Hablando rápido y mal, podríamos decir que Prey es un Dishonored de ciencia ficción. Y se que la gente de Arkane me mataría por decir eso, porque en realidad estamos hablando de una secuela espiritual de System Shock 2, que a su vez es el precedente directo de Bioshock. Sí, los videojuegos están hechos a base de un montón de influencias, pero a la hora de la verdad los jugadores lo que van a notar de Prey es que… Es como un Dishonored de ciencia ficción.
Prey nos cuenta la historia de Morgan Yu, un/a alto cargo de Transtar, una compañía farmacéutica del año dos mil treinta y pico que tiene una estación espacial allá por la luna en la que se dedica a experimentar con neuromods, que vienen a ser unos chismes maravillosos que manipulan tus recuerdos y que normalmente se usan para aprender nuevas habilidades con una simple inyección en el cerebro. Lo malo de todo esto viene cuando la estación espacial es invadida por unos alienígenas de chapapote llamado los «typhon» y nos despertamos en mitad de toda la bronca y con nuestros recuerdos un tanto perjudicados, con lo que nuestra Morgan Yu se va a tener que enfrentar a los alienígenas, a su hermano Alex -interpretado por Benedict Wong, por cierto- y en general, a un juego de acción e infiltración en primera persona en el que podremos elegir entre el sigilo, la violencia directa y contundente o usar exóticos poderes alienígenas aprendidos a partir de los dichosos neuromods.
Voy a ser sincero, Prey no está al nivel de Dishonored, y todo esto a pesar de que es un port a PC mil veces mejor que el de Dishonored 2. Ni el guión ni el diseño artístico del juego están ni la mitad de inspirados que su predecesor, y aunque en todo momento estamos hablando de un muy buen juego, no alcanza la excelencia que nos habría gustado ver. Y es que estamos ante otro juego al que no le habría venido mal algo más de desarrollo para pulir fallos, enriquecer algunos tramos del juego y hacer menos repetitivas ciertas partes, mejorar el interfaz de navegación -imperdonable que a estas alturas no te dejen meter tus propios puntos de navegación- y misiones secundarias que en muchos casos son más recadeo que otra cosa. Cuando jugamos un juego para un solo jugador, esperamos mucho más de las secundarias, que enriquezcan el juego y que no sean sólo un relleno que nos de un par de neuromods y poco más.
Y eso por no hablar de que los personajes humanos del juego, aun siendo muy pocos, están mal animados y mal testeados, porque en muchas ocasiones reaccionan tarde a lo que pasa a su alrededor, te hablan mirando hacia una pared o, en muchas ocasiones, los npcs se bugean y dejan de hablar entre ellos a mitad de conversación porque uno de ellos se ha bugeado y no entra a dar su réplica. Y sin embargo el juego tiene perfectamente sus treinta horas de subir y bajar por la estación, de buscar secretos y entender un poco mejor la historia del juego, explorando las muchas opciones que te da el juego sobre como va a evolucionar la trama según tus decisiones. La jugabilidad y reacciones de los enemigos, que al final es lo más importante, son bastante efectivos y consiguen darnos la libertad para encarar situaciones que los desarrolladores debían de tener en mente.
Respecto a la historia, pues entiendo que a la gente no le haya gustado el final, porque aunque el juego te empieza a dar pistas ya en el prólogo sobre la naturaleza de lo que está pasando -todos esos test de personalidad y tal- el descubrir que todo esto ha sido una reconstrucción y que en realidad nuestro protagonista es un alienígena al que le han hecho revivir los recuerdos de Morgan Yu para convertirlo en un híbrido entre humano y alienígena, pues como que ya es bastante shock de por si como para que encima el juego te diga que en realidad la humanidad perdió y que la Tierra ya ha sido invadida por los alienígenas. Nos quita la satisfacción de haber salvado a la humanidad, y nos deja claro que todo lo que hicieramos en el juego daba igual… Excepto por un detalle, según lo hayamos hecho durante el juego Alex nos da la oportunidad de unirnos a el para salvar la Tierra o matarlo. Si lo hacemos muy mal y no salvamos a absolutamente a nadie, Morgan no nos da esa oportunidad y nos elimina, dando por hecho que somos un experimento fallido.
Pero vaya, que creo que los problemas de Prey no están tanto en la historia del juego como en su desarrollo jugable en ciertos tramos, en esa estética Bioshock-yo-no-soy-Bioshock y en la poca variedad de enemigos. Ya digo, no es ni mucho menos un mal juego y cuando es bueno es muy bueno, pero no creo que pase a la historia como el mejor trabajo de Arkane.