos, el de las naves colonia generacionales, pero combinándolo con otros elementos del genero y dándole un enfoque que yo al menos no me había encontrado antes. Así que sin mas preámbulos vamos a zambullirnos en este viaje hacia lo desconocido en el que la tripulación de este nuevo Mayflower trata de encontrar un nuevo hogar para la raza humana.
A finales del siglo 23 la situación en la Tierra y sus colonias mas cercanas es un polvorín a punto de explotar debido a las crecientes tensiones entre las principales naciones, algo que lleva al Presidente de los Estados Unidos a poner en marcha un audaz plan. Se construirá una gigantesca nave colonia habitada por lo mejor de la humanidad y esta sera lanzada hacia una lejana estrella para que en caso de que ocurra lo peor no se pierdan los logros creador por la raza humana. Veinticinco mil personas se embarcaran en un viaje que aunque para ellos debía durar apenas quince años, transcurriría un siglo en la Tierra. UN viaje tan complicado que requería que la nave estuviese gobernada por una inteligencia artificial muy especial, construida sobre un cerebro humano, en caso de que la futura colonia necesitase de su ayuda. Pero sucesos inesperados extendieron la duración del viaje muchísimo mas de lo que nadie había sido capaz de imaginar, tanto que la sociedad en su interior evoluciono de formas insospechadas y con ellos una nave que acabo convirtiéndose en su dios…
No exagero si digo que este libro es de los que mas me han hecho disfrutar en la ultima década, y es que aunque la idea de la nave colonia en la que algo sucede que extiende mas de la cuenta la duración del viaje no es nueva, la forma en la que O’Donnell la manejó es lo que la aparta del resto. El ir saltando de generación en generación le permitió jugar con la evolución de esa sociedad cerrada, una sociedad en la que la desesperanza se va apoderando de una población que no ve un final a un viaje en el que se alternan periodos de paz con caos, de total apatía con fanatismo religioso o con el pánico a lo desconocido que acecha en la las profundidades del espacio.
Un largo viaje en el que solo existe una constante, la omnipresente y omnipotente inteligencia que gobierna a la nave y a sus habitantes. Y este es el mayor acierto de O’Donnell en el libro, el protagonismo absoluto que le da a la nave (o para ser mas exactos al centro de control de la misma) y su lenta evolución descubriendo lo que es, lo que fue y mostrándonos en lo que acabara convirtiéndose. Siglos de existencia en la que este nuevo ser jugara numerosos y muy diferentes roles para los habitantes de ese mundo que es él mismo, y no todos serán del agrado de quienes están a su cargo.
Tristemente Kevin O’Donnell Jr no fue un escritor demasiado prolífico, diez novelas y un buen puñado de relatos forman el conjunto de una obra de la que si esta novela es una buena muestra seguro que valdrá la pena ponerse al día con ella. Yo por mi parte seguiré tratando de mantener viva esta sección y sobre todo aportando mi pequeño granito de arena para compartir con los lectores del blog todas estas obras que no son tan populares pese a que se lo merezcan con creces.