Alguna que otra vez he reconocido que los procedimentales, la típicas series en las que la policía tiene que colaborar con un asesor, son mi debilidad, pero solo cuando este asesor es “raro” y se sale de lo habitual lo más posible. Asesores que son ex-estafadores, emperadores del crimen, alienígenas, inmortales o el mismísimo demonio, a estas alturas parece quedar poco por innovar en este terreno. Por eso cuando se estrenó APB no me lo pensé mucho a la hora de darle una oportunidad, ya que aunque la idea de un millonario que colabora con la policía no es enteramente nueva, que este parezca un cruce entre Elon Musk y Tony Stark o algunos de los temas que toca, hacían que la serie sonase lo suficientemente interesante.
Si, otro procedimental mas pero uno que se aleja de la norma lo justo como para resultar interesante
Gideon Reeves lo tenía todo en la vida, genio, millonario, (no demasiado playboy), filántropo… y creía que todo en la vida podía solucionarse si se encontraba el enfoque adecuado. Una forma de ver la vida que cambio el día en el que durante una visita en la ciudad de Chicago una parada para comprar tabaco derivó en un atraco y en el asesinato de su mejor amigo ante sus ojos. Frustrado ante la incapacidad de medios de la policía para resolver el caso Gideon decide tomar el toro por los cuernos y ofrecer una insólita solución a la ciudad, pagar la deuda de la misma a cambio de que le cedan el control del distrito en el que se cometió el asesinato y poner a disposición de la policía todos sus recursos e ingenio para dedicarlos a la lucha contra el crimen.
Gideon acabara dándose cuenta de que a lo mejor ha mordido mas de lo que puede masticar
Pese a mi debilidad por este tipo de series no las tenía todas conmigo, la idea era interesante pero podía derivar fácilmente en algo insoportable, pero de momento los responsables de la serie han conseguido crear un producto que si bien no es probable que acabe siendo algo revolucionario (aunque mismo eso pensaba yo de Person of Interest tras ver el piloto) sí que han conseguido hacer una serie bastante divertida.
Después de Person of Interest he aprendido a no subestimar series cuya premisa parece algo del montón
Una serie que curiosamente tiene su origen en un artículo del New York Times (lo realmente curioso es que digan inspirarse en el artículo y no en los sucesos reales) que describía los esfuerzos de un millonario de Nueva Orleans para mejorar la seguridad en su ciudad a base de invertir en la policía y desarrollar una aplicación a través de la cual la interacción entre ciudadanos y policía era más fluida. Y aunque podríamos hablar largo y tendido (y cagarnos de miedo) ante la idea de millonarios financiando una fuerza de la ley privada (he leído demasiada ciencia-ficción como para fiarme de algo así) digamos que en la ficción, con millonarios idealistas (y poco realistas) funciona bastante bien.
Un poquito de realidad, un poquito de ficción y tenemos a nuestro millonario luchador contra el crimen
Y con esa curiosa mezcla de millonarios reales y de ficción (La personalidad de Gideon le debe mucho a Tony Stark) nos encontramos con una serie bastante curiosa que ya desde el comienzo está logrando no recurrir a lo obvio. De entrada vemos que han huido del tópico facilón de matar a la mujer del protagonista para así tenerle de viudo desconsolado que huye del amor, y en su lugar Gideon es un soltero que pierde a su mejor amigo. Un crimen cuya resolución en lugar de arrastrarse a lo largo de varias temporadas se resuelve (esperemos que definitivamente) ya en el mismo episodio piloto, dejando al protagonista en una de esas situaciones en las que la tragedia te enseña que el poder que manejas debe utilizarse por el bien comun.
