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El Joker y Harley Quinn hacen por fin su aparición mientras Jim Balent me atormenta: Batman en Tierra de Nadie (V)

Si la semana pasada nos preguntábamos dónde se había metido el Joker, el mismísimo Paul Dini iba a explicárnoslo y de paso introducir a Harley Quinn en el Universo DC. El personaje, creado por el mismo Dini y que hasta entonces sólo había aparecido en las series de animación, iba a tener a partir de aquí una fulgurante carrera que la llevaría a tener hasta más protagonismo que el mismísimo Joker, ganándose su propia serie regular y eclipsándo en protagonismo a Jared Leto en Suicide Squad. Pero volvamos con Batman…

«Power Play» es el principio de la subsaga que se montará Larry Hama alrededor de la central eléctrica de Gotham.

Power Play es el título de la historia de Mr Freeze que se cuenta en Legends of the Dark Knight 121, y en ella Larry Hama y Rick Burchett nos cuentan como Victor Fries se ha hecho con el control de la central energética que arregló Superman durante su visita. Y como el hombre es tan práctico y tan simpático la está utilizando para hacerse un castillo de hielo como si esto fuera Frozen, cosa que a Batman no le hace ni pizca de gracia y decide reventarle el chiringuito. Lo cierto es que esta historia nos cuenta poca cosa y se centra más en adaptar elementos de la versión animada de Mr Freeze a la continuidad del momento que en avanzar la trama de Tierra de nadie, pero el hecho de que Freeze volverá a aparecer más adelante y que la central eléctrica traerá cola hace que merezca la pena reseñar este cómic antes de volver a Harley Quinn…

¡Qué gran cómic si no fuera por esa manía noventera de ponerle dibujantes horrendos a todo!

Porque es en el especial de Harley donde nos cuentan que el Joker se ha montado su enésima guarida en un parque de atracciones y como su vida amorosa se va interponiendo en su camino hacia la dominación de Gotham, por lo que el Príncipe Payaso del Crimen decide librarse de su amorcito de forma permanente. Pero Harley sobrevive al atentado y jura venganza, con lo que acaba metiendo en la disputa matrimonial a Batman -como no- para desconsuelo del Joker, que había estado intentando llamar la atención de su némesis durante meses y lo máximo que había conseguido hasta el momento era que le mandara a un segundón como Azrael. No nos engañemos, este especial no es el mejor trabajo de Paul Dini, pero es lo suficientemente entretenido como para justificarnos de forma un tanto cafre el que el Joker siga desaparecido en lo que debería ser la fiesta más grande de su vida.

KGBestia por aquí, Nightwing por allá, ¡que bien lo pasamos en Blackgate!

El número 18 de Batman Chronicles sirve para contarnos que ha sido de villanos como Killer Croc o Zsasz y como la doctora Leslie Tompkins es capaz de curar a todo el mundo al margen de que sean una pandilla de psicópatas. Poco más que contar, más allá de una fugaz referencia a lo que está haciendo en ese momento Nightwing en los números 35 al 37 de su serie, en los que está intentando echar a Lock Up y la KGBestia de Blackgate porque el trato que tenían con Batman para llevar la prisión se ha salido bastante de madre y ahora tienen un ejército de supercriminales a sus órdenes. Nightwing recibe la paliza de su vida -con experiencia entre la vida y la muerte incluída en un crossover traídisimo por los pelos en Nightwing Secret Files & Origins 1- y finalmente consigue recuperar el control de la prisión.

Jim Balent es los 90 en toda su gloria, oiga.

Catwoman 72-73 son cómics… Dolorosos. Dolorosos porque no me cae mal John Ostrander, pero como todo aquel volumen de la serie viene dibujado por Jim Balent, uno de los peores dibujantes a este lado del mismísimo Rob Liefeld. Balent es un veterano cuya única virtud es la de no fallar una sola fecha de entrega, pero por lo demás es un tipo nulo a la hora de narrar, nulo en anatomía, nulo en perspectiva y capaz de hacer infumable un guión digno de mil premios nobel. La historia tampoco tiene mucho que aportar al crossover, Batman ha perdido unos discos para la reconstrucción de Gotham durante la batalla con Clayface y Poison Ivy, con lo que le encarga a Selina que vaya a Manhattan para recogerlos. Y vamos a decir que ella los recoge y ya, porque prefiero que ni os molestéis en leer semejante mierda.

Greg Land cuando todavía intentaba dibujar.

Antes de seguir y para quitarnos todo este mal sabor de boca, me gustaría hablaros de Batman No Man’s Land 0, un especial situado antes del crossover pero que revela detalles que se descubren más tarde como la identidad de la nueva Batgirl o qué estuvo haciendo Bruce Wayne desde que perdió la pelea en el congreso de EEUU hasta que apareció en Gotham meses después. Y, aunque no cuenta nada importante que no nos oliéramos ya, es un cómic decente que cuenta con Greg Rucka y un Greg Land anterior a la hecatombe artística que fue en el siglo XXI (que en ambos casos sigue siendo mejor que Jim Balent, por supuesto).

Esto a Damien no le pasa.

Mientras tanto, en Robin 68-70 Chuck Dixon nos cuenta una curiosa pelea por un almacén de comida caducada en las alcantarillas entre Ratcatcher, Mr Freeze y unos críos. La historia es intrascendente para el conjunto de la historia, pero no viene mal recordar que Tim Drake estuvo años aguantando su propia serie -más que cualquier otro Robin- y que Stephanie Brown era un gran personaje que acabaría convirtiéndose en una muy buena Batgirl antes de que llegara el New 52 y… Vale, paso de ser gruñón. Sólo deciros que esta es una historia intrascendente, pero que ni mucho menos por ello puede decirse que la serie fuera mala, sobre todo justo después de haberos hablado de la atrocidad que era Catwoman en tiempos de Jim Balent.

El Detective Comics 736 resumido en una sola viñeta.

Otros cómics intrascendentes son Shadow of the Bat 89 -The King- una historia sobre un oscuro benefactor de Gotham que se hace llamar «El Rey» y que acaba cruzándose con Killer Croc, que quiere el nombre para sí , el Batman 569 con Batgirl defendiendo una gasolinera de unos matones o el Detective Comics 736, que cuenta como Bane llega a Gotham… Y ya. Porque no avanza la trama en lo más mínimo ni se molesta en contar una historia interesante, y Bane no hace absolutamente nada hasta que manifiesta su intención de volar por los aires el registro civil de Gotham al final de Low Road to Golden Mountain (Legends of the Dark Knight 122, Shadow of the Bat 90) una historia de Larry Hama que ni va sobre Bane ni hace tampoco gran cosa más allá de rellenar, contándonos como después de la batalla con Mr Freeze una banda de chinatown está esclavizando gente para conseguir energía en la central eléctrica. Una tontería, pero supongo que a los fans de Lynx les interesará. Menos mal que la semana que viene ya nos toca otra vez el Joker, que si no…

Que no sea otra historia intrascendente, ¡que se me está cayendo el crossover entero!

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