O dicho de otra forma, una gran cuenta bancaria conlleva una gran responsabilidad
También me está gustando bastante como (Y pese a apasionarme la ciencia-ficción) de momento las soluciones tecnológicas de Gideon se mantienen en la fina línea que suele separar el realismo de la ciencia-ficción. Drones con cámaras, aplicaciones de móviles para alertar a la policía, algoritmos informáticos para optimizar el recorrido de las patrullas, armas de fuego reemplazadas por sofisticados y no letales tasers (ese detalle me encanta), uniformes antibalas, vehículos rápidos y blindados pero que ni se conducen ni hablan solos… No todo completamente realista pero tampoco especialmente inverosímil, todo transmite la sensación de que si no existe aún, existirá en un par de años como mucho.
De momento todo se mantiene en la frontera del «pseudo-realismo»
Pero como suele suceder en este tipo de series al final su éxito depende sobre todo del carisma y química de sus protagonistas, y de momento eso está funcionando bastante bien. En el papel de Gideon tenemos a Justin Kirk, un actor que no me sonaba de nada pese a que según su filmografía le había visto en papeles secundarios en un par de series que sigo y que le puso voz a Hal Jordan (con ese dato ya me tiene ganado) en la película animada que adaptaba la horrible primera saga de la JLA del New52. La interpretación de Kirk resulta ser una curiosa mezcla de la personalidad publica de Elon Musk (con el que guarda cierto parecido físico que seguro que no es casual) y la simpatía y el carisma del Tony Stark cinematográfico pero sin llegar a los niveles de arrogancia y narcisismo de este.
No llega a ser Iron Man pero a veces poco le falta
La co-protagonista de la serie en cambio nos resulta mucho más familiar ya que se trata de una vieja conocida de Brainstomping. Por aquí le tenemos bastante simpatía a Natalie Martínez gracias a su papel de Linda Esquivel en Under the Dome, un papel en el que le toco interpretar a uno de los personajes más densos, inútiles, ignorantes y mal escritos que he visto en mucho tiempo y que hubiera sido más propio de una parodia que de una ficción pretendidamente seria.
La pobre Linda Esquivel siempre sera echada de menos pese a todo
Pero APB me ha demostrado con tan solo dos episodios que el problema de aquella serie estaba en todas partes menos en los actores. Aquí Martínez interpreta a Murphy (Una gran empresa dirige el departamento de policía y les arma con alta tecnología, los guiños a Robocop no podrían ser menos sutiles) una veterana patrullera a la que su honestidad y profesionalidad (eso que en ingles llaman “no-nonsense”) le vale el ser ascendida a detective y convertirse en mano derecha de Gideon. Y aunque parece más que obvio hacia donde está dirigida la relación de ambos personajes (varias temporadas de tensión sexual no resuelta) la forma de la que han huido de los tópicos hasta ahora quizás nos de la sorpresa.
Menuda diferencia produce en la carrera de un actor un buen guion…
En cuanto a la serie en si no deja de ser un procedimental más o menos al uso. Cada semana hay un caso principal que resolver, una trama a largo plazo que se va desarrollando de fondo y unos policías que van aprendiendo a respetar y aceptar al protagonista. Pero a diferencia de otras series aquí se esta haciendo hincapié (no con toda la profundidad que tocaría) en como los problemas de la ciudad son mucho más complejos de lo que el dinero y la tecnología de Gideon pueden solucionar y en lo ético que resulta dejar que un civil trate de arreglar dichos problemas. Y aunque sabemos que tratándose de una serie de una cadena generalista (el jugo que se le podría haber sacado a esta idea en HB o Netflix) esos temas seguramente no vayan a desarrollarse todo lo que deberían, resulta agradable ver como se tocan estos temas.
Pero aunque no confío ciegamente en que esto evolucione hacia algo mas complejo, mantengo los dedos cruzados
Así que aunque APB no sea una serie completamente redonda, de momento está resultando ser bastante divertida. Además los antecedentes de otras series de cadenas generalistas como Person of Interest o Fringe me hace tener la esperanza de que les dejaran evolucionar. Pero incluso de no ser así, seguiríamos estando ante un sencillo, pero muy digno, producto de entretenimiento con el que pasar un buen rato